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-Lo que voy a decir no es una sorpresa, pero voy tarde.-

Murmuro tomando el café restante de su taza con prisa, a la vez que luchaba con abotonar el último botón de su camisa. Hoseok solo se dedicó a darle una mirada divertida al otro lado de la mesa, más que acostumbrado a su tendencia de ir tarde a todas partes aún cuando todos los días luchaba por levantarse temprano, pero ahora más que nunca era difícil cumplir con una tarea tan fácil, porque si bien Jungkook siempre había sido cercano a él, persiguiéndolo a cualquier parte que fuera, desde hace 4 días atrás que se había presentado como un alfa dominante el niño no parecía en absoluto dispuesto a alejarse de él más que las horas donde estaba en el trabajo.

No le molestaba que las cosas fueran así, incluso él mismo se sentía un poco más sobreprotector de lo normal con Jungkook, pero detalles como dejar al niño en su propia habitación, luchando con sus pequeños berrinches por no querer dormir ahí, solo para que horas después en la madrugada despertará por un peso inusual sobre su cuerpo dificultando un poco la tarea de dormir. No era porque le incomodara la presencia de Jungkook, pero debía admitir que su hijo ya no era tan pequeño como antes y poco a poco comenzaba a tomar más peso y altura, por lo que tenerlo sobre su cuerpo durante horas era un poco doloroso. Tampoco podía culparlo, era normal que los niños y niñas durante sus presentaciones buscaran a sus padres o madres casi con desesperación, todo se basaba en un instinto de "manada", como solían llamarlo algunos doctores. Simplemente los cachorros ansiaban sentir que estaban en un lugar seguro para podar pasar su primer ciclo con calma.

-Creí que ahora viajabas con tu jefe hasta el trabajo.-

-Por eso voy tarde, Yoongi debe estar esperándome abajo. No quiero molestarlo más y hacerlo perder tiempo en mi.-

-Cierto, su nombre es Yoongi.-

Hoseok soltó suavemente con voz divertida y solo le dedicó una mirada de advertencia para que no dijera nada fuera de lugar. Su hermano simplemente se alzó de hombros, fingiendo inocencia y él corrió hasta su habitación donde Jungkook todavía dormitaba. 

Sonrió un poco ante la imagen del niño, quien abrazaba a una pobre versión del señor oso que había tenido que pasar por algunas cirugías para poder unir sus extremidades de nuevo. Taehyung se lo había dado unos días atrás, aclamando que así podrían estar juntos en todo momento, copiando las acciones de su hijo, quien le había dado su peluche favorito.

-Lamento que te aburras tanto aquí, pero es lo mejor por ahora.-

Habló en voz baja, adentrándose por completo en la habitación y cubrió los pies de Jungkook con la sábana, cuidando que no se resfriara. Por esa semana no pensaba llevarlo a clases, después de todo los primeros días de la presentación siempre eran los más difíciles por la cantidad de síntomas que traían consigo, así que su adorado hermano mayor estaba haciéndole el amable favor de cuidar de Jungkook cuando él debía ir a trabajar.

-Cariño, debo irme. Te veré por la tarde, ¿De acuerdo? Pórtate bien y no salgas de casa, sabes que no puedes ver a Tae hasta el domingo o lunes.-

Mantuvo su tono suave, murmurando cada palabra con cariño y aprovechó para quitar algunos mechones ligeramente sudados de la frente de Jungkook una vez que lo vio entreabrir los ojos.

-Pero quiero estar con él, lo extraño.-

Jungkook habló todavía somnoliento y aunque debía admitir que quería ser débil y permitirle a su hijo ir a jugar con Taehyung sabía que no era lo adecuado. El olor de Jungkook todavía era muy fuerte, toda la casa estaba bañada en su olor ante su falta de conocimiento por controlarlo y el hijo de sus amigos todavía tenía una presentación más o menos reciente, por lo que era muy susceptible y podría verse afectado por Jungkook sin quererlo.

Destiny/Omegaverse (YM) FinalizadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora