Mahidevran
Ya estaba en un sueño profundo, cuando de repente empiezo al sentir un olor insoportable, abro mis ojos.
- por Allah. - dije horrorizada, mi habitación se encontraba llamas, Gevherhan no tardó mucho tiempo en romper en llanto.
La tomé en mis brazos y trate de salir de la habitación.
- guardias. - grité por ayuda, me aferré con todas mis fuerzas a mi nieta, quien no dejaba de llorar. - tranquila cariño yo no dejaré que nada malo te suceda.
Salí de los mi aposentos con dificultad, al salir me encontré con una escena horrorosa, no sólo mis aposentos estaban incendiados sino todo el palacio.
"Mi hijo"
Eso fue lo único que pude pensar en ese momento, tenía que encontrarlo saber que está bien.
- Sultana. - una voz me hizo volver a la realidad. - Sultana Mahidevran. - gritó Ayşe, quien venía corriendo hacia nosotras. - Sultana debe venir conmigo, las criadas se encuentran fuera del palacio. - dijo agitada.
- y mi hijo, él está afuera? - pregunté rápidamente.
- no lo sé Sultana, supongo que sí. - respondió la hatun. - debemos irnos puede colapsar en cualquier momento.
- no puedo irme. - le dije asustada. - tengo que averiguar si mi hijo está aquí.
- Sultana por favor piense en la sultana Gevherhan. - exclamó desesperada, me asusté al ya no escuchar el llanto de la bebé.
- Gevherhan!! - exclamé desesperada.
No lo pensé más tiempo Ayşe y yo salimos del palacio con dificultad ya que todo se encontraba totalmente en llamas sin embargo logramos salir, gracias a Allah.
Al salir lo primero que hicimos fue a llamar a la doctora inmediatamente, está se encontraba atendiéndole las quemaduras algunas de las criadas mientras que los guardias trataban de apagar el fuego, pero eso en ese momento no me importaba, lo único que importaba era que mi nieta estuviera bien.
Cuando la doctora escucho nuestro llamado dejó lo que estaba haciendo fue inmediatamente hacia nosotras.
- Mi nieta no responde. - mi corazón latía muy rápido, casi no podía hablar. La curandera la tomó en sus brazos, aplicando maniobras para que reaccine.
- mi señora tiene que tranquilizarse por favor, ella estará bien. - trato de calmarme Ayşe.
La curandera trataba de que mi niña reaccione, pero no lo lograba, pude ver la angustia en su rostro.
- escucheme bien doctora, si no salva a mi nieta, la mataré se lo juro por all... - no terminé la frase ya que todo se tornó negro para mi.
Sólo sentí el impacto de mi cuerpo contra el suelo.