14

20 1 0
                                    

Una ola de odio en Twitter, nacida en los Estados Unidos de América, señaló de ofensiva la vestimenta que Lara usaba para su etsrategia. El meollo se redujo a que su aspecto ornamental demeritaba la profesión arqueológica. Como era de esperar, su inteligencia le facilitó portar atuendos polémicos que jugaban a su favor en la relación costo-beneficio. 

Así, Lara Croft se convirtió en un icono sexual contemporáneo, vistiendo crop-tops y shorts diminutos. Tomó como estandarte la crítica con la que buscaban despojarla del poder que tenía: una feminidad sexual. 

No todo era negro, había matices en la discusión del momento. Por un lado, estaban los detractores de la imagen de Lara. Por otro, quienes defendían su autonomía y capacidades. Y finalmente, los tibios a quienes les daba igual externar una opinión. 

Lara aprovechó todas las invitaciones a  que le hicieron durante el periodo en que fue el tema del momento. Amaba la atención, pero también era parte de su estrategia para redirigir su apellido. Una de ellas fue la del show de medianoche Jer Chapman Live, dónde la invitaron a leer tweets que la gente había publicado sobre ella. 

—¿Qué opinas de lo que muchos dicen respecto a tu forma de vestir? —Toda la noche, pese a que Lara había esperado por esa pregunta del conductor, rezaba porque no se la hiciera. 

—¿Qué es lo que dicen? —Preguntó sonriendo como respuesta. El conductor miró a la cámara buscando ocultar la risa que le provocaba contarle, sobre todo por el pronunciado escote con el que Lara mostraba sus pechos con un sujetador que los levantaba demasiado. 

—Bueno, por mucho tiempo las mujeres que han ejercido la arqueología no se habían vestido de ese modo. —El conductor expuso lo que no supo externar, pero había dejado claro su mentalidad. Jer luchaba por machoexplicar un punto que ni siquiera a él le quedó claro. Solo quedó como idiota teniendo a alguien tan inteligente como ella a su lado.

—¿De qué modo? —cuestionó carismática. Lara sabía controlar al público para dejar al conductor en ridículo con solo cuestionarlo.

—Pasemos a la dinámica —Sugirió entre risas ahogadas.

—Pasemos a la dinámica si eso es lo que quieres —Externó de forma condescendiente y el público aplaudió genuinamente entre risas.

—Bueno, no es que no quiera continuar, pero tenemos un programa que seguir. —Jer buscó la salida para eludir la vergüenza incesante que lo agobió. 

—Bien.

—"Los pechos de Lara Croft son tan grandes, que yo podría explorar esas piramides" —Leyó el conductor entre una genuina gracia lasciva.

—Ni siquiera Indiana Jones podría conmigo. —Respondió, ganandose al público, pese a lo incomodo que era enocntrarse en dicha situación. Quería irse de ahí, pero no lo hizo.

—Ahora cito el hilo: "Lara Croft ha robado piezas culturales de países", "se dice que las autoridades tienen una investigación en su contra y podría pasar los próximos años en alguna prisión", "Genuinamente no merece nada más que eso". —Lara puso los ojos como platos, recordando el acuerdo de Jhonson. Se puso nerviosa, pude notarlo. 

—He leído a la gente decir que me encargo de vender reliquias a elites al rededor del mundo, principalmente en esto sustentan sus argumentos. Y esto no es verdad. El año pasado me contrataron para realizar una investigación, pero nada más, fue uns busqueda que nunca dio frutos. Yo no necesito dinero, la riqueza de mi familia podría existir hasta para siete generaciones más después de mí.

—¿Quieres tener hijos? —Preguntó Jer. 

—Aún no he terminado.

—Disculpa, continua.

Tomb Raider NightsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora