- ¿Sultana dónde estuvo el día de hoy? - preguntó. - estábamos preocupados.
- sólo fuí a la fundación. - sonrió. - tu que has hecho hoy mi bella sultana?
- hoy fuí a ver a los niños tomar sus clases, son encantadores.
- lo sé, te gustaría tener hijos? - dijo con una sonrisa pícara.
- claro que sí. - respondió sonrojada.
- no te preguntaré con quien, porque ya lo sé. - río.
Mahidevran amaba a Mihrimah como si fuera su propia hija, no podía negar que esa unión con Atmaca le traería muchos beneficios, ya que él es fiel a su hijo.
Eso borrará la posibilidad de ser usada por Hurrem para llevar acabo alianzas.
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- mi hermosa Gevherhan, cuanto has crecido. - la pequeña le sonrió. - eres idéntica a mustafa, Allah te bendiga siempre.
- Sultana. - hace reverencia.
- Ayşe.
- traje a la joven como me lo pidió.
- dejala pasar. - dijo mientras le entraba a la bebé a una criada.
La chica entró, Mahidevran no lo pudo negar es muy hermosa, estaba segura de que a Mehmet le gustará.
- te traje a este palacio para que seas la acompañante del príncipe Mehmet, quiero él se enamore de tí.
- pero sultana como, eso está prohibida. - respondió la chica temerosa.
- no quieres ser sultana, tener hermosas vestidos y joyas? - Ayşe estaba muy confundida.
- claro quién....
- entonces empecemos. - la interrumpió. - pero debes saber que si me traicionas no me temblará el pulso para matarte.
- juro por allah que le seré fiel. - se reverenció.
- eso espero, tu primera tarea está en el jardín. - caminó hacía el balcón y las dos mujeres la siguieron.
Las mujeres desde arriba pudieron visualizar, al príncipe Mehmet practicando con la espada pero sin camisa.
El cuerpo de la Sultana sintió un cosquilleo recorrer todo su cuerpo, qué la descolocó completamente pero lo disimulo.
- Ese es el príncipe, tienes ir y seducirlo, no importan las artimañas que tengas hacer. - la chica se quedó perpleja mirando a Mehmet, esto causo la risa de Ayşe y el enfado de la Sultana. - te presentarás ante él como Laila.
La chica reaccionó.
- aré lo que me ordena sultana. - hizo reverencia y se retiró.
Las dos mujeres se quedaron solas en el balcón y vieron cuando la joven llegó al jardín, acercándose al príncipe.
- Ayşe, entra, tenemos que hablar. - entraron a los aposentos no quería ver como ella se le acercaba, no entendía lo que le pasa.
- dígame sultana.
- la tienes vigilar bien, esa mujer no me da' mucha confianza. - se sentó en el divan. - te harás su amiga y me contarás todo.
- claro que si, sultana se que no es mi asunto, pero que pretende con esto?
- pretendo que el lazo de padre e hijo de sultán y Mehmet se quiebre. - dijo sería. - que crees que sucederá si el sultán se entera que el príncipe tiene una relación con una mujer libre.
- obviamente se enojara mucho, eso está prohibido.
- exacto. - dijo seria. - quiero que vallas al harén y me traigas a Cecilia.
La criada de confianza de la sultana salió en busca de aquella chica al harén, mientras que la sultana Mahidevran terminaba unos asuntos, pasaron unos minutos cuando ya Ayşe volvía con Cecilia.
- mi sultana. - se reverenciaron. - la hatun ya está aquí.
- Cecilia, acercarte. - sonrió y la joven hizo caso. - cuénteme le gustaste a mi hijo?
- si sultana. - respondió sonrojada. - el príncipe es felíz conmigo.
- que bueno, sabes muy bien para que te elegí, tienes que proteger la vida de mi hijo con la tuya, tienes que ser muy astuta.
- lo sé sultana, mi lealtad están con usted y con el príncipe. - besó su mano.
- de ahora en más, tu nombre es Nurbanu. - la chica sonrió agradecida.