Destiny/Omegaverse (YM) Finalizada

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Al instante en que Yoongi entró al apartamento la mano que sostenía su rostro aflojó el agarre, asustado. Aprovechando la distracción, ni siquiera lo pensó 2 veces antes de levantar su pierna y patear los genitales de Sungjin con fuerza. 

No iba a permitir que ese hombre hiciera lo que quisiera con él bajo amenazas.

-¡Hijo de puta!-

Sungjin gritó antes de doblarse sobre si mismo adolorido, pero aún con el golpe alargó la mano, tomando parte de la sudadera, impidiendo que pudiera alejarse de él. Estuvo a punto de golpearlo de nueva cuanta, deseando quitárselo de encima de una vez por todas cuando vio como Yoongi llegaba a su lado solo para colocar una mano sobre la cabeza de Sungjin. Fue cosa de un segundo antes de que un fuerte golpe se escuchara por toda la casa, siendo el rostro de Sungjin el que había impactado contra la cerámica. Jadeó al escuchar un pequeño crujido y pudo ver como la nariz de Sungjin empezaba a tornarse rosada, al igual que poco a poco la sangre empezaba a deslizarse por sus orificios, indicando una posible fractura o al menos una herida importante.

-¡T-tu, maldito hijo de puta!-

-Si no quieres que te saque uno a uno los dientes, es mejor que te calles ahora mismo pedazo de escoria.-

Se abrazó a si mismo ante la escena, todavía con el corazón latiendo tan rápido que podía escuchar sus propias palpitaciones. Sabía que debería estar aterrado, jamás había visto a Yoongi actuar tan violentamente, mucho menos había sentido tanta amargura en su olor e incluso podía jurar que sus ojos tenían cierto destello rojo, era como si se hubiera mezclado con el café y verde de su iris. Era aterrador hasta cierto punto, pero sabía que Yoongi jamás le haría daño a él o a Jungkook, había algo dentro de sí que lo hacía sentir seguro de que era así y aunque sonará estúpido, confiaba en ello.

-V-voy a demandarte por esto, juro que voy a atacarte donde más te duele Min.-

Sungjin habló con voz temblorosa, intentando sobrellevar el dolor de su nariz y de la presión que Yoongi seguía ejerciendo sobre su cabeza contra el suelo, obligándolo a ensuciarse de su propia sangre.

-Quiero ver que lo intentes. No olvides quien soy Jeon, si quisiera podría destruirte la vida, así que es mejor que te alejes de nosotros. No me obligues a decírtelo una segunda vez o no seré tan amable contigo.-

-¿Nosotros? Así que realmente te lo estas follando durante su celo, sabía que Jimin.-

Un fuerte quejido salió de Sungjin cuando Yoongi presionó una rodilla sobre la espalda del hombre, cortándole la respiración y solo miró la escena en silencio. Estaba impresionado y aunque sabía que no era correcto, cierta parte de si mismo se sentía satisfecho de ver como a ese imbécil se le estaba regresando todo el dolor y humillación que le causó en el pasado.

-Lo que Jimin este haciendo con su vida no te importa en lo más mínimo, animal. Pero si estás tan interesado, no ha pasado nada entre nosotros, porque a diferencia tuya sé comportarme como un hombre decente, no vale la pena que intentes rebajarme a tu nivel para sentirte menos patético Jeon. Nada de lo que hagas te hará mejor a mi, sal de tu maldita imaginación.-

-Esconde tu maldito ego Min, haré que se arrepientan.-

-No es ego, son hechos. Así que, más te vale largarte de aquí lo más rápido que puedas o llamaré a la policía y me encargaré de que no vuelvas a ver la maldita luz, ¿Entendido?-

Yoongi habló con tanta tranquilidad que ni siquiera parecía estar amenazando a Sungjin con tanta gravedad, pero a su vez, esto pareció convencer al alfa, porque perdió todo color en el rostro.

-U-ustedes...-

Respiró hondo y miró desde arriba a Sungjin con asco, sabiendo que ese hombre seguiría siendo un problema en su vida si no le ponía un alto. Todo estaba marchando demasiado bien en su vida como para que viniera a arruinarlo todo. No solo tenía el trabajo de sus sueños, sino que tenía un hijo que estaba creciendo de forma sana, tenía una familia y tenía a Yoongi con él, un alfa que le estaba enseñando que no tenía razones para temer de todos.