Su boca estaba seca, se acerco con cuidado hasta el lecho donde se encontraba Medea. No entendía que estaba pasando, ¿Por qué? Se preguntó, trataba de dar sentido a lo que veía, pero era inútil.
***
-Riftan- lloriqueo, estaba asustada y acababan de sacar a su esposo de la habitación.
-No puede estar aquí cariño, todo va a estar bien- la comadrona intento tranquilizarla, entre ella y Rudis la pusieron de cuclillas.
Medea obedeció, sabia que esta era una buena forma dar a luz, era la postura mas natural, las contracciones se volvieron cada vez más frecuentes y la comadrona empezó a masajear su vientre.
-Tienes que relajarte cariño, respira- repetía para tranquilizarla, pero era inútil.
-Va a acabar pronto, estas coronando, vamos, puja- indicaba la mujer. -Eres muy valiente, sabia que esas caderas facilitarían el parto, -continúo emocionada.
- ¡Oh dios! -exclamo Rudis, tomo al bebé entre sus brazos y lo llevo a la tina que habían preparado con anticipación para limpiarlo.
-Lo hiciste muy bien, -la palmeo la anciana. -Es un niño muy sano.
Agnes se acerco a Medea para ayudarla a incorporase, estaba demasiado adolorida, no creía ser capaz de dar más de dos pasos, sin embargo, algo llamo la atención de la comadrona.
-Querida- dijo tocando nuevamente el vientre de Medea. -No ha terminado -se disculpó.
Rudis termino de limpiar y arropar al bebé, estaba por presentarlo ante la madre cuando escucho a la partera.
-Necesitamos mas agua y paños limpios- ordeno. Rudis puso al recién nacido en la cama y salió en seguida.
-Esta de nalgas cariño, tenemos que acomodarlo, tienes que ser fuerte- No podía creer que en todo este tiempo no se hubiera dado cuenta que había dos 'crias' en su vientre, no podía perder tiempo, empezó a masajear y a acomodar la posición para facilitar el parto.
Agnes se sentó con Medea entre sus brazos apoyada en una silla especial que se usaba para los partos, no la habían usado la primera vez, pero la partera le dio la instrucción de acomodarla ahí.
-Todo va a estar bien- animo a la asustada madre. -todo va a estar bien.
La comadrona unto mas aceite sobre el vientre de Medea y presionaba con fuerza, Rudis entro a la habitación seguida por mas mujeres, vaciaron las cubetas con agua y limpiaban a la ensangrentada mujer.
De pronto, la horrible presión cedió, sintió que podía respirar nuevamente, se sentía entumida, sus ojos se cerraban, ya no sentía dolor, sentía que el sueño se apoderaba de ella.
-No te duermas cariño- hablo la matrona, palmeando ligeramente su rostro. -Tienes que volver a pujar, vamos, se fuerte. -Le indico a la princesa que la levantara de la silla y la pusiera nuevamente en cuclillas.
-Así, muy bien- la mujer que había llegado con la partera ayudo a la princesa a acomodar a Medea en la posición deseada, Medea se sentía como una marioneta, solo quería que la dejaran dormir, intento soltarse del agarre de Agnes, pero no pudo mover un dedo.
-Cariño, -hablo la anciana. -Mírame, concéntrate, tu puedes, ya esta saliendo, puja, solo una vez más, vamos, tú puedes.
***
Agnes cargo el cuerpo de Medea y lo introdujo en la tina. Pronto el agua limpia y clara se tiño de rojo.
-Maga- la anciana llamo la atención de la princesa que se encontraba aturdida. -rápido- Agnes siguió con la mirada la mano de la mujer. -Aquí rápido, tu magia.
Un par de costillas rotas, era lo que estaba indicando la partera, se rompieron al momento de acomodar la postura del bebé, Agnes no perdió tiempo, dejo fluir su maná, habría restaurado por completo la salud de su amiga, pero la anciana se lo impidió.
-Hay cosas en las que la magia no debe intervenir y esta es una de esas.
Agnes estaba empeñada, pero temió hacer mas daño que bien.
***
Ruth entro detrás de Riftan, quien no se había movido de su posición, seguía luchando por comprender lo que estaba viendo.
- ¿Rif? -La voz débil de Medea lo llamó, se había quedado inmóvil por mucho tiempo.
- ¡Hombres! - se mofo la anciana, palmeo al caballero en el brazo y lo insto a acercarse a su mujer.
Agnes tenia en brazos un bulto apretado y Medea cargaba otro, no entendía por que cada mujer cargaba uno.
- ¡Eran dos! -exclamo asustado Ruth, quien no perdió el tiempo y olvidando por un momento su animadversión por la princesa se acerco a ella para ver mas de cerca al recién nacido.
Rudis y el sequito que la acompañaban habían terminado de limpiar todo y salieron respetuosas de la habitación.
Riftan se acerco a la cama, Medea se veía hermosa a sus ojos y le sonreía.
-Saluda a tu papá- dijo destapando un poco el rostro del bebé que tenia en sus brazos.
Las emociones se acumularon en su pecho, 'Soy padre' se dijo, beso en la frente a Medea, la amaba, no creyó ser capaz de amarla mas de lo que ya lo hacía y aun asi, en este momento la amaba aún más. Agnes se acerco a ellos y entrego al segundo al caballero. Ella y Ruth salieron de la habitación para darles un momento a la pareja, antes de cruzar la puerta la princesa vio a la pareja, se veían felices y eso era suficiente.
***
-De ninguna manera- hizo énfasis en cada palabra. -Ni se te ocurra- Amenazó.
Riftan estaba confundido, no creyó que Medea se tomara tan mal la noticia de la nodriza, el solo quería ayudar con la carga, pero ahora su esposa estaba tan furiosa que lo corrió de la habitación.
- ¿Estas segura? - pregunto Agnes. -Son dos, tal vez no sea mala idea, ¿No crees? – no entendía por que Medea estaba tan renuente a la idea de la nodriza, tal vez era algo de su mundo, pensó.
-No quiero, eso es todo. -Respondió sin más, odiaba mucho la idea de que alguien mas se hiciera cargo de sus hijos, porque nadie parecía entenderla.
-Si eso es lo que quieres esta bien- concedió la princesa, aun sin comprender del todo su postura.
La observo paciente, le parecía increíble que la misma mujer que había yacido prácticamente inconsciente sobre su regazo estuviera lista para dar pelea solo un día después.
***
- ¿Has pensado en un nombre? -preguntó Medea, debido a la costumbre, que a su vez estaba fundada en la superstición a los recién nacidos no se les daba un nombre si no hasta un año después, así que para tal celebración ofrecerían un banquete.
- ¿tu? -respondió con una pregunta para evitar responder.
-Barnett, como mi padre- no titubeo.
En el pasado, escucharla hablar de 'su mundo' o sus padres lo hacia sentir ansioso, odiaba pensar que en cualquier momento podría abandonarlo, pero ya no, sus temores se habian ido, una paz que nunca habia experimentado habitaba en el.
-Evan- susurro Riftan, era el nombre del comandante que lo recluto, la persona que le dio la oportunidad de unirse a los caballeros Remdragon, recordó, si no fuera por él, jamás habría tenido la oportunidad de casarse con ella.
-Barnett y Evan- repitió Medea.
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Cliche de reencarnación/ BAJO EL ROBLE
Fanfiction¿Que sucedería si un día despiertas en esa novela que tanto te apasiono? Sabemos que es un cliche, pero, has pensado en lo dificil que sería reencarnar en un mundo donde no exite el internet, celulares y todas esas cosa que das por hecho hoy en día...