•𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟑𝟖•

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 →𝐇𝐚𝐰𝐤𝐢𝐧𝐬, 𝟏𝟗𝟖𝟔.

—¿Mamá?

¡Blair! ¿Dónde demonios estás?

—Lo siento, es que... Me fui con las chicas por ahí y se me olvidó por completo avisar. Hemos parado en una gasolinera para repostar, pero vamos a estar fuera el resto de las vacaciones. Ya sabes, para desconectar y eso.

Joder, Blair. Qué susto nos habías dado. Incluso hemos ido a la casa de Tyler para ver si estabas allí. Poco más y tu padre va con tu hermano a poner una denuncia por tu desaparición.

—Perdón, de verdad. Dile a Ethan que le recompensaré este verano.

No te preocupes. Y... Ten cuidado, ¿vale?

—Lo tendré, no te preocupes. Tengo que colgar, ya nos vamos.

Te quiero muchísimo, Blair —la chica tragó saliva. Odiaba mentirle a sus padres, pero se odiaría más a sí misma si les pasase algo por contarle lo que verdaderamente estaba haciendo.

—Yo a ti más, mamá. Te veo en unos días.

Pásalo bien. Yo hablaré ahora con Ethan y con tu padre. Disfruta, cariño. Adiós.

—Adiós —colgó la llamada y miró a su mejor amiga y a su chico, que la observaban mientras estaban apoyados en el marco de la puerta—. Me van a odiar.

—¿Por querer salvarles la vida? No lo creo —dijo Steve acercándose para dale un beso en la frente.

—Yo creo que ahora lo que deberíamos hacer es descansar un poco, y comer, sobretodo comer —propuso Tyler cruzando sus brazos.

—Yo pienso lo mismo. Tengo muchísima hambre.

—Pues toca hacer algo de cenar.

►◄

A la mañana siguiente, Nancy fue a recogerles con el coche. Un vehículo que iba completamente lleno de gente. Y en ese mismo instante se arrepintió de haberse ofrecido para ir a buscar a Eddie en un sólo coche y no en dos.

—Me estáis dando hambre.

—¿Quieres?

—La verdad es que sí —Blair agarró la lata de pringles y se llevó una a la boca.

—Dame una —pidió Tyler, y la rubia obedeció.

—Va a sonar fatal, pero ¿puedo quedarme en el coche? Porque ya veo que esto va a ser un rollo total.

—No pasará nada.

—Es que no soporto verle esos ojitos tristes a Eddie. El pobre está fatal.

—Al menos podrá beber para sentirse mejor —añadió Steve con la boca llena y alzando un paquete de latas de cerveza.

—Es lo que hace mi madre —comentó Max.

—Vamos a ensayarlo. "Hola, Eddie. Te damos las buenas noticias primero. Te atraemos comida basura y las birras que nos pediste. Ah, si, hemos encontrado a Vecna, pero la mala noticia es que está en esa otra dimensión más oscura y aterradora de la que te hablamos, y como el portal está cerrado, no podemos llegar a él. Así que básicamente, estás jodido. Y no, no, ya sé que estabas jodido antes, pero ahora lo estás el triple".

—Espera, espera, Robin, a lo mejor no hay que plantearlo así —dijo Lucas.

—"Estamos más cerca de encontrar a Vecna". Es lo que le diremos, y es lo que cuenta —corrigió Nancy, porque si tenían que decirle la verdad de lo que estaba pasando, seguro que ese chico entraría en crisis.

Agápē ||Steve Harrington||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora