Amor y sangre ||Borrador||

Epílogo.

Wao... Tantos años han pasado.

Diez años...

Les cuento todo lo que ha pasado.
Comencemos con Katia.

Verán.

Katia se graduó de psiquiatra y Livvie de administración. Se casaron, compraron una casa y ahora tienen una hija adoptiva de diez años llamada Vanesa. La adoptaron a los seis.
Vanesa es de Venezuela, es bastante tierna y educada. Un gran niña.

Robin.

Siguió con sus estudios se graduó en una universidad de arte, es artista. Tiene bastante talento. Oh, y no solo eso, conoció a una chica, Liria. Son novios desde hace tres años, me siento feliz por el.

Mamá y Kylie.

Pues mamá siguió con su profesión, no se casó, no quiso hijos y siguió con su vida. Kylie por su parte si se casó, se mudó a California y vive por allá lejos.

Carrier y Mary.

Siguen casados y aún tienen el taller.
Malia tiene diez años igual Vanesa, estudian juntas incluso, son muy unidas.

Alan y Riley.

Alan consiguió trabajo en un colegio de defensa personal para jóvenes, y ahora tiene una novia Pilar. Riley también termino de estudiar se graduó de educadora universitaria, y wao... Es muy inteligente. Por cierto, consiguió novio—que detesto por estar con mi pequeña— se llama Henry, es un gran chico, pero me gusta asustarlo cuando estoy cerca.

Por último... Elena y yo.

No nos casamos. Solo firmamos acta de compromiso. Seguimos viviendo en la casa que compramos entre todos. Tampoco tuvimos hijos, descubrimos que Elena no puede tenerlos, pero eso a ella no le afecto, no estamos desesperados por hijos ni nada de eso.
Como todos, cada uno termino de estudiar, ella maestría inicial, se le dan muy bien los niños, y yo, yo estudié ingeniería mecánica. Seguí trabajando con Carrier, hasta que juntos creamos una gran empresa.

De mis ganancias—que son bien altas por cierto— he ayudado a muchas casas de adopción.

No solo eso. Elena me había preguntado si podía tomar alguito de la cuenta que teníamos en común para cualquier cosa. Obviamente le dije que si, que tomara todo lo que quisiera. A lo que felizmente respondió "bien, entonces prepárate que vamos de compras" y si, nos fuimos a comprar... Ejem... Ya saben, para nosotros y amoblamos la habitación del piso tres de la casa.

El tiempo pasó, cambiamos, mejoramos y ahora cada uno es feliz sin importar lo que pasó.

Y así esperamos seguir durante toda nuestra vida.