Destiny/Omegaverse (YM) Finalizada

18

-Ten, te hará bien tomar un poco de esto.-

Le entregó una taza llena de té a Yoongi, todavía preocupado por su estado anterior. Habían pasado unos cuantos minutos desde que el mayor había terminado de relatar aquellos momentos que marcaron su vida, donde había llorado sin descanso y perdido los nervios en ocasiones, así que pensó que darle esa bebida sería lo mejor. 

Debía decir que jamás esperó que la vida de Yoongi hubiera estado rodeada de tanta tragedia. Su corazón dolía solo de imaginar a un pequeño niño teniendo que ver como una persona sin corazón lastimaba a su papá frente a sus ojos, escuchando cosas que nadie merecía o teniendo que lidiar con el miedo constante de que algo terrible pasara. Tampoco podía terminar de procesar todo lo que Kim Jeonwoong había sido obligado a vivir. No solo fue condenado a un matrimonio falso, sino que en ese mismo matrimonio tuvo que experimentar lo que era el infierno en vida. Él mismo sabía lo que era quedar embarazado en contra de su voluntad, como también podía afirmar lo fácil que había sido en su caso amar a ese pequeño cachorro en su vientre. La idea de abortar siempre estuvo presente, lo apoyaba en todos los casos, pero se vio incapaz de apagar la única luz que había llegado a su vida en aquel entonces. Podía suponer que el padre de Yoongi sintió lo mismo en su momento y es por ello que admiraba totalmente a Jeonwoong y tal como Yoongi había dicho minutos atrás, creía que él había sido un hombre valiente y luchador. El deseo haberlo conocido ahora se escapaba de sus manos, sin embargo al menos en su mente le dedicó algunas palabras, esperando que de alguna forma ese hombre que una vez dio todo por su hijo, ahora estuviera bien en alguna parte.

-Gracias...-

-¿Te sientes mejor?-

Se sentó al lado del alfa, acariciando el largo cabello con sus dedos. Le gustaba mantener esa cercanía, pero sobre todo le gustaba que Yoongi se viera tan cómodo con ello. 

-Lo siento, sé que me altere de más. Creí que después de 17 años no me afectaría tanto, pero es la primera vez que le cuento a alguien de mi vida o de papá.-

-¿Jamás se lo contaste a nadie?-

-De joven no tuve amigos, Yunho lo impidió, así que en aquel entonces no tenía a nadie conmigo más que a papá. Cuando tomé la empresa a los 22 fue porque ese malnacido cayó enfermo y murió al poco tiempo, así que decidí hacer justicia por la empresa que originalmente era de papá y trabajé sin descanso hasta convertirla en lo que es hoy. Hice algunos amigos, los aprecio, pero no me gusta hablar de mi pasado a menos de que realmente lo sienta necesario. Además, contigo siento que puedo hablar de lo que sea, porque sé que aunque llore y patalee no vas a juzgarme ni pensaras que soy un alfa débil.-

Yoongi le dio un largo trago al té, aún con un ligero temblor en las mano que sostenían la taza, demostrando su inestabilidad y algo dolió dentro de si. 

"¿Por qué las personas creen que los alfas no pueden llorar o sufrir como un omega o un beta lo hace? También son seres humanos, tienen todo el derecho a querer desahogarse sin ser criticados o juzgados por demostrar sus emociones."

-Jamás me atrevería a creer que eres débil por llorar Yoongi, al contrario. En realidad me pareces alguien fuerte. Tuviste que soportar mucho desde que eras un niño y aún con todo, decidiste no seguir el camino de ese infeliz y en cambio tomaste cada palabra y enseñanza de tu papá. No hay muchas personas que puedan hacer algo como eso.-

-No sabes lo mucho que agradezco que digas eso. Hace que mi mente deje de pensar en tonterías.-

-No agradezcas por eso, es lo mínimo que mereces Yoongi.-

En ese momento decidió romper con toda barrera entre ellos y aún con cierto temor a hacer algo incorrecto, acortó la distancia entre ambos lo suficiente hasta que sus labios tocaron con suavidad la mejilla del alfa, dejando un pequeño beso sobre su piel. Por unos instantes el silencio los rodeó y se alejó poco a poco, sintiendo como sus mejillas se cubrían de rojo. Al mismo tiempo Yoongi lo estaba mirando sorprendido, pero una pequeña sonrisa delataba que su pequeño beso había sido de su agrado.