30.- CASTIGO

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Riftan no acepto un 'no' por respuesta, ya había dado una orden y esperaba que lo obedeciera, 'Max' sabía que debía hacerlo, sin embargo la postura irreflexiva de Riftan la molestaba. Regreso antes de que terminara esa misma semana junto a los hombres que dirigía la princesa.

No tardaron mucho en encontrar la ciudad subterránea de los monstruos, una de las ultimas cosas que hizo 'Max' antes de irse fue provocar un ligero temblor con la fuerza suficiente para que después del derrumbe pudieran dar con la ciudad escondida bajo sus pies. El descubrimiento los dejo perplejos, si ya era bastante haber descubierto los cuerpos enterrados con la intención de que los atacaran como no muertos, saber que los habían guiado hasta una trampa mortal los dejo helados. Los caballeros santos se encargaron de penetrar en la ciudad subterránea para inspeccionar y definir si estaban aun en peligro. 

Los escritos encontrados indicaban que una ciudad aun mas grande los esperaba más al norte del continente, una lucha que amenazaba con ser mas violenta y dura se aproximaba, pero por el momento habían ganado esta batalla.

La estadía en el palacio de la princesa era agradable, a diferencia de dormir en una tienda, tenía una amplia habitación, una cama que se sentía como nubes amohinadas y personal a su servicio para atender sus necesidades. Sentada frente a la ventana que daba al jardín trasero del palacio de la princesa pensaba en lo caro que sería tener algo ligeramente parecido en su mundo, el enganche de su pequeño departamento había costado casi un año de su sueldo, algo que no habría podido hacer sin la ayuda de sus padres, vivía en el centro de una gran ciudad, pero ni de broma podría pagar ese tipo de atenciones, vivía sola y había ocasiones en las que solo llegaba a dormir, los fines de semana que no salía con sus amigas o en una cita aprovechaba para limpiar, no tenía demasiadas cosas, contaba con un servicio de lavandería proporcionado por la empresa y la mayoría de las veces comía fuera, en sus planes futuros estaba el comprarse un vehículo, seguía sin decidirse por una moto o un carro, sonrío al pensar en lo que Riftan pensaria si la viera en una moto, sumergida como estaba en sus recuerdos y planes pasados no noto cuando la princesa toco y entro a su habitación.

-No sé en qué estás pensando, pero, te ves feliz. -comento la princesa divertida mientras 'Max' salió de su ensoñación. -Princesa, -dijo al tiempo que se levantaba para saludar, -no te escuche entrar. Agnes había insistido en que la tuteara desde antes que regresaran del campo de batalla.

-Solo pase a saludar y pedirte que me acompañes a un pequeño paseo. -Salieron de la habitación y se dirigieron al jardín trasero del palacio.

-Mi padre mando construir mi residencia lo mas alejada posible del palacio principal y del control de la iglesia para no tener que lidiar con sus juicios innecesarios y poder ejercer mi magia sin tantas restricciones, es difícil vivir bajo el constante escrutinio de todos. -Comento la princesa mientras caminaba tomada del brazo de 'Max', era inconcebible lo limitadas que estaban las personas cuando tenían que someterse a una autoridad tan anticuada y poco flexible como la iglesia.

-Lo siento Agnes, no me imagino lo difícil que debe ser...-

-no te preocupes, si te lo comente es para que tu también te sientas tranquila, en este palacio estamos seguras y a salvo de miradas indiscretas, -dijo la princesa al tiempo que le guiñaba un ojo. -Aun mucho mas importante, mi padre quiere darte...

No pudo terminar de hablar, 'Max' se desvaneció casi al instante y tuvo que pedir ayuda.

***

Riftan cruzo como un rayo la estancia de la residencia de la princesa, a penas termino de dar el ultimo informe al Rey y salió sin perder tiempo rumbo a la habitación donde estaba 'Max' entro casi partiendo la puerta, la princesa se encontraba a su lado tomando su mano, parecía no haber dormido bien, Ruth con mucho pesar estaba trabajando en conjunto con el mago real, quien estaba a cargo de la salud de su esposa. En cuanto entro fue la princesa la primera que lo saludo.

-Riftan, por favor...

¿Por qué tiene una mordaza?, -grito Riftan en cuanto se acerco a 'Max', - ¿Qué hace 'eso' aquí? Señalo al animal que estaba postrado a un lado de la cama de su esposa.

-Sir, su esposa tenia mucho dolor y no dejaba de morderse los labios al punto de sangrárselos, teníamos que impedir que se siguiera haciendo daño, -explico un muy cansado Ruth. -Y el lobo la siguió hasta aquí, usted mismo fue testigo de que la señora cumplió con su palabra y lo dejo en el campamento. Llego hace una semana, directo aquí, ataco a todo aquel que intento detenerlo y desde que llego no se ha movido de su lado.

Lo cierto es que a Riftan no podía importarle menos el animal, solo fue parte de la conmoción. Tomo el lugar de la princesa y pidió un informe de lo que había sucedido.

-Estábamos en el jardín, dando un paseo, no hubo nada antes de eso que indicara que se encontraba delicada de salud, estuvimos caminando por unos minutos y al siguiente instante se desvaneció, solo recupera un poco el conocimiento cuando empieza la fiebre alta y el dolor, su respiración se agita y empieza a morderse los labios con tanta fuerza que no tuvimos mas remedio que poner la mordaza para que no se siguiera haciendo daño. -Agnes le conto con detalle todo lo que sabia, 'Max' tenía dos semanas sin despertar, no había nada que indicara que había ocurrido, los médicos, magos y hasta los sacerdotes que habían venido no se explicaban que había pasado.

Agnes y el mago real salieron, solo Ruth pidió un momento para hablar a solas con Riftan.

-Le pedí a mi tío que viniera, desembarco hace un par de días, no debe tardar en llegar, es un hombre muy sabio, si alguien puede ayudarla es él, es uno de los pocos que saben de la regresión, -esta última palabra la había casi susurrado, no se quería arriesgar a que alguien mas escuchara. Riftan solo asintió, tomo la mano de 'Max' y la apretó con fuerza.

***

El dolor que sentía era tan inmenso que no podría ni empezar a describirlo. Se sentía sumergida en un vacío, ¿Dónde estoy?, se preguntaba una y otra vez, no parecía haber nadie mas con ella, solo la soledad y el dolor, ¿Cuánto tiempo llevo aquí?, otra pregunta sin respuesta. Poco a poco fue sintiendo su cuerpo, sus manos, su cara, sus pies, era una experiencia surrealista, ¿Qué esta pasando? De pronto sintió como si hubiera llegado a un lugar, no sabia donde estaba, pero si a donde debía ir, sabía que llegaba tarde, pero ¿a qué?

Abrió la puerta y vio a una chica llorando en su habitación, 'Pp-por fav-vvor, dd-dios, por favor' suplicaba mientras apretaba fuertemente las manos. 'Ttt- te l-lo ss-suplic-cco'. La desesperación de la joven la angustio, que estaba pasando, ¿quién es ella? –'¿Estas bien?'- Que pregunta tan estúpida, se dijo a si misma inmediatamente después, claro que no esta bien. '¿Te puedo ayudar en algo?', pero la chica no contesto, era casi como si no la viera. Se acerco tanto como pudo y cuando estaba a punto de tocar su cabello una inmensa luz la encegueció.

Cuando pudo abrir los ojos una vez mas estaban en otro lugar, no estaba segura de donde, pero sabia que no era el mismo lugar del principio. Había dos personas tomando la mano de otra chica. 'Cariño, no te rindas' 'Por favor dios, por favor, es tan pequeña' ¿Qué mierda esta pasando? Se sentía nuevamente angustiada, ¿Quiénes son estas personas? ¿Dónde estoy? ¿Qué esta pasando?

Nuevamente estaba en otro lugar, las dos personas de antes sonreían, 'cariño, baja el desayuno esta listo'. Casi involuntariamente giro su cabeza en torno a donde se dirigía la voz, subió las escaleras y abrió otra puerta, ¿Esa no era la primera chica? Algo en su interior se aceleró, la chica estaba frente a un espejo, pero las imágenes no coincidían.

La chica del espejo peinaba su cabello con tranquilidad, mientras revisaba distraídamente una pantalla pequeña, parecía feliz, cuando de repente cubrió su boca para no gritar. –'Tú'- dijo al fin. A la recién llegada le costo trabajo entender que la chica del espejo le hablaba a ella, -'Tú' repitió mientras la señalaba, -'Yo no quise' dijo aterrada, la veía como si fuera un fantasma. –'no sé qué sucedió, solo desperté aquí... yo no quería... no fue mi intención robar tu vida'

Regreso al vacío inicial, ¿Qué paso? ¿de que hablaba esa chica? ¿Por qué el rostro que se veía reflejado en el espejo no era el mismo? Dentro de lo que llamo 'El vacío' el dolor regreso, 'Lo siento, en verdad lo siento' escucho una débil voz a lo lejos y la siguió, entro nuevamente a la habitación de la chica del espejo, estaba nuevamente de rodillas con las manos unidas, pero esta vez pidiendo perdón.

-¿Qué sucede?, preguntó.

'No voy a volver' -fue todo lo que dijo la chica del espejo antes de que desapareciera. 

Cliche de reencarnación/ BAJO EL ROBLEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora