capítulo 17

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Al momento de terminar de hablar, yo ya estaba llorando.

Kylie, Karen, Katia y Livvie me miraban cautelosas.

Haley no lo hacía.

-Esa… esa es toda la historia…

Haley sin decir nada se levantó y salió corriendo a la habitación.

Livvie se levantó y me abrazó. Escuché como dejó escapar sollozos…

Katia ya conocía la historia, pero aún le seguía afectando…

Todo era extremadamente tenso.
Y me dolió.

Me dolió ver que la persona que creí que me gustaba se fue así sin más. Creí que se acercaría a mi. Pero no.

Quizás debía entenderla… pero no sabía el por que debía hacer eso por ella.

Livvie se separó y me sonrió.

-Eres Valiente Chris. Muy valiente.
Solo sonreí.

Karen se levantó y fue al pasillo que daba a las habitaciones y los baños.

Sé que todos nos vimos afectados con ese tema. Y por supuesto, Karen, que ha sido como la madre que nunca tuve, le ha pegado fuerte. Así lo cuente mil veces, ella siempre le afectará ese tema.

Escuché pasos en la escalera y vi a Haley bajando. Sostenía el bolso con la ropa que tenía aquí para cuando se quedaba. No siguió caminando, solo quedó al inicio de la escalera mirándonos a todos. Se veía nerviosa y frustrada. Bajo la cabeza y siguió caminando hacia la puerta. Salió de la casa y cerró de un portazo.

-¿Qué fue eso? ¿Por qué se ha ido? ¿No es tu novia? Debería estar aquí.

-Ella no es mi novia. Nunca sabré que fuimos.

Me di cuenta de que Karen estaba de regreso. Traía con ella su laptop de trabajo.
-La razón por la que te pedí que no contarás el resto frente a ella es esta. Acaba de descargarse y yo sabía que era algo oscuro...

Volteó su laptop hacia mi ofreciéndomela. La tome bastante desconcertado.

Tuve que sostenerme del espaldar del mueble para no caerme. Lo que estaba viendo en esa laptop no lo podía creer. Era imposible.

Era el expediente real de Haley, o mejor dicho Eva Enríquez. Estaba una foto de ella de cuando tenía ocho años y otra de cuando tenía catorce. Leí más abajo su vida personal y ahí sí tuve que sentarme en el sofá, porque todo en mi falló.
Ella era la hija de Carlos, la hermana de Alan.

Era la maldita que había dado la idea de que me hicieran todo eso en mi niñez.

Terminé de bajar y leí todo, tenía cargos por robo, por secuestro, por asesinato y aún era buscada en el país. Sin duda era ella.

Una ola de decepción y dolor me recorrió el cuerpo.

Cerré la laptop lentamente. Mire a las chicas, Karen y Kylie no me miraban, Katia y Livvie si lo hacían, con mucha curiosidad.

Un nudo se formó en mi garganta. No podía hablar, no podía moverme, no podía hacer… nada.

Lo único que pudo hacer que me moviera fue pensar en que ella sabe la dirección de Elena. En que ella estuvo muy rara al momento de enfrentarme con eso. Ahora esto. Ella sabe que casi deje inválido a Alan cuando le disparé y me escapé. Lo último que ella dijo fue tu me las vas a pagar, no me has arrebatado a mi hermano pero yo sí arrasare en tu vida y te quitaré a alguien preciado. Sufrirás lo suficiente.

Me levanté de golpe y corrí a la habitación. Saque el colchón de la cama y abrí una tabla, ahí debía estar mi arma.

El problema, es que cuando lo abrí, el arma no estaba. Eva se la había llevado. Y estoy seguro de que la usuaria contra mi Elena.

Baje de la habitación y las chicas estaban viendo las noticias.

-Christian, tienes que ver esto.

-Eva se llevó el arma.

-La mataremos, pero mira rápido.
Mire un segundo y salía mi imagen en la gran pantalla.

No puede ser…

Alguien había revelado mi identidad.

Y estoy seguro de que había sido Eva. Ella debía saberlo.

-Vete Christian, adelántate, nosotras aquí nos prepararemos.

No encontré las llaves de la moto. Tuve que correr. Llegue al taller donde trabajo y entre rápido a la oficina de Carrier.

Carrier me miraba perplejo.

-Dime que la noticia es falsa…

-Carrier… No es falsa. Yo soy el camaleón.

Carrier se levantó de su silla y me miró.

-¿Qué haces aquí? Tienes que huir hijo, están ofreciendo mucho dinero por tu cabeza. Debes irte.

-Lo se, lo sé… necesito tu ayuda.

-¿Qué? ¿Dinero? Lo que necesites.

-No, necesito tu arma y las llaves que deje aquí de repuesto.

Carrier me miro y se dió la vuelta. Caminó hasta su escritorio y sacó las tres armas, más las llaves.

-llévatelo.

-dame solo dos armas. Alguien me amenazó con matar a todos los que quiero. Pon a salvo a Mary, huye con ella hasta que todo se calme.

-Christian, cuídate. Te quiero mucho... Mary y yo lo hacemos... Debí decírtelo más seguido... desde que llegaste aquí, te has vuelto parte de mi familia, te has vuelto mi… hijo. Prométeme que volverás… por favor… no puedo permitirme perderte...

-No puedo prometer nada… pero te juro que haré lo posible para que todos estén a salvo.

-Esa no es la respuesta que quiero…

-Carrier sabes que no puedo cumplirlo…

Los ojos de Carrier se cristalizaron, abrió sus brazos y me envolvió en un abrazo.

Al sentir tal abrazo tan cálido, me di cuenta de que quizás jamás vuelva a tener uno así.

Me separé de Carrier y corrí fuera del taller.

Llegue a mi antigua casa y abrí la puerta. Había un gran charco de sangre arrastrado hasta la cocina. Camine rápidamente. Y no vi nada.
No había nadie, habían matado a alguien y se habían llevado el cuerpo.

Busque en mi cuarto toda las cajas de municiones y la navaja de Gwen. Lo metí todo en un bolso y me fui. Mi teléfono comenzó a sonar.

-Christian, tenemos dos testigos importantes.

Dijo Karen. Hablamos de algo mas y luego colgó, yo iba corriendo hasta la casa de Elena, que por cierto, quedaba bastante alejada de la casa de Robin.

Robin.

¡Robin!

¡La sangre que estaba en la casa podía ser de el!

No pude detenerme, seguí corriendo, cada vez más preocupado. Las calles estaban sombrías, con la noticia de que soy el asesino todo el mundo se ha refugiado. Lo que no saben es que aquí yo no soy el peligro, el peligro es Eva y toda su familia. 

Llegando a la calle de Elena note mucho humo. Corrí con más fuerza. Llegue a su casa y se estaba incendiando.

No, no, no, no…

Llegue hasta el frente y escuche gritos, los gritos de mi Elena.
Esto no puede estar pasando.
Me adentre al lugar he intenté ver por las ventanas. Elena estaba en el medio de la casa de rodillas, amarrada y gritando.

Grité su nombre mientras llamaba a los bomberos. Ella escuchó y empezó a buscarme con la mirada.

Mierda, mierda, mierda.

¿Qué hago?

-¡Chris Ayúdame!

Por fin atendió la línea de emergencia, rápidamente pedí ayuda y me avisaron que irían de inmediato.

-Ya tranquilízate todo está bien yo estoy contigo—mi voz se quebranta—nada malo te va a pasar si estás conmigo.

-Ayúdame Chris—su voz quebrantada me pedía ayuda a gritos—no aguanto más… ayúdame… ¡Ayuda!—Tose perdiendo fuerza.

Hago un plan que se que puede fallar pero ella estará bien.

Lance una piedra a la ventana quebrándola, me daba cierto temor el quemarme vivo en este momento con ella asfixiándose, pero debo hacerlo. Doy unos pasos atrás y corro lanzándome por la ventana. Obviamente me corté en los brazos por los vidrios, pero ya estoy adentro. Elena está ahí y se da cuenta de mi presencia.

-¡Chris! ¡Chris, ayúdame!

Me levanto del suelo y llego hasta ella, uso uno de los vidrios para cortar las cuerdas, a penas la suelto ella se derrumba un poco. A inhalado demasiado humo, está asfixiándose. Es asmática, esto puede dañarla terriblemente.

La levanté del suelo y la lleve cerca de la ventana. Con lo primero que encontré a mi alcance rompí los cristales de las orillas de la ventana y la ayude a pasar.

Salimos de la casa, comenzando a caminar Elena se desmaya. La recojo del suelo y la pongo en mis brazos. Corrí con ella cargada y a unos cuantos metros de distancia entre la casa y nosotros la casa explota.

No salimos disparados, pero si caí de rodillas al suelo. Tuve un poco de dificultad para levantarme, pero pude. Llegue a un callejón que conozco muy bien, y me senté con ella en mis piernas. Saque mi celular, que por milagro seguía vivo pero con la pantalla un poco rota, y llamé a Katia.

Respondió de inmediato.

-Katia necesito que me recojan en el callejón de la vivienda de Elena.

Le pase la dirección.

-Iremos de inmediato.

Espere ahí y mientras acaricié el rostro de Elena.

-Estarás bien. Estarás bien cariño.

Sople su rostro un poco.

-¿Recuerdas lo que pasó aquí? Me dolió demasiado el como me dejaste. Obvio no sentimental, más bien físico. Eres buena con esas manos... Dios, me hiciste sufrir. Es que ¿A quien se le ocurre hacer algo así?

Me quede callado y pensé en ese día, Dios, si que había sido bueno y doloroso a la vez.

-Es en serio ¿A quien se le ocurre?

-So-solo a mi…—Dice Elena abriendo poco a poco los ojos. Comenzó a toser un poco, pero la sonrisa maliciosa no se quitaba de su rostro.

-Te amo. Te amo en serio Elena.

-Yo también te amo Chris. También lo hago.

Baje mi rostro y la besé. Sus labios estaban cálidos, el beso era tierno, era… especial…

Elena se removió en mis piernas acomodándose un poco. No separamos por aire y ella me miró a los ojos.

-Sigo teniendo gran efecto en ti.
Sonrió como un angelito.

-Debo controlarme o esto será un problema. Elena, aceleras mis latidos con un simple beso.

Ella me besó y yo le correspondí.

En eso llegó el auto de Katia. Ella bajo el vidrio buscándonos con la mirada y nos encontró. Elena y yo reaccionamos y nos separamos, ella no tenía suficiente fuerza como para caminar por si sola. Así que me levanté y la ayude. La subí a la parte trasera del auto y cerré, luego subí a el asiento de  copiloto, Katia miró directo ahí y levantó las cejas.

-No preguntes.

-Wao chica.

Veo por el espejito y Elena está sonrojada.

Llegamos a casa y entramos rápidamente.

Elena seguía sin fuerzas, su mirada estaba decayendo de nuevo. No, no. A ella no la voy a perder.

Kylie me pidió ayuda para llevarla a un cuarto que esterilizo mientras nos buscaban. No pude entrar al cuarto la dejé en la puerta y Kylie cerró dejándome fuera. Cuando me giré para ir a la sala Karen me miraba nerviosa.

-Hay dos personas esperándote arriba. Una esta casi muriendo en tu cuarto, la otra está amarrada en la sala.

La mire muy extrañado. Di la vuelta y subí. Primero fui a la habitación.

Entre y estaba Robin sobre la cama, tenía una venda en la pierna y una entre el hombro y el cuello. Estaba más pálido de lo normal.

-¿Robin? ¿Qué… qué ha pasado?
Me acerqué caminando y quedé parado frente a él.

-Tenemos que hablar.

Y juro que lo que me dijo no lo espere nunca.
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¡Mis amorcitos!

Este cap y el siguiente son de agradecimiento por las 100 leídas.

No saben lo feliz que estoy y lo que llore de alegría 😭

Gracias gracias gracias
Los amo.

Ahora las preguntas.

¿Quién esperaba que la impostora fuera Haley?

¿Se dieron cuenta de que el sueño de Chris la chica a la que el le gritaba era Elena?
Obviamente no sería exactamente igual, pero ¿Nuestro Chris viendo el futuro?

Jijiji siguiente pregunta.

¿Que creen que dirá Robin?

Y ¿Quién creen que es la otra persona amarrada en la sala?

Los leo, comenten libremente, y recuerden votar, los amo.

Nos vemos con el siguiente cap de agradecimiento.


Amor y sangre ||Borrador||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora