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-Es un maldito idiota, quiero golpearlo hasta que llore.-

Jihyo se quejó en voz alta, acompañado de un pequeño gruñido que dejaba ver lo molesta que estaba de escuchar lo que le había ocurrido el día anterior en el centro comercial. Felix asintió de inmediato, más que de acuerdo con las palabras de su amiga e igual de molesto. Vio al pecoso fruncir el ceño, pensativo, a la vez que acariciaba suavemente su vientre con su mano derecha, el cual cada día crecía un poco más. Después de todo ya iba por su tercer mes de embarazo, cada día era más notorio que un cachorro crecía dentro de él.

-No puedo creer que de verdad se haya animado a hacer eso en lugar público a plena luz del día. Ya ni siquiera eso funciona para que estemos seguros.-

Felix soltó, lleno de rabia solo de pensar en como la inseguridad seguía creciendo cada día de sus vidas para ellos, sin embargo eran completamente ignorados, como si no tuviera importancia.

-Eso nunca les ha importado. Cuando iba a secundaria siempre recibía comentarios asquerosos por parte de esos malditos animales, ni siquiera les importaba que fuera menor de edad.-

Jihyo comentó, poniendo los ojos en blanco al recordar todo el acoso que había recibido a lo largo de su vida, acoso que Felix y él lamentablemente comprendían. 

En su caso, desde que se había presentado como omega a los 8 años los malos comentarios comenzaron a surgir de todas partes, el acoso se intensifico cuando entró a la adolescencia y a veces ni siquiera salir con su hijo era impedimento para que en su mayoría alfas soltaran algún comentario que hacía su sangre hervir. Presionó sus labios en una fina línea, recordando momentos específicos de su vida que odiaba traer de vuelta, su piel aún se erizaba con miedo y resentimiento. Si bien nadie se libraba del acoso o de ser minimizados por malas personas, ser mujer y omega era alguna clase de "invitación" para que estos ataques fueran algo de su día a día. Aún cuando había una gran cantidad de mujeres alfa no eran tomadas tan en serio como lo hacían con los alfas masculinos, por lo que esas constantes injusticias seguían.

-A mi me acosaba un idiota que no entendió un no por respuesta cuando entré a la empresa. Dejó de hacerlo solo cuando Changbin vino a la empresa y lo retó. Me hizo sentir como si mis palabras no valieran.-

-Sabes que muchas personas no saben lo que es un "no". Incluso he escuchado tonterías como que un "no" es un "si" disfrazado. No puedo sentir más asco.-

Jihyo comentó, tecleando en su computadora con cierto odio que le pareció ligeramente divertido por el desquite que su amiga estaba teniendo con el aparato, aunque al mismo tiempo algunos recuerdos se intensificaron de repente con el comentario de Felix, pero sobre todo el de Jihyo.

Él lo había vivido en carne propia después de todo.

Negó suavemente con la cabeza, dispuesto a cambiar de tema y en cuanto cambió su mirada del archivo de su computadora al rostro del pecoso sonrió automáticamente al ver su ceño fruncido, así que alargó su dedo y toco el entremedio de sus cejas, provocando una pequeña risilla del mayor.

-No te molestes, el cachorro siente lo mismo que tú y dudo que quieras a un gruñón.-

-Suficiente conmigo.-

Felix sonrió, ahora más relajado. No podían culparlo, las hormonas hacían de las suyas cada que podían, provocando que todas las emociones que el rubio sentía se intensificaran.

-No queremos otro mini tú, sería un desastre controlarlos a los 2.-

Jihyo comentó divertida y Felix le arrojó un pequeño borrador que tenía al lado, comenzando una guerra entre ambos omegas de insultos dignos de niños de primaria, más algunas pelotas de papel que habían empezado a sacar de los pequeños cestos de basura que tenían al lado.

Destiny/Omegaverse (YM) FinalizadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora