NO PUEDE SER REAL.

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Vamos, en serio, solo piénsalo ¿Cuántas personas conoces que hallan practicado ballet? -Ehm... todas mis compañeras del estudio de danza... Para empezar... -Sabes a lo que me refiero, contesto mientras ponía los ojos en blanco. Ya no estaba segura que fuera una simple broma, Ariadna siempre la llama Mary Sue, al principio no le tomo importancia, pero con el paso del tiempo notaba cambios significativos en su "amiga".

Fuimos al brunch, después de compras y por último por unos tragos, todo eso lo recordaba, pero ¿de dónde venía esa luz infernalmente blanca e intensa? ¿Su cama siempre había sido así de suave y cómoda? -No me pienso levantar, se dijo así misma mientras se volvía a enredar en las cobijas suaves y cálidas que la arropaban, pero algo definitivamente estaba mal, todo en su interior se puso en alerta, sus músculos se tensaron, pero hasta eso era extraño, se sentía ligeramente mas débil, pequeña... ¿Tanto se habían pasado de copas anoche? No se parecía a ninguna resaca que hubiera experimentado antes y para empeorar las cosas, justo en ese momento escucho que la puerta de su habitación se abría. Había llegado el momento, no importa que tan mal se sintiera, tenía que actuar, esperar a que se acerque y aprovechar cualquier oportunidad que se presentara.

- ¿Qué sucede?, se que no es como lo había imaginado, pero si no esta lista el duque se va a enojar y usted sabe cómo actúa cuando no esta complacido, por favor señorita es mejor acabar con esto de una vez. Estaba tan atónita que no supo que responder, la persona frente a ella era una mujer mayor, de aspecto firme y estricto, se había preparado para todo, menos para esto... 

- ¿El duque? Disculpe, no estoy segura de que esta pasando... - No es momento para bromas, nunca ha sido del tipo que parloteé mucho, no pierda más tiempo y apresúrese, todo está listo, la ayudare a prepararse, contesto la mujer mientras tironeaba de ella del brazo, ¿Cómo es que esta mujer con una apariencia tan fragil podía moverla con tanta facilidad?

Un ejercito de mujeres con ropas extrañas, estaba frente a ella, algunas con toallas otras con frascos y las ultimas con lo que parecía un vestido... '¿eso es un vestido de novia? ¿Qué dijo la anciana hace un momento? "Acabar con esto de una vez"' - ¿Q- qué está sucediendo?, ¿q-qu- que ocurre? Dijo con una voz tan temblorosa que apenas se podía entender. -Oh señorita, ese habito suyo, si tal vez mi señorita no hubiera nacido con esa horrible discapacidad podría haber tenido un mejor arreglo matrimonial... '¿Arreglo matrimonial?!!!!!! ¡De que estaba hablando esa mujer!' -N -no, no entien.... Antes de poder terminar alguien interrumpió abruptamente en la habitación, un hombre mayor, de rostro severo y cruel se acerco a pasos agigantados, todas las criadas de la habitación bajaron respetuosamente sus rostros, no tuvo tiempo de reaccionar antes de recibir un fuerte golpe en el rostro, ahí estaba ella, una vez mas en el suelo, impotente y con la mente confusa, '¿Qué sucede? ¿Dondé estoy? ¿Quién es este tipo? ¿Él es mi "futuro esposo"?', todas esas preguntas se arremolinaban en su cabeza a una velocidad tan rápida que se sintió mareada. - ¿Por qué aun no estas lista? ¿Será posible que ni esto puedas hacer bien? Eres una inútil, siempre lo has sido, una vergüenza, una mancha en mi estirpe, pero eso acaba hoy, mas te vale cumplir bien con tus obligaciones y no avergonzarme una vez más, Entendiste. Escupió mientras la sujetaba fuertemente del cabello y arremetía contra su costado con el bastón que traía en la otra mano; buscaba su ventana de oportunidad, sabia que hacer, aun cuando su cuerpo se sintiera extraño sabía exactamente que hacer, mientras se preparaba para defenderse un reflejo extraño frente a ella la detuvo...

Un escalofrió recorrió su espalda, detrás del hombre que la sujetaba estaba un espejo que no había notado con toda la conmoción en la que se había sumergido desde que abrió los ojos. Las pocas fuerzas que aun conservaba la abandonaron por completo, antes de caer completamente al suelo presa del desmayo causado por la impresión alcanzo a escuchar las ordenes del hombre llamando a un sacerdote. 

Cliche de reencarnación/ BAJO EL ROBLEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora