- no fue un error, ese día yo lo sentí, tú querías besarme. - tomó sus manos y la puso en su pecho. - se que me pediste que actuara como si nada pasó, pero simplemente no puedo.
- Mehmet basta. - quitó sus manos y él las volvió a tomar. - pero ya que estás aquí, no me gustó la forma en que me mirarte en esa cena, puedo saber que te pasaba?
La cara del príncipe cambió a una de enfado, apretó con mucha fuerza las manos de Mahidevran.
- Mehmet, me lastimas. - dijo adolorida. - Mehmet.
La sultana ya tenía lágrimas en los ojos por el dolor que sentía, esto hizo al príncipe reaccionar y soltarlas de inmediato.
Mahidevran se alejó de él y empezó a masajear sus manos.
- Mi amor. - dijo tratando acercase a ella para limpiar sus lágrimas.
- suéltame. - le abofeteó las manos. - eres un animal.
- Mahidevran no se en que estaba pensado. - dijo arrepentido. - no volverá a pasar.
- Sultana para ti y claro que no volverá a pasar, quiero que te largues. - dijo enojada. - ya te dije que lo nuestro es un error pero no entiendes.
El no quiso insistir más, ya casi salía el sol y tenía que estar en sus aposentos, así que simplemente se fue, pero en su mente estaban en las palabras...
"no quería llegar a esto, pero tenemos que desaparecer al príncipe Mehmet."
"está segura?"
"no tenemos otra opción, es el o mi hijo, perdí mucho por esta dinastía y mi hijo es algo que no estoy dispuesta a perder."
_____________________________
En la tarde las sultanas Mihrimah y Mahidevran se encontraban en el jardín principal, el día estaba hermoso.
- eres tan hermosa. - dijo Mihrimah mirando con ternura a su pequeña sobrina.
- si, está creciendo tan rápido.
- debe ser muy hermoso para usted esta etapa de ser abuela. - sonrío.
- sabes que amo los niños, me gusta que no solo vivo esta etapa como abuela, si no como madre. - se sinceró.
- claro prácticamente eres tú que la está criando. - acarició a la bebe.
- te tengo una noticia. - le dijo sería.
- pasa algo? - preguntó preocupada.
- Atmaca viene en camino. - gritó.
- queeeeee? - dijo emocionada, si no tuviera a la bebe en brazos saltaría.
- se que lo extrañas mucho.
- no tiene idea cuanto sultana. - expresó feliz. - me prometió que cuando regresara hablaría con mi padre, quiere que nos casemos.
- Hurren lo sabe? - preguntó angustiada.
- no, tengo pensado decírselo hoy.
- no le digas ella se opondrá. - realmente no le conviene que la sultana se enteré, la conocía muy bien como para saber que se opondría solo por el hecho de ser la mano derecha de mi hijo. - por lo menos espera saber que piensa su majestad.
- tienes razón sultana, mi madre siempre ha sido una mujer ambiciosa, no le temblaría el pulso de entregarme a cualquiera solo por poder. - dijo triste y Mahidevran asintió.
- sabes que cuentas conmigo para lo que sea, siempre estaré contigo. - la abrazo y besó la cabeza de la joven y de la bebe.
- lo sé sultana. - sonrió.
- que linda escena. - dijo hurren sarcásticamente. - parecen madre e hija.
- madre...
Las sultanas se separaron, pero estaba vez Mahidevran tenía a Geverhan en brazos.
- yo me retiro. - se levantó.
- sultana se va porque llegué. - expresó burlesca. - quédese.
- no, tengo cosas que hacer. - respondió bruscamente y se alejó de las sultanas.
- cuantas veces te tengo que decir, que no quiero que estes cerca de esa mujer. - reprochó.
- no entiendo cuál es tu odio hacia la sultana, ya no tienen esa rivalidad de antes, tú estás en el corazón de mi padre.
- he ganado el corazón de Suleiman, pero no el trono. - dijo sería. - aunque Mahidevran es tan estúpida que no será difícil poner a mi hijo y deshacerme de ella.
- y que piensas hacer? - preguntó asustada.
- lo primero que necesitamos es más aliados. - dijo sería. - para eso te casarás hija mía.