Amaranto - Inmortalidad

C068 - Juicio

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❝Datos incontrolables.❞

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Una vez que Yan Shihua se enteró de que Han Suyun aún podía salvarse, podría decirse que estaba muy animado y lleno de vitalidad. Sólo después de que volviera lentamente en sí, preguntó: ―Gran Inmortal Qi, ¿qué cuenta como un cadáver femenino legal? 

Conseguir un cuerpo era fácil; se podía encontrar uno a través de varios canales. Aquellos cadáveres no reclamados en los depósitos de cadáveres serían enviados para ser incinerados después de cierto tiempo. Incluso podría utilizar un poco sus contactos y traer uno, y arreglar una nueva identidad para él. Esta operación no afectaría a nadie, pero era un poco exagerado insistir en que era legal...

―No me llames Gran Inmortal Qi. ―Qi Baicha hizo una pausa: ―Mientras no vayas a cavar tumbas, está bien. ―La ley de la humanidad nunca fue aplicable a este tipo de cosas como reencarnar a alguien en el cadáver de otra persona en primer lugar.

La ley de la que hablaba era la ley del mundo, no la ley de la humanidad.

Por lo general, reencarnar a alguien en el cadáver de otra persona no estaba permitido. El enviado divino enviado por el Sistema del Rey Dios traería un nuevo cuerpo; no utilizarían el cuerpo de ninguna persona. La mayoría de las veces, los que necesitaban reencarnar a alguien en el cadáver de otra persona no lo hacían por medios formales. O bien, usaban el método de la confiscación, que utilizaba el cuerpo de una persona viva. Al hacerlo, se exprimía el alma del propietario original del cuerpo, dañando un alma viva. Incluso si el que se utilizaba era el cuerpo de una persona muerta, el alma del cadáver solía ser de origen desconocido, y seguía siendo el objetivo de ataque de los dioses. Además de ser un intento inútil de ir contra los cielos, era algo que no estaba permitido por la ley.

Pero Han Suyun no se encontraba en esta situación. Si su destino lo hubiera querido, Qi Baicha tampoco tendría la capacidad de salvar a alguien cuyo destino hubiera llegado a sus límites. Pero ser asesinada por Yun Qianxi no era su destino original; se suponía que la vida de Han Suyun no debía ser cortada. Su renacimiento cumplió con la voluntad del cielo. Sólo entonces Qi Baicha pudo resucitarla.

Esto estaba dentro de la ley y se definía como 'legal' para los dioses.

Yan Shihua respiró aliviado: ―Eso es fácil de hacer.

Qi Baicha asintió y se dispuso a irse. El asunto de Yun Qianxi ya se había resuelto; era hora de que ellos también se fueran a casa.

Yan Shihua lo siguió: ―Los enviaré a los dos.

Un humano y dos dioses se levantaron, saliendo del estudio. Qi Baicha salió del estudio y se dio cuenta de que había un botón caído en el suelo.

Hizo la vista gorda y continuó caminando.

Yan Shihua los acompañó hasta las puertas, inclinándose mientras decía: ―Muchas gracias por su gran amabilidad. Pueden estar tranquilos; definitivamente no diré nada sobre el asunto de hoy.

No investigó cuáles eran exactamente las identidades de Qi Baicha y Qi Ye, a pesar de que tenían una gran destreza mágica. Como humano, ya había aprendido a contener su curiosidad, a no preguntar más si no debía hacerlo.

Suyun podía volver a la vida; no había nada más que pudiera pedir.

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La próxima vez que Qi Baicha fue a la escuela, la actitud de Yan Yuecen dio un giro de 180 grados.

Desde que empezó su tercer año, las notas de Yan Yuecen habían ido mejorando, pero su actitud hacia las clases no era muy concienzuda: escuchaba las conferencias de los profesores famosos del Sistema de Estudiantes Top; por supuesto, no necesitaba tener en cuenta los conocimientos de las clases de la escuela. A ojos de sus compañeros, ni siquiera estudiaba mucho, pero sus notas mejoraban a pasos agigantados.