11

1.4K 144 25
                                    

-Papi, ¿Por qué te arreglas tanto? Pensé que hoy solo almorzaríamos con hyung.-

Jungkook preguntó desde el sofá, donde balanceaba sus pequeñas piernas en el aire al no llegar hasta el suelo. Mientras tanto él estaba frente a un espejo que mantenía en la sala, tratando de acomodar su cabello rebelde, pero simplemente no encontraba ninguna manera de que este cooperara y se acomodara de una buena vez pese a haber estado luchando durante al menos unos 10 minutos con este.

-Sí vamos a almorzar con él cariño, pero también vendrán los demás.-

-¿Tae vendrá?-

-Sabes que sí.-

Miró a través del espejo como Jungkook parecía satisfecho con su respuesta y suspiró por lo bajo, consiente de que quizá se estaba preocupando de más por su aspecto, pero ese día se había levantado con la ilusión de verse...bonito. No siempre se sentía de ánimos para arreglarse más allá de ponerse ropa de trabajo, peinar ligeramente su cabello y cubrir sus ojeras con maquillaje, pero esta vez había tomado una de sus pendras favoritas, se había tomado un rato para maquillar sus ojos como desde hace algunos años no se animaba e incluso se había colocado algunos accesorios que Jungkook alagó minutos atrás, diciendo que brillaban mucho, tanto como él. Tenía un hijo precioso, era afortunado de que Jungkook siempre estuviera ahí pare decir cosas buenas de él, cosas que él mismo no pensaba con regularidad.

-¿Estás feliz porque viene hyung?-

Jungkook volvió a preguntar a los pocos segundos, ahora jugueteando con el señor oso entre sus manos, intentando copiar sus acciones al peinar la cabeza del peluche.

-Yoongi me dio una buena noticia hace unos días, así que decidimos celebrar todos juntos.-

-Me agrada hyung.-

Jungkook soltó con voz baja, casi como si temiera admitirlo. Inevitablemente una duda surgió en su mente. Nunca había visto al niño ser tan confianzudo con otra persona desde el inicio, mucho menos con alfas.

-¿Por qué lo aprecias tanto?-

-Él te hace sonreír mucho, así que me agrada.-

Jungkook dijo sin más, como si su afirmación no viera ningún peso por encima, pero para él eso fue casi como desatar una enorme tormenta en su interior, una que no sabía como manejar. No tuvo demasiado tiempo para pensar en algo más cuando el timbre de la casa sonó e inconscientemente intentó respirar hondo, esperanzado de sentir el aroma a menta aún cuando era tonto pensarlo. El olor de Yoongi jamás llegaría hasta donde él estaba, la distancia era mucha.

-¡Es Tae!-

Sus ojos se abrieron ligeramente, sorprendido ante el hecho de que una vez más su hijo parecía poder captar el aroma a frambuesas del otro niño desde varios metros de distancia.

Asintió suavemente cuando Jungkook lo miró emocionado, esperando su permiso para abrir la puerta y al instante pudo ver al otro lado a Jin, Namjoon y Taehyung. Sonrió en forma de saludo, a la vez que apartaba la mirada de sus amigos al captar la impresión en sus rostros por la forma en la que se veía.

Sí, era tan inusual que se mimara a si mismo que incluso para las personas que consideraba su familia desde hace 7 años atrás era algo raro de ver. Debía admitir que extrañaba recordar que a penas tenía 24 años y que podía seguir actuando como un adulto joven, pero al mismo tiempo sabía que tenía un pequeño hijo a su cuidado, que era padre soltero y que para él habían muchas cosas que lo diferenciaban a las otras personas de su edad. Probablemente no disfrutaría de estar en alguna discoteca como debería, tampoco podía considerar ir ay conocer a alguien porque le asustaba, dar la noticia de que ya era papá solo provocaría malas reacciones, nadie quería una "carga" tan joven y él tampoco pensaba exponer a Jungkook a cualquier persona.

Destiny/Omegaverse (YM) FinalizadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora