encajando en el molde

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En la Escuela.

Saga y Camus lentamente dirigieron su vista al dueño de aquella, voz, él joven de cabello castaño les sonreía amablemente, estaba vestido de manera normal, ni tan formal, ni tan callejera, Saga en ese momento sintió que él corazón se le saldría de tanto latir.

Aioros: Hola mucho gusto, supongo que ellos son los nuevos profesores, ¿Verdad? - pregunto mientras veía a Dohko.

Dohko: así es Aioros, Mü nos trajo a los nuevos profesores - dijo terminando de leer su currículum - su primer día será de prueba para que puedan adaptarse a nuestro entorno. Él profesor de segundo grado les enseñará todo - indico mientras señalaba a Aioros que sorprendido vio al Dohko.

Aioros: ¿Yo señor? - pregunto sorprendido.

Dohko: si no hay nadie mejor que tú para mostrarles él establecimiento y sus respectivos salones para que conozcan a sus estudiantes - indico él.

Aioros: esta es una gran oportunidad señor juro que no le fallaré - dijo feliz.

Dohko: si, ahora por favor vayan a trabajar y espero que todos podamos trabajar bien y en orden y también ayudarnos mutuamente - dijo mientras Saga no le quitaba la vista de encima a Aioros que por su parte sonreía sin ponerle importancia.

Dohko entregó los libros que utilizarían a ambos hombres y les pidió seguir a Aioros, él cuál sonriendo los llevo por todo el lugar mostrando cada salón y presentando a cada docente que en él lugar había, los salones, la sala de profesores, él salón de computación y finalmente los salones donde ellos estarían dando sus clases.

Aioros: Hola niños - dijo mientras ingresaba a primero "A".

Niños: buenos días profesor Aioros - saludaron.

Aioros: niños, hoy quiero presentarles a su nuevo profesor, cómo sabrán él profesor Minos renunció por lo cual hemos traído a otra persona que será mucho mejor. Por favor pase maestro y presente se con sus alumnos - pidió mientras le indicaba a Camus pasar.

Camus paso caminando firmemente mientras su semblante era serio y frío, lo cual provocó que algunos alumnos lo vieran con miedo.

Camus: buenos días niños. Mi nombre es Camus Diamond. Seré su profesor por este año, así que espero y podamos llevarnos bien - dijo serio.

Alumnos: ¡Hola profesor Camus! - respondieron mientras se ponían de pie cómo si de soldados fueran al ver la seriedad de su nuevo maestro.

Aioros: wow... - susurró asombrado, para después ver a Camus - bueno Camus te dejo todo en tus manos, vamos - le pidió al pelinegro mientras se lo llevaba Camus fue a cerrar la puerta, y después vio el rostro de todos los niños, vio a dos rostros familiares entre sus pequeños aprendices.

Camus: Hyoga, Isaac - pensó sorprendido al ver a ambos niños viéndolo con algo de miedo. Algo llamó su atención y fue ver a una pequeña rubia levantado su mano.

Xx: ¿Puedo hablar profesor? - pregunto.

Camus: ¿Eh?, Claro - dijo mientras veía a la niña ponerse de pie - ¿Cuál es tú nombre? - pregunto.

Xx: mi nombre es Flear de Polaris - dijo ella.

Camus: bueno Flear, ¿Que quieres decir? - pregunto.

Flear: propongo hacer un juego para poder presentarnos todos - dijo ella sonriendo.

Camus: em... ¿Buena idea? - pregunto nervioso - ¿Juego?, ¿Cómo cuál?, ¿Quemados?, Aunque no creo que me dejen utilizar mis poderes aquí - pensó para después ver a una niña de cabello naranja llevarle una pelota, la reconoció al instante - ¿Sinmore? - se pregunto nervioso.

Sinmore: jugaremos la papa caliente, él juego consiste en que usted hará ruido con el marcador en la pizarra mientras la pelota pasa por las manos de todos. Y cuando usted se detenga al que le quede tendrá que ponerse de pie y presentarse frente a todos y así se hará hasta que todos se presenten - indico ella.

Camus: uh, a... De acuerdo - dijo mientras se dirigía al pizarrón y comenzaba a hacer lo pedido. Y así comenzó él juego.

Con los mayores.

Aioros: bueno, aquí está, primero "B" - dijo pero antes de entrar se dirigió al mayor - ¿Cómo te llamas? - pregunto.

Saga: ¿m-mi nombre? - pregunto nervioso mientras él otro asintió - mi nombre es Saga Diamond, es un gusto.

Aioros: es un gusto Saga, me alegra mucho saber que tú y tú hermano serán mis compañeros de trabajo, Cómo habrás escuchado mi nombre es Aioros, soy el profesor de segundo "A" por si algún día necesitas ayuda estoy a tu servicio - le indico para después entrar al salón mientras Saga no pudo evitar saltar un poco emocionado. Jamás se espero encontrar a Aioros en aquel lugar.

En él hospital.

Nueve en punto de la mañana.

Milo por su parte ingresaba de nuevo al hospital para seguir con sus prácticas, tenía que ir directamente con Shijima pero se desvío en búsqueda de sus progenitores. Se fue directamente hacia él consultorio de su madre y tocó la puerta. Cuando escuchó el pase entro.

Milo: ¿Mamá? - pregunto mientras entraba.

Mystoria: hola cariño - dijo mientras se ponía de pie para después acercarse a su pequeña bendición para después dejarle un beso en la frente.

Milo: te vez terrible - comento al ver las ojeras de su progenitor.

Mystoria: ni lo digas, no pudimos dormir tuvimos una emergencia en el quirófano. Nueve horas en una operación de vida y muerte - indicó.

Milo: hm... ¿Cómo está papá? - pregunto.

Mystoria: en la cafetería con Shijima - respondió mientras veía a Milo, pero vio algo que no le gustó por lo cuál serio pregunto - ¿Qué te paso? - pregunto de brazos cruzados.

Milo: ¿Eh? - pregunto mientras veía a su madre él cuál se acercó y tomó sus dos brazos para enseñarle que los tenía marcados, con señales de forcejeó, Milo recordó lo que había sucedido en la noche en el parque - em...

Mystoria: Qué pasó hijo ¿quien te hizo esto? - pregunto - lo mejor será que me lo digas a mi ahora antes de que tú padre te vea, sabes muy bien que con él la cosa no se va a poner bonita - le indico.

Milo: es que salí un rato al parque que estar cerca de la casa anoche, estaba aburrido y unos tipos intentaron hacerme daño - reveló.

Mystoria: ¡¿Qué?!, ¿Cómo que intentaron hacerte daño?, ¿estás herido?, ¿Te hicieron algo?, ¿Quienes fueron los infelices atrevidos esos? - pregunto.

Milo: tranquilo estoy bien, otro chico apareció y me defendió.

Mystoria: ya te habíamos dicho que no nos gusta que salgas de noche sólo Milo. Recuerda qué eres doncel y uno muy atractivo por cierto cualquiera trataría de lastimarte - le regaño.

Milo: si ya lo sé y lo siento pero no pude evitarlo - le dijo.

Mystoria: aún así no te vas a salvar de la regañada que tú padre te va a dar por desobediente.

Milo: si ya lo sé - dijo sonriendo. Mientras veía a su madre negar, ya estaba acostumbrado a que sus padres lo sobreprotegieran demasiado al ser hijo único, pero según le había comentado Shijima también influia mucho el hecho de que cuándo era pequeño también estuvieron a punto de perderlo.

Continuará...

Camus: Él príncipe de los hielosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora