🍞Día 13: Contracciones🍞

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Siete meses y medio tenía y ya podía sentir los nervios de la pronta llegada de su retoño.

La fecha aproximada que le habían dado a la criatura rondaba entre el 14 y 31 de Agosto.

Viktor estaba ansioso. Revisaba todos los días que todo estuviese en orden, que no faltara nada de comida y que siempre tuviese el bolso con las cosas que necesitaría en caso de que el bebé se adelantara o llegara el momento de saludar al mundo.

Sería un extraño abuelito.

Yuuri lo disimulaba muy bien, pero también estaba ansioso. Después de todo, se trataba de su primer nieto.

Beka estaba muy pendiente de él y cada malestar que le surgiese. Se ponía alerta cada vez que se levantaba de la cama y lo seguía a todas partes, como un guardaespaldas.

Sería un papá un protector.

Esperaba que no exagerara.

Cuando cumplió los ocho meses, apenas y tomaba agua. No retenía mucho alimento, aunque daba su mayor esfuerzo. Se le empezaba a hacer complicado el caminar y pasaba mayor parte del tiempo dándose duchas ocasionales debido a la leche que salía de su busto levemente hinchado.

Los pies se le hinchaban y se quejaba con mayor frecuencia, por lo que era mucho más consentido que antes.

No se le estaba haciendo sencillo soportar todo y mucho menos teniendo en cuenta que estaba obligando a su pareja a cargarlo por todas partes, ya que apenas lograba moverse unos metros.

Se cansaba cada vez más y sus ganas de miccionar aumentaron también.

Los cambios de humor que no había experimentado al principio del embarazo, llegaron justo en ese momento, logrando desestabilizarlo aún más.

Yuuri estaba llegando a su límite mental y se culpaba por ello.

-...Lo lamento...—Había dicho mientras almorzaban—...Sé que estoy siendo un fastidio para ustedes y-

-...Soldado...—Lo interrumpió Otabek—...Tú no eres un fastidio...—Negó y tomó una de sus manos, llevándola hasta sus labios dejando un beso ahí—...Es normal que esté pasando todo esto, después de todo, falta poco para que nuestro bebé nazca...—Le sonrió, mostrándole aquel sexy hoyuelo que tanto le fascinaba.

-...Pero el cerdo se ve peor de lo que ya se veía...—Señaló al japonés. Este estaba desaliñado. Su pelo iba en varias direcciones, sus manos temblaban y sus ojos tenían visibles venas rojizas acompañando a las oscuras ojeras marcadas bajo estos—...Y todo es mi culpa...—Hizo una mueca.

-...Para nada...—Negó Viktor y acarició el duro pelo de su pareja—...Tampoco creas que es por esa razón que el tío Seung va a venir a ayudarnos.

-...¿Va a venir? —Parpadeó un par de veces, sorprendido—...¿Porqué o para qué?

-...Bueno, él sabe mucho de estas cosas...—El peli-plata rascó su nuca—...Aunque no lo parezca, si no hubiese sido patinador, hubiese ayudado a su madre que es partera. Incluso llegamos a pensar en la opción de que él trajera a nuestro nieto o nieta al mundo.

Claro, aún no sabían el sexo del bebé. Porque querían que fuera sorpresa hasta el nacimiento.

-...No me jodas...—Hizo una mueca.

-...No te preocupes...—Rió el ruso—...Él también opinó que era mejor ir con un profesional que con alguien que apenas y sabía que hacer.

Yurio suspiró aliviado.

-...¿Entonces para qué viene? —Ladeó el rostro.

-...Él será ayudante de mi Yuuri...—Besó la mejilla de su alterado esposo—...Así él podrá dormir. Creo que ya va a cumplir la semana sin sueño...—Hizo una ligera mueca.

-...¿Ven como si soy un fastidio? —Suspiró pesado y jugó con la gelatina frente a él.

-...No me refiero a eso, hijo...—Negó el ruso—...Yuuri mismo se hizo esto...—Suspiró también—...Está tan nervioso por todo que se descuida, es como si él fuese el que diera a luz...—Sonrió con un leve brillo en sus ojos—...Quizás, después de que nazca el bebé, tal vez intentemos darte un hermano, Yurio.

-...Genial, quizás demasiada información, pero no me vendría mal ver el martirio en el cerdo...—Sonrió de lado—...Aunque creo que debe estar acostumbrado...—Se encogió de hombros—...Después de todo no es el primer bebé que tendría.

Los ojos azules del ruso se abrieron de par en par y el japonés volteó a verle con el ceño muy fruncido.

-...¿Qué el qué? —Dijo, sus puños se apretaron sobre su regazo.

-...Emmmm....—Se encogió en su lugar—...Ups.

-...Vitya...

-...No, nada de eso...—Azotó sus manos en la mesa, haciendo que los tres dieran un brinco—...¿Cómo que ya habías tenido un...? Yuuri, me tienes que dar muchas explicaciones...—Gruñó, frunciendo el ceño.

Yuri se sintió culpable, aunque le parecía extraño que el japonés no le hubiese dicho nada a su padre, a pesar de tener varios años de matrimonio. Hizo una mueca, aunque no por la discusión que estaban teniendo los mayores, si no porque sintió algo muy feo en su vientre.

Levantó su camisa y observó con dolor como en la piel de la zona se veían bultos que iban y venían por doquier, causándole aquella incomodidad.

Siseó, llamando la atención de su pareja, quien le miró preocupado.

-...¿Pasa algo, Yura? —Preguntó, haciendo que toda la atención se desviara al rubio con ojos cerrados y la mandíbula apretada.

-...Se mueve demasiado...—Volvió a sisear y puso una mano sobre su vientre—...Ya tranquilo ¿Qué pasa? —Acarició la zona, tratando de calmarlo, pero esto no funcionó, en cambio, se movió aún más.

La expresión de dolor causó pánico en los presentes, y de no ser por el coreano que entró por la parte de atrás al oír el escándalo que empezaban a hacer, hubieran hecho algo que no debían.

Seung se acercó al menor y colocó sus frías manos sobre el gran vientre del menor. Luego les dio unas indicaciones que siguieron tal cual les dijo y pronto el rubio estuvo mejor.

-...No es nada malo...—Dijo mientras veí al rubio respirar tranquilamente, sentado entre múltiples almohadas—...Son solo unas pocas contracciones.

-...¿No sé suponen que solo aparecen cuando está a punto de parir? —Preguntó Yuuri, bostezando.

-...No necesariamente...—Negó—...En este caso fue porque el bebé se está colocando en posición. También pueden ser por gases o incluso por estrés. Las verdaderas contracciones de parto lo harán gritar de dolor...—Se estremeció—...Deben estar pendientes.

Los tres asintieron y acordaron mantener aún más vigilado al rubio.

Después de todo, no faltaba mucho tiempo para el alumbramiento.

El Pan Del Tigre #AgostodeM-Preg2022 [Otayuri] 🍞Terminado🍞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora