21.- UN NUEVO MIEMBRO

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En el transcurso de unas semanas había logrado mejorar en su manejo de la espada, estaba feliz, además mando a hacer ropa para la batalla, había mandado a hacer unos pantalones cómodos, camisas y chalecos apropiados para el viaje, sabía que se iba a enfrentar a varios obstáculos en su camino al norte del continente, era mejor estar preparada, usar una armadura pesada estaba fuera de discusión lo intento pero no logro acostumbrarse, se sentía limitada, en cambio Riftan le proporciono unas pieles de algún monstruo que no recordaba para hacerse las protecciones necesarias, era suave pero muy resistente, sus armas eran la espada, con la que ahora ya se había familiarizado lo suficiente y su arco, esto le tranquilizaba, Riftan no había sido condescendiente con su entrenamiento, Uslin se encargo de evaluarla ya que no confiaba del todo en el, eso le causo gracia a 'Max' sabía que Uslin era un gran amigo de la princesa y que no era su mayor fan, sin embargo su antipatía fue mermando con el paso del tiempo.

-Señora, el agua para su baño esta lista, ¿ya escogió el vestido que piensa usar? - Rudis la saco de sus divagaciones, -Gracias, si el vestido rojo con apliques dorados. Vamos a esmerarnos para la cena de esta noche.

Rudis que se empeñaba porque su señora recogiera su cabello entendió que había perdido esa batalla cuando 'Max' le dijo que a Riftan le gustaba verla con cabello suelto, pero en esta ocasión 'Max' le pidió que le recogiera el cabello, había escogido una tiara delicada con incrustaciones de perlas, de los muchos accesorios que su señor le había regalado. Su señora era muy hermosa, a veces sentía estar jugando con una muñeca, tenía un cariño especial por 'Max', termino arreglar su vestido y colocar las joyas que había escogido su señora, antes de dirigirse al salón.

-Rudis, puedes tomarte el resto de la tarde, -le dijo Max, en agradecimiento por su servicio. – Mi cabello se ve hermoso gracias a tu trabajo duro. -Max tenia este tipo de atenciones con ella y con todos en el castillo, habría jurado que aun si sus señores caían en desgracia, muchos los seguirían por el profundo aprecio y respeto que sentían por ellos.

Entro al ruidoso salón esperando que Riftan ya estuviera ahí, en cuanto puso un pie dentro las voces que reinaban hasta hacia un momento callaron, todos los caballeros presentes la observaban, desde que se entrego por completo a sus tareas había pasado poco tiempo con ellos y cuando los veía estaba en ropas más sencillas porque se encontraba haciendo alguna labor o entrenando, casi habían olvidado que era la delicada hija de un duque.

- Te ves hermosa, le dijo Riftan en cuanto estuvo a su lado para escoltarla hasta su lugar, aun de pie hizo el anuncio que tanto había estado esperando. – A partir de hoy, Maximiliam Calypse, mi esposa, es un miembro oficial de los caballeros Remdragon, la Torre mundial ha enviado la aprobación. -La sorpresa fue evidente en el rostro de los caballeros, no es que no lo esperaran, pero la torre ya se había negado a enviar a un mago en el pasado debido a la presencia de Ruth en sus filas. Los aplausos y felicitaciones no se hicieron esperar, estaban felices.

Bebida y comida no hizo falta, muchos de ellos partían al día siguiente rumbo a la capital y no iban a tener la oportunidad de una comida tan basta como la de esta noche, pero ninguno se quejó, el ambiente en general era de celebración.

-No me habías dicho que ya había llegado la orden, -dijo 'Max' cuando por fin se sentó, la habían estado felicitando y brindando con ella antes de poder acomodarse cómodamente en su lugar, -Era una sorpresa, es la ultima vez en mucho tiempo que vamos a estar reunidos todos, -contesto Riftan mientras llenaba su copa. -Por un momento pensé en romper la aprobación, -continuo sin inmutarse, 'Max' lo estaba viendo con la boca abierta. - ¡Riftan!, -estaba sorprendida, pero sabia que era cierto, sonrió y tomo con fuerza su mano. -Todo va a salir bien. -dijo con confianza.

Riftan y ella se despidieron temprano, ambos estaban ansiosos por volver a su habitación, en los últimos días ambos habían estado muy ocupados con sus tareas, esta era la primera noche que tenían libre. Apenas cruzaron la puerta Riftan se abalanzo sobre ella. -No podía esperar hasta estar solos, -dijo al tiempo que la besaba, el escote en su vestido era una invitación para él, -te veas realmente hermosa.

En momentos así odiaba esos vestidos, era difícil quitarlos, estaba tan desesperada como el, una vez despojada del vestido quedo en su delicada túnica interior, Riftan ya se había retirado su armadura y el resto de ropa por igual. La tomo en sus brazos y la llevo hasta la cama, 'Max' se incorporo y lo tomo del cuello, no era tímida en su deseo por el, Riftan se volvía loco al sentir sus movimientos, se hundió en su piel, cuando sintió su humedad su ansiedad por poseerla aumento hasta el punto de resultar doloroso, se sentía como un animal sin control.

La tomo de las caderas y se acomodó justo en su entrada, -Por favor, -suplico 'Max', su dulce rostro estaba sonrojado, sus ojos estaban concentrados en el y sus movimientos, elevo sus caderas para acercarse tanto como le fuera posible, -por favor, no lo soporto más, te necesito. –escuchar sus suplicas lo enloqueció, con un solo movimiento entro en ella, su Vaivén la enloquecía, su rostro cincelado estaba tenso no quería dejarse llevar tan pronto, quería sentirlo aun mas cerca de ella, envolvió sus piernas alrededor de su cintura y con fuerza cambio de lugar con él, ahora era ella quien lo sometía, Riftan no opuso resistencia, amaba verla sobre el como si estuviera cabalgando, su cabello suelto sobre su rostro y cayendo sobre el era una visión que atesoraba. 'Max' se inclino para besarlo, recorría su perfecto abdomen con los dedos, cerro los ojos y continuo moviendo sus caderas, se fundían en como uno solo. Sus cuerpos temblaron al mismo tiempo, pero estaban lejos de estar satisfechos. 

El aire fresco entraba por el balcón, Riftan no lo dudo, la tomo entre sus brazos y se dirigió hacia allí, la tenue luz de la luna menguante era todo el velo que necesitaban. Antes de estar completamente preparado para volver a tomarla engullo la suavidad de sus pechos, pudo sentir como reaccionaban a su toque, 'Max' desenredo sus piernas que estaban fuertemente sujetas a su cintura, temblaba con anticipación, le ofreció su espalda y Riftan no pudo resistirlo más, la tomo por detrás mientras besaba el la piel expuesta ante el, sus manos recorrían inquietas su cuerpo, sus movimientos se sincronizaron, los gemidos que escapaban de ambos solo avivaban la pasión que sentían uno por el otro, 'Max' se apartó ligeramente de él y se volteo, quería verlo, Riftan paso sus brazos por debajo de su rodillas y la apoyo sobre el barandal, 'Max' se dejó mecer a voluntad mientras se abrazaba a su cuello, con cada embiste lo sentía aún más profundamente, arqueó la espalda, podía sentir los espasmos acercándose, Riftan acelero el ritmo, hasta que sintió las paredes interiores de 'Max' moviéndose involuntariamente contra él. Los sonidos guturales de Riftan llenaban sus oídos, Riftan casi se derrumbó sobre ella después de alcanzar el éxtasis, termino de rodillas, abrazado a su cintura, las piernas de 'Max' temblaban, apenas podía mantenerse en pie, se quedaron un momento en esas posiciones hasta que recuperaron el aliento. Riftan la ayudo a llegar a la cama, ambos se sentían agotados, los ojos de 'Max' se cerraban por el agotamiento, no supo en qué momento se quedó profundamente dormida.

Cuando por fin despertó, se apresuró a vestirse, tenía que supervisar que las provisiones estuvieran listas para la hora de partida. Bajo apresuradamente solo para encontrarse con un muy sonriente Riftan en las escaleras, -Pensé que seguirías dormida, -dijo mientras depositaba un dulce beso en su mejilla, -Hoy sale la primer comitiva, tengo que supervisar que todo este listo. -Está hecho, Rodrigo ya reviso la lista de víveres, Ruth superviso el conteo de pociones y el resto de provisiones, yo me asegure que todo este listo antes de la partida, no tienes nada de que preocuparte, podrías seguir descansando si quisieras. La sonrisa no podía borrase de sus labios, sabía que su esposa era dedicada a sus tareas, y que difícilmente se quedaría en cama cuando había tanto que hacer, por eso se aseguro de que todo estuviera listo antes de que estuviera despierta.

Salieron a despedir a los caballeros en la entrada, Riftan se acercó a Sir Ricaido Uslin para darle unas ultimas indicaciones era él quien iría al frente de sus hombres en esta ocasión. Partieron poco después del amanecer. Era el inicio de los sucesos que marcaríanla historia que ahora ya no recordaba, un presentimiento angustioso se apodero de 'Max'.

Cliche de reencarnación/ BAJO EL ROBLEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora