🍞Día 14: Romper fuente🍞

513 45 2
                                    

Una semana más pasó desde aquel día en donde las primeras contracciones llegaron.

Estas se hicieron más frecuentes, por lo que todos estaban aún más nerviosos.

Seung se encargaba de todo lo que tuviese que ver con el rubio. Era sorprendente que, con todo el tiempo que le dedicaba al menor, no se viera tan desastroso como su padre adoptivo quien se tomaba un merecido descanso.

Los días pasaban rápidamente y ya habían entrado en la etapa final, en donde el bebé podía adelantarse o atrasarse en nacer. La ansiedad se podía ver claramente en el ambiente y por ello es que les había sugerido salir de esa casa.

El pobre gatito no había salido desde que se enteró de su embarazo, por lo que bastante aire fresco le haría bien a su estado. Aceptaron porque el mismo rubio dijo que solo un momento no haría daño y que incluso podría hacerle bien al bebé. Quizás no estaban totalmente seguros, pero cumplirían con su pedido.

Alistaron todas las cosas que pudieran necesitar para ese pequeño día en el campo, exagerando quizás en la cantidad, pero siempre teniendo en cuenta el bienestar del menor.

Subieron todo al auto y se marcharon los cinco, sin percatarse que una maleta se les había quedado en la mesa central de la sala.

El viaje fue tranquilo y silencioso. Yuri se había dormido cuando llegaron a la autopista y despertó cuando estaban cerca de aquel parque que apenas y tenía vestigios de hielo en forma de gotitas, ya que algunas se congelaban por el frío nocturno y tardaban en descongelarse por la mañana. Estas le daban un aspecto de joyería a los árboles y los hacían brillar muchísimo.

Era muy hermoso.

Una silla fue desplegada para el rubio, se le colocaron varios cojines y una colcha que le daría calorcito, después de todo aún hacia un poco de frío. Y mientras Yurio los observaba arreglar todo, acariciaba su vientre y miraba al cielo celeste. Era un día tan agradable y con una brisa tan fresca, que nada podría arruinar su paz y tranquilidad.

Incluso su bebé había dejado de moverse tanto en los últimos días, como si ya hubiese encontrado la posición perfecta para seguir durmiendo.

Claro, él no pensó que se trataría de otra cosa.

La convivencia entre los cinco era más agradable que en la casa. Ahí los viejitos pudieron hablar con más calma y con menos presión.

-...Bueno, eso fue antes de conocerte, Vitya...—Suspiró con la mirada baja—...Yo en ese entonces era un chiquillo, claro más grande que Yurio, pero igual era incrédulo y caí ante una estupidez de uno de mis fans...—Comenzó a explicar—...Minami-Kun fué insistente y aunque tan solo era fan obsesionado, pues me pareció adorable y cedí ante él...—Viktor no parpadeaba, prestándole toda su atención—...Claro, supongo que el internet también nos engañó en ese entonces...—Rió nervioso, rascando su mejilla.

-...¿A qué te refieres? —Enarcó una de sus albinas cejas.

-...Bueno, en ese entonces habíamos leído en internet que, si te corrías dentro estando de pie, no te embarazabas...—Desvió su mirada. Hubo un silencio entre ellos después de esa declaración.

El rubio rompió el silencio con sus carcajadas escandalozas. De sus ojos salían varias lágrimas por las risas y a veces siseaba por el ligero dolor que su vientre enviaba en punzadas.

De seguro su bebé también se estaba riendo como imbécil en su vientre.

-...¿Entonces no funcionó? —Viktor parpadeó un par de veces, confundido. Las risas del rubio aumentaron en volúmen.

-...Solo un idiota creería que eso era posible...—Seung se dio una palmada en la frente mientras negaba.

-...Dije que era joven ¿Ok? —Pucheó, cruzándose de brazos—...Además, esa página de Internet se veía muy confiable.

-...Ajá...—El coreano rodó los ojos—...Solo tienes que poner un síntona aleatorio en Google y te dará como resultado una enfermedad de caso terminal. Está comprobado, Katsuki. Lo han dicho hasta en las noticias.

-...¡No me gustaba ver los noticieros! —Gruñó—...Como sea. Me embaracé y traté de tenerlo, pero tuve un aborto...—Hizo una mueca—...Entré en depresión y me separé de Minami-Kun...—Sonrió un poco—...Y luego me encontaste, Vitya.

-...Ahora entiendo porqué siempre quieres sexo con condón...—Mencionó como si nada. Otabek que estaba tomando un juguito, lo escupió y comenzó a toser.

-...Joder, calvo. Me matas a Beka...—Gruñó y se inclinó ligeramente hacia el frente, dispuesto a darle algunas palmadas en la espalda.

Sin embargo, se sintió extraño.

Parpadeó un par de veces y trató nuevamente de inclinarse al frente, mas no lo lograba ¿Qué estaba pasando ahora?

Su vientre estaba muy duro, como si en lugar de piel fuera roca. Curioso acarició la zona y siseó por lo bajo cuando sintió una punzada en la zona.

¿De nuevo iba a empezar con eso?

-...Eso fue demasiada información, Nikiforov...—Carraspeó con sus mejillas ligeramente rosadas—...No quería saber como ustedes hacen...eso.

-...Ay, como si tú no lo hicieras...—Se cruzó de brazos, indignado.

-...En realidad no lo hago...—Hizo una mueca y desvió su mirada. Viktor le miró con sorpresa—...No desde que me abandonaron.

-...Veo que Jean todavía está de gallina...—Habló Otabek, dejando el jugo a un lado. El coreano le miró de reojo—...Se nota a leguas que le interesa, y como es tan idiota no lo disimula...—El pelinegro tragó duro y apretó sus puños.

-...Pero él es...él...—Yuuri hizo una ligera mueca y con eso inició una conversación en torno a J.J y su fijación por Seung-Gil.

Y mientras ellos estaban en eso, Yuri comenzaba a jadear ¿Porqué estaba doliendo tanto? Su piel rápidamente se llenó de sudor, su mandíbula se tensó al punto de hacer rechinar sus dientes, el dolor en su vientre lo hizo dar un brinco y luego abrir sus ojos muy grandes.

-...¡Oigan! —Exclamó haciendo que todos voltearan a verle, enfocando su mirada en el pantalón del menor en donde una mancha oscura y mucho líquido salía de la zona—...Creo que llegó el momento...—Tragó duro.

Y entonces...

Pánico.

El Pan Del Tigre #AgostodeM-Preg2022 [Otayuri] 🍞Terminado🍞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora