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Era temprano y el despertador de algún teléfono móvil no paraba de sonar.

Las persianas estaban cerradas y no dejaban entrar nada de luz.
Se podían escuchar las gotas de agua caer en la ventana fuertemente y algún que otro trueno caer.

Empece a visualizarlo todo en la oscuridad de la mañana y me fije que no estaba en mi habitación.
Estaba en la de Alex.

Me di cuenta de que uno de los brazos de Alex, me rodeaba la cintura. Nuestras piernas estaban entrelazadas y su respiración caía sobre mi espalda. Notaba sus labios como se movían cada vez que cogía aire o lo expulsaba.

Me gire para verlo, en cuanto lo vi, le cogí su carita de niño bueno mientras duerme, para encajar a nuestros labios. En cuanto lo noto se despertó pero no se separó, con nuestros labios aún juntos me cogió de la cadera con sus dos manos y me puso encima suyo, haciendo que notara su erección mañanera.

No puedo negarlo... Lo de ayer fue genial y lo repetiría muchas más veces, además de que fue con Alex, no tiene ni un punto de comparación con mi ex.

Alex es cien veces mejor que el. Empezando por sus besos, sus caricias, sus miradas, el sexo, etc... Es genial y soy presa de todo lo que tenga que ver con el, cuanto más me quiero alejar más cerca lo tengo.

- Buenos días pequeña - Su voz era tan ronca y sexy que no pude evitar morderme el labio.

Cuando el beso se terminó me coloque a su lado quedando frente a frente.

- Buenos días grandullón - Mi voz en cambio, sonó suave y aunque yo no quise parece que lo de " grandullón " se lo tomo por su cosita y no por el.

- Dice que gracias Ali - No pudimos evitar reírnos.

Fui al baño y ice me limpie la cara, cuando me fije que tenia un montón de chupetones en el cuello.
Volví a la cama un rato más, cuando había pasado una horita.
Me levanté y el me siguió, nos dirigíamos a la cocina a por algo para desayunar.

Yo comí como siempre un vol de cereales, el cogió un taza y se preparó un café, se lo comió junto con un bollo.

En el desayuno no hablamos mucho, simplemente íbamos mirándonos y ha veces alguno de los dos soltaba una pequeña sonrisa.

- Ali, hoy e quedado con Steven y Samantha para ir al centro comercial, quieres venirte con nosotros ? - Por su tono de voz, podía confirmar que dudaba bastante en si pedírmelo o no.

Me hizo un poco de gracia y se me escapo una sonrisa.

- Claro, Alex - Me miro y empezó a levantar y a bajar las cejas rápidamente, para hacerme reír, parecía un payaso.

- No te rías mientras comes, te puedes atragantar pequeña. - Le saque la lengua y volví a lo mío.

Cuando terminamos de comer, los dos nos levantamos y nos dirigimos cada uno a su habitación.

Al llegar a las escaleras, me cogió de la mano y no pude evitar sonrojarme, cosa que el noto.

Se agachó y plantó un beso en mis labios, un beso súper tierno el cual izó que me derritiera.

Subimos y llegamos a su habitación. Antes de que entrara me beso en la frente y me miro a los ojos.

- Te esperare bajo las escaleras a las cinco. No tardes. - Me volvió a besar en la frente esta vez soltando mi mano y adentrando se a su habitación.

...

Eran las cinco menos diez y aún no me había vestido... Suerte que me había dicho que no tardará.

SIN QUERER *EDITANDO*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora