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-No puedo creer que ese montón de buenos para nada hayan sido capaces de tratarte de esa manera. ¡Yo misma vi tu proyecto y me pareció increíble!-

Jihyo exclamó con el ceño fruncido, molesta al escuchar todo lo que había sucedido el día anterior y la vio caminar por toda la habitación de brazos cruzados, maldiciendo en voz baja.

-Cuando dije que vivían en el siglo pasado no creí que fuera tan literal. ¿Qué le sucede a Taeyong? ¡Es un...-

Felix tuvo que respirar hondo, tratando de calmar su molestia para llevar ambos manos a su vientre, más que consciente que tenía que mantener la calma después de tener algunas molestias durante la noche anterior. Se encargó de acariciar suavemente su espalda, sin querer que se llevara malos sentimientos justo ahora, mucho menos por él.

-Lo sé, Taeyong y Lisa parecían disfrutar ver como me humillaban. A veces realmente desearía no ser un omega...-

Murmuro ido en los papeles que caían uno tras otro de la fotocopiadora, amontonándose entre si.

-No digas algo como eso. El problema no es que seamos omegas, el problema es como los demás creen que pueden tratarnos.-

Jihyo corrigió suavemente, sin ser dura con él al entender de sobra el porque de sus sentimientos. Él mismo sabía que no estaba mal ser un omega, pero muchas veces era inevitable pensar que todo sería más fácil de otra forma.

-No dejes que te hagan odiar quien eres. Les guste o no eres Park Jimin, un omega ¿Y qué? Solo tienen miedo de ser superados por quienes ellos consideran "inferiores".-

El rubio apoyó a su amiga al instante en sus palabras y aunque quiso sentirse motivado por todo lo que escuchaba no podía dejar de ver su entorno, lo que llevaba a pensar en las palabras de su hermano y amigo.

Justo ahora estaba sacando copias de algo que ni siquiera sabía que era, pero que uno de sus superiores le había ordenado hacer para comenzar su jornada laboral.

"Debería estar trabajando en algo más, sin embargo solo parezco un secretario para todos aquí..."

-Jimin, conozco ese rostro. Sé que aún no logras sentirte bien y lo entiendo, tienes derecho de estar así, pero trata de no mortificarte más a ti mismo con pensamientos crueles.-

Jihyo atrapó su rostro entre ambas manos de forma suave, siendo gentil con él y al instante un suave olor a miel se hizo presente a la vez que sintió las manos de su amigo rodearlo en un abrazo protector. Sin poder evitarlo una débil sonrisa se asomó en su rostro, contento con el apoyo de sus mejores amigos y casi se sintió como un niño siendo consolado por sus padres, algo que no le desagrado en absoluto.

Esa mañana las cosas no habían empezado para nada bien, algo que solo sirvió para desmotivarlo todavía más. Era consciente que el día anterior toda su familia había estado ahí para él, apoyándolo incondicionalmente y asegurándose de subir su estado de ánimo, lamentablemente una vez que la noche cayó y estuvo solo en su habitación su mente empezó a trabajar por si sola, desobedeciéndolo por completo y no lo dejó dormir en toda la madrugada. Debido a esto no solo olvidó programar su alarma, sino que se levantó extremadamente tarde, solo que esta vez realmente había rosado el límite.

Quién se encargó de despertarlo fue Jungkook. Su hijo se había subido a la cama, preocupado por ver que aún no se había despertado cuando eran cerca de las 7:35am, algo para nada usual en él.  Por supuesto en cuanto abrió los ojos entró en pánico y tuvo que hacer lo imposible para estar al menos decente en cuestión de 10 minutos o menos. También tuvo que disculparse con Jungkook por no poder desayunar junto a él, odiaba perderse momentos así con su hijo porque sabía de primera mano lo triste e inexplicable que podía ser para un niño estar solo o sin la compañía de su figura paterna o materna. Después de eso corrió a casa de sus amigos, donde recibieron a Jungkook sin problemas y aunque odiaba irse sin despedirse adecuadamente fue necesario.

Destiny/Omegaverse (YM) FinalizadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora