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—Haré todo lo posible. Por lo que dijo Rutland ahí abajo hay una pista sobre lo que le pasó a mi madre. Tengo que entrar. —Anaya, miró a Lara con tristeza. 

—No podrás entrar por el mismo lugar, está inundado. 

—Yo estaba cuando pasó, debe haber un lugar donde se pueda revertir la entrada del agua. 

—Dejaré que tú lo investigues. Yo no pienso bajar después de lo que nos contaron con Takamoto. —Lara bajó la mirada sintiendo vergüenza por la verdad.

—Descuida, si tienes problemas llama a Zip y te pasará conmigo. —Lara señaló su comunicador semejante a los in ears de los cantantes, por medio del que mantenía comunicación con su equipo en casa. —No te arriesgues, no quiero perder a más amigos. 

Una vez dentro, comprobando que el cadáver de Amanda no yacía en ese lugar, la preocupación la invadió. ¿¿Era una asesina?, ¿acaso era sociópata?, la idea le consumía la mente, no quería aceptarlo.

Tiahuanaco se convirtió en un imperio que antecedió a los Incas, misma que logro su crecimiento debido a la expansión del comercio. Hasta su desaparición repentinita. Los vestigios históricos de la emperatriz de Tiahuanaco encontraron relación con la historia del Rey Arturo y la espada en la piedra.

La espada de jade y cobre resultó estar desensamblada, y sus fragmentos repartidos por el mundo. Lara los conocía, aquel fragmento que Rutland le mostró pertenecía a la espada, lo supo ya que con verla pudo recordar el aspecto físico en sus memorias de la infancia.

Entonces, se dedicó a recolectarlos, comenzando por uno que Takamoto robó de la Universidad de Waseda, para ello tuvo que matarlo. Luego robó el fragmento de Rutland. Y finalmente, en Kazajistán dónde creyó encontraría el último fragmento de la espada se reencontró con Amanda, ahora ostentaba un aspecto sombrío y se jactaba de soberbia. Asimismo, encontró un escudo antiguo resguardado que le proporcionó la ubicación de la última pieza. en Cornualles.

Allá se encontró con las tumbas de los integrantes la corte de Camelot, es decir, del reino del Rey Arturo. Las espadas estaban relacionadas con la historia de Excalibur, por lo que la Arqueóloga concluyó que, no existió una sola Excalibur, ni un solo Merlín, sino que hubo diversos al rededor del mundo. Y teniendo todos los fragmentos de la espada, nada pasó, hacía falta uno, pero nadie tenía indicios de donde podría estar, ni siquiera Rutland. 




En su reencuentro nada amistoso con Amanda, Lara intentó disculparse, pero ella no la aceptó. A pesar de lo desahuciada que Lara se sintió, gracias al reencuentro Amanda le reveló que el padre de Lara investigó el mito, y tras mucha investigación y sobrepensar, eso le permitió saber a Lara que la última pieza magnética de la única Excalibur que conocían se trataba de un decorado magnético el cual Richard, su padre, le habría dado a su madre como obsequio de aniversario. El mismo que se habría perdido en el accidente del himalaya.

—Zip, Aleister, me voy a Nepal. Alisten los preparativos habituales.

—Nosotros nos escargamos —Se adelanto Zip, llamándome el brazo para que dejara a Lara sola. Se veía molesta y melancólica. Winston habló con ella y con Zip escuchamos.

—No quiero hacer conjeturas Lady Croft. Pero esperaba que no intentara usar la espada después de lo que le pasó a su madre.

—Ella sacó la espada y eso fue lo que la mató —Zip estaba tan sorprendido que no sabía que decir, noté que casi se reía por nerviosismo. La seriedad que se había convertido en su semblante más común denotaba que no le afectaba el ánimo, pero el hecho de darnos la espalda dejó ver que ocultaba su sentir, estaba herida. —Si mi padre hubiera sabido esto... se esforzó tanto y lo odiaron por esto.

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