🍞Día 28: Juegos🍞

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Una capa de sudor estaba en la frente de los tres mientras que el japonés solo los observaba.

Era una situación muy tensa para los tres en el piso y una muy cómica para el que estaba en pie.

-...¿Todavía están con eso? —Seung bajó en pijama, frotando uno de sus ojos, adormilado—...Llevan desde ayer tratando de que escoja con cual jugar.

-...Ya sabes como son...—Suspiró pesado y reajustó sus lentes—...Aunque ahora yo también tengo curiosidad de saber cual escogerá.

-...Pero nisiquiera gatea aún ¿No? —Enarcó una de sus gruesas cejas, acercándose a los cuatro.

-...Lo intenta, pero le cuesta...—Habló Yuri, aplaudiendo para llamar la atención del infante hacia el juego de pelotas que tenía frente a él.

-...Aún es muy pequeño...—Ese era Viktor, quien esperaba que el bebé se acercara al juego con peluches colgantes y luces de colores, que estaba frente a él.

-...Puede ser pequeño, pero es fuerte y lo logrará...—Otabek no hacía más que apretar los botones musicales de aquel juguete que también tenía luces de colores.

-...No creo que ninguno le agrade...—Suspiró Seung tomando al bebé que extendía sus bracitos hacia él—...¿Verdad, pequeñín? —Sonrió y rascó la barriga del bebé, quien rió—...Deberían probar con algo más pequeño, como este...—Tomó un sonajero y lo agitó frente a él e inmediatamente trató de quitárselo.

-...Concuerdo con Seung...—Asintió y acarició el corto cabello negro del infante—...Es mejor que primero juegue con ustedes y luego con ese tipo se juguetes. Ni siquiera tiene la edad para usarlos, en primer lugar.

-...Pero están bonitos...—Pucheó Viktor.

-...Pero que estén bonitos no quiere decir que él los vaya a usar así...—Chasqueó sus dedos—...De repente.

Rodó los ojos y se sentó junto a Seung, quien ya le había dado el sonajero para que él mismo lo agitara. Este lo hacía con bastante energía y riendo.

Yuuri sugirió adaptar una parte de la habitación de Aleksey para que colocaran un par de juguetes con los que ellos podrían interactuar y a su vez estimular al bebé.

Funcionó, ya que al octavo mes Aleksey gateó por primera vez hacia uno de sus juguetes. El grito de Otabek asustó al bebé, que aunque no lloró, lo vió con horror.

-...¡Tarado! ¡Lo asustas! —Yuri le dió un golpe en la cabeza y cargó a su hijo, quien agitaba un peluche de abeja, que Georgi le había obsequiado.

-...Oye, soldado...—Llamó, el rubio apenas e hizo un leve sonido para indicarle que lo estaba escuchando—...Pero mírame, Yura.

El rubio suspiró pesado y volteó a verlo, abriendo sus ojos bien grandes ante ello. El kazajo estaba hincado sobre una rodilla y sus ojos estaban muy brillantes mientras entre sus manos estaba una cajita abierta con un bonito anillo con un diamante verde.

-...Cásate conmigo, Yura...—Dijo, aunque su voz flaqueó al final, saliéndosele lo que se le conoce como un gallo al hablar.

-...¿Cómo? —Rió. El bebé no entendía nada, así que solo seguía agitando su peluche.

-...Joder...—Carraspeó—...Te vas a casar conmigo ¿Sí o no, soldado?

-...Mmmm...Déjame lo pienso...—Picó su mentón. El kazajo boqueó, sorprendido—...Obvio que sí, Beka...—Sonrió y se acercó a él un paso—...Ahora debo aprovechar que estás de rodillas y que me puedes chupar bien el pene...—Dijo mientras lo sostenía del cabello y lo obligaba a enterrar su rostro en su entrepierna.

Otabek no dijo nada, solo se dejó hacer.

-...Ejem...—Tosió Viktor, llamando la atención de ambos, aunque el rubio no había liberado al contrario—...¿Qué creen que hacen frente a mi nieto, pervertidos? —Gruñó y tomó al bebé de las garras de su hijo.

-...Lo dice el que hace un escándalo por las noches...—Rodó los ojos y liberó a su pareja, quien dió una gran bocanada de aire—...El pobre cerdo debe estar muerto de cansancio y con el culo destrozado.

-...Cuida tu lenguaje, señorito...—Dijo mientras trataba de cubrirle los oídos a su nieto—...Y no, mi Yuuri está en perfectas condiciones. Tiene mucho aguante.

-...Puagh, cosas que no quería saber...—Hizo una mueca y estiró su mano al kazajo, quien de inmediato le colocó el anillo en su dedo.

Viktor estaba colocando al bebé en su corralito y cuando se dió la vuelta, notó el panorama.

Palideció.

-...No...

-...Está muy bonito, Beka...—Sonrió admirando el resplandor de la piedra.

-...Nono...

-...Sabía que te encantaría...—Se puso de pie y lo abrazó por la cintura—...No es tan precioso como tú, soldado.

El albino inhaló profundamente con las claras intenciones de gritar como si le estuviesen extrayendo una muela, sin embargo, fue detenido por su esposo, quien le tapó la boca nada más llegar hasta ahí.

-...Felicidades...—Habló, captando la atención de la pareja quien les miraba con curiosidad—...Bienvenido a la familia, Otabek-Kun.

-...No...—Negó el rubio—...Bienvenido tú a mi familia...—Le sacó la lengua y se aferró al fuerte pecho del pelinegro, quien sonrió y acarició su lacia melena.

Luego de eso, Yuuri se llevó a Viktor para que no fuese a hacer escándalo alguno, por lo que el rubio empezó a postear fotos de él mostrando su anillo, las cuales se hicieron virales. Y mientras él hacía eso, Otabek se dedicaba a jugar con el bebé. Agitaba peluches, juguetes musicales y uno que otro sonajero. Odiaba el sonido de estos, pero a su pequeño parecía gustarle mucho. También se encargaba de colocarle el chupón cada vez que lo soltaba, por suerte a este le habían colocado una cinta, así no tocaría el suelo, ni tendrían que limpiarlo a cada rato.

Aleksey no dejaba de reír, por lo que su padre ruso se acercó a tomarle fotos junto al kazajo, quien trataba de no salir en ellas, pero le era casi imposible. Suspiró pesado y tomó al rubio por la cintura, halándolo hasta sí para robarle un beso de esos carnosos labios rosados que tanto le gustaban.

-...Te amo, Yura.

-...Y yo a ti, Beka.

Ambos se sonrieron y volvieron a besarse frente a la curiosa mirada de Aleksey.

Bueno, él aún era muy pequeño para entender esas cosas.

El Pan Del Tigre #AgostodeM-Preg2022 [Otayuri] 🍞Terminado🍞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora