•𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟐𝟏•

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𝐇𝐚𝐰𝐤𝐢𝐧𝐬, 𝟏𝟗𝟖𝟓.

—No me puedo creer que estemos haciendo esto —murmuró Tyler. Estaban esperando a que Erica, la hermana pequeña de Lucas, les abriese la puerta desde dentro ya que era la única que cabía por el conducto de ventilación. Cuando se abrieron, vieron a la niña salir.

—Helado gratis, ¡de por vida!

—Es... Impresionante —bajaron de la azotea y entraron en la sala, que estaba llena de cajas.

—Bien, veamos qué hay aquí dentro —Steve abrió una de las cajas con un cúter. Dentro había un cubo metálico. Abrió aquello, y se vieron dentro cuatro tiradores iguales al anterior.

—Está claro que no es comida china —comentó Blair. De nuevo, el mayor puso su mano en el tirador para ver de qué se trataba.

—Será mejor que os alejéis un poco.

—No —se pronunció Dustin.

—Un paso atrás.

—Te he dicho que no. Si tú mueres, yo también —silencio, las chicas de aquel grupo les miraban atentamente desde una distancia prudente.

—Vale —con cuidado sacó una especie de cilindro cuyo contenido era de color verde.

—¿Qué coño es eso? —preguntó Tyler.

—No lo sé —respondió su hermano. De pronto, aquel espacio retumbó.

—¿Soy yo o la sala se ha movido?

—Es una trampa —dijo Erica.

—Mira, ¿sabes qué? Se acabó, cogemos esto y nos vamos —Blair le arrebató aquel recipiente y lo metió en la mochila de Sinclair.

—¿Qué botón hay que apretar, Erica?

—Aprieta el puñetero botón, pardillo.

—¿Cuál? Estoy apretando el botón.

—¡El que pone "abrir puerta"!

—¡Ese es el que estoy apretando!

—Entonces dale a otro botón —Steve apartó al niño y comenzó a darle a todos los botones.

—¿Podéis calmaros y estaros quietos? —Tyler se acercó a ellos—. Simplemente... ¡Abrid la puerta! —vieron como descendía una especie de persiana. Un par de segundos después, todo se inundó de gritos y miedo.

—¡No me jodas! —dijo Steve al ver que esa sala bajaba sin ningún tipo de freno.

—¡No, no! —como pudo, Blair se acercó al panel y comenzó a darle repetidas veces a los botones.

—¡Nos caemos, nos caemos!

—¡No me digas, Einstein! ¡No me había dado cuenta! —le respondió Tyler a su hermano.

—¡Aprieta el botón de parar! -gritó Dustin.

—¿Y qué te crees que estoy haciendo? —por algún motivo, aquello paró. Logrando que todos acabasen en el suelo—. Joder, siempre me llevo la hostia en la cadera.

—¡Que alguien me quite esto de encima! —pidió Harrington, y entre Blair y Tyler le quitaron la caja para ponerla sobre la mesa.

—¿Estáis todos bien? —preguntó Robin.

—¡Sí, genial! ¡Ya sé que los rusos saben montar ascensores! —respondió Steve poniéndose delante del panel.

—Creo que ha quedado claro que los botones no funcionan —recalcó Buckley.

Agápē ||Steve Harrington||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora