El Pan Del Tigre #AgostodeM-Preg2022 [Otayuri] 🍞Terminado🍞

🍞Día 17: Cordón umbilical🍞

-...Felicidades...—Sonrió la doctora mientras sostenía al lloroso bebé entre sus manos—...Es un niño.

Otabek se alejó del agarre de Yuri quien también estaba llorando, no sabía si de dolor o felicidad, y se acercó al bebé cubierto de sangre.

Sangre...

¡Plaf!

-...No me jodas...—Jadeó el ruso al ver a su desmayada pareja.

-...Emmmm...Despiértenlo...—Les dijo a las enfermeras quienes inmediatamente se acercaron con alcohol a él.

El kazajo reaccionó a los pocos segundos de haberle acercado aquello a la nariz.

-...¿Qué sucedió? —Hizo una mueca y acarició su cabeza adolorida.

-...Se desmayó, Sr. Altin...—Dijo la doctora mientras una enfermera le entregaba unas pequeñas tijeras al kazajo—...Ahora acérquese y corte el cordón umbilical de su hijo...—Sonrió grande.

Otabek se levantó y tomó con firmeza la tijera, se acercó hasta donde se encontraba ella y cortó aquello que unía a la criatura con su pareja. Una vez estuvo hecho, las enfermeras le aplaudieron mientras él se volvía a desmayar.

-...Estúpido Beka...—Murmuró Yuri antes de cerrar sus ojos debido al cansancio.

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Seung no despegó su mirada de aquella puerta hasta que vio salir a una enferma con la incubadora hacia el área de revisión y luego las dos camillas.

Esperen...¿Dos?

La doctora se les acercó con una gran sonrisa.

-...¿Y? —Preguntó Viktor con el cuerpo tembloroso.

-...Todo salió bien...—Dijo para alivio de todos—...El bebé está sano. Yuri-Kun se encuentra dormido, tuvo que hacer un esfuerzo muy grande, por lo que, en lo que despierta, revisaremos al pequeño...—Les dijo—...Y por cierto...—Comentó antes de marcharse—...El Sr. Altin se desmayó dos veces, así que también estará dormido un rato.

Pichit, J.J y Mila rieron por lo bajo. Yuuri se dió un facepalm y Viktor rodó los ojos.

No se les permitió la entrada a la sala en donde estaba el rubio, hasta que este despertó. Sus ojos verdes se veían desorientados, pero al recordar todo lo pasado, se alarmó.

-...Bebé...¡¿Dónde está mi bebé?! —Miraba a todos lados con pánico.

-...Tranquilo...—Yuuri acarició su cabello con suavidad—...No demoran en traerlo.

Sus palabras lograron tranquilizarlo un poco y luego de acostarse nuevamente en la camilla, miró al hombre a su lado.

-...Estúpido Beka...—Frunció el ceño y sonrió.

Y pensar que ahora eran padres.

-...Ay Dios, se tardan demasiado...—Viktor caminaba de un lado al otro, desesperado por ver al pequeño.

-...Si así está ahora, no me lo quiero imaginar cuando tengan uno propio...—Rodó los ojos. Yuuri se sonrojó y con una pequeña sonrisa llena de ilusión bajó su mirada.

-...Permiso...—Entró Jean con varias bebidas en brazos y un vaso con agua.

-...Ah, genial...—Rodó los ojos.

-...Oh vamos, yo sé que te da gusto verme, gatito...—Sonrió de lado y comenzó a repartir las bebidas, terminando por acercarse a Otabek y lanzarle el vaso con agua, haciéndolo reaccionar de inmediato—...La vieja confiable...—Miró el vaso ahora vacío—...Siempre funciona...—Se alejó del molesto kazajo y se recostó en una pared, cerca de donde se encontraban el tailandés y el coreano.

-...Te mataré...—Gruñó y quitó el exceso de agua de su rostro antes de enfocarse totalmente en el rubio que lo miraba divertido—...Yura...—Bajó de la camilla en la que se encontraba y le inspeccionó con la mirada antes de llevar una mano a sus sonrojadas mejillas—...¿Cómo estás? ¿Te sientes mejor?

-...Aún estoy algo adolorido, pero puedo soportarlo...—Suspiró gustoso de sentir el calor de sus manos—...Y aún no se me olvida que todo es por tu culpa.

-...Yura...—Regañó. El menor rió y estiró sus labios, esperando un beso que no tardó en llegar. Fue corto y terminaron viéndose a los ojos—...Te amo mi Beka tonto.

-...Y yo te amo a ti, soldado...—Le respondió sonriendo, mostrádole ese hoyuelo que tanto le encantaba.

-...Perdonen que interrumpa...—Habló la enfermera mientras empujaba el carrito en el que estaba la incubadora—...Pero aquí hay una masita de amor que muere por ver a sus papás...—Dijo y entró del todo.

Yuuri tuvo que sostener a su esposo con fuerza para que este no se abalanzara hacia la pobre joven. Pichit, Mila y Chris preparaban sus teléfonos para sacar millones de fotos del momento y Seung sonreía con unas pocas lagrimillas en sus rasgados ojos.

La joven tuvo mucho cuidado al tomar a la pequeña criatura envuelta en una mantita azul que previamente el japonés le había entregado. Lo meció un poco antes de entregárselo al nervioso rubio que miraba ansioso aquel bulto azul. Cuando la enfermera dejó al pequeño en sus brazos, su corazón latió con mucha rapidez.

El pequeño tenía sus ojitos cerrados, sus puñitos apretados y casi pareció que sonreía. En su cabecita podía verse una leve pelucita negra, su nariz se alzaba como la de su padre cuando tenía razón en algo.

A Otabek le temblaban los labios al ver tan hermosa escena. Jean le pasó un pañuelo para que se limpiara los mocos. La enfermera salió en silencio, dejándolos disfrutar el momento.

El kazajo acarició una de las regordetas mejillas del bebé y acercó su dedo a su manito. El pequeño lo tomó de inmediato y apretó con fuerza antes de abrir sus grandes ojos levemente verdáceos. Al parecer heredaría la mirada de soldado de su Yuri.

Los flashes inundaron la habitación. Los tres no dejaban de tomarles fotos y Viktor lloraba como magdalena, quejándose de que su nieto había salido con el feo pelo del kazajo. Yuuri le recriminó ya que él tenía el mismo color y no creía que fuese importante.

-...¿Y ya pensaron que nombre le pondrán? —Preguntó Mila luego de revisar que todas sus fotos fueran perfectas.

-...Se llamará Aleksey...—Dijo Yuri, sorprendiendo tanto al japonés como al ruso albino.

-...En honor al padre de Yura y al bebé de Yuuri-San...—Explicó Otabek, sin dejar de ver a su niño.

Yuuri quiso llorar. Era cierto que aquel bebé se iba a llamar Seiya, pero no esperó que su hijastro lo tomara en cuenta para algo así. Viktor lo abrazó y sonrió al kazajo, quien asintió en respuesta.

Sin duda ese era el mejor día de toda su vida.