seven

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tw: sangre, violencia.

¿Por qué el padre de Minho había gritado de esa manera tan desgarradora?

— Minho, no puedo. Si trato de apegarme a tu plan algo te podría suceder y no lo notaría.— Al escuchar los sonidos, Jisung desesperadamente corrió de vuelta y tomó las manos de Lee. Ninguno de los dos sabía que ocurriría al adentrarse al lugar, y lo único que podían hacer en el momento era esperar que la razón del grito no hubiese sido algo que provocase que se arrepintieran de haber vuelto a aquella casa.

Oh, pero tal vez lo era.

— Pero Ji, si no estás a salvo mi mamá te puede lastimar. Sabes de lo que es capaz.— Su voz se rompió, y aunque no quería hacer mucho ruido, ya estaba sollozando enfrente de Jisung.

Jisung rápidamente limpió las lágrimas del menor con su pulgar; al darse cuenta de que no servía en lo absoluto, ya que sus mejillas seguían empapándose con cada segundo pasar, subió las caricias a su cabello.- Príncipe, lo único que importa es que tu estés bien ¿de acuerdo? Iré a la cocina. Si pasa algo, grita.

Y sin darle oportunidad al castaño de hablar, Jisung aceleró sus pasos hacia la parte de atrás de la casa, donde se encontraba la puerta hacia la cocina.

Lee respiró profundamente y unos segundos después tomó la manilla de la puerta principal en su mano. Un suspiro más de preparación, y sin pensarlo una vez más, la abrió.

En el momento exacto en el que sus ojos se posaron sobre la imagen dentro del lugar, un jadeo escapó sus labios. Sus ojos se abrieron en demasía cuando notó el gran charco de sangre en la entrada de la casa.

— ¿Papá? — Susurró, intentando recibir una respuesta del cuerpo sobre el suelo.

Su padre se encontraba en el suelo, sangrando, con una botella de cerveza rota clavada en el cuello y fuerte hemorragia nasal.

— No, no, no. Papá.— Minho se agachó con rapidez, buscando alguna señal que pudiera asegurarle que su padre estaría bien. Pero el cuerpo de Changbin no mostraba ninguna reacción ante sus llamados.

Con algo de temor llevo dos de sus dedos a un lado del cuello de su padre, aliviándose con un suspiro al aún poder sentir los débiles latidos. Ya ni siquiera se preocupaba por la verdadera razón por la que se había presentado en la vivienda nuevamente, toda su mente rondaba en maneras de buscar ayuda. Llamar una ambulancia, gritar, todo lo que pudiese haber sido posible.

Pero antes de que pudiese llevar alguna de sus ideas a cabo, escuchó un grito distorsionado junto a un golpe seco, y seguido de ello, el lejano sonido de tacones resonando sobre el suelo.

— Hasta que te dignas en aparecer, hijo.

Minho giró su cuerpo con lentitud, tomado por sorpresa. Pero cuando miró directo a los ojos satisfechos de su madre, cualquier rastro de temor se alejó, y en su lugar, una ola de ira lo bañaba.

— ¿Qué fue lo que hiciste? — Preguntó lentamente, pronunciando sus palabras entre dientes en un intento de no explotar, y dejar salir todos sus pensamientos.

— La única manera de mantener un matrimonio estable es si se mantienen las mismas creencias. Lamento decir que tu padre y yo no compartíamos similares opiniones con respecto a ti.

smile for them // hanknowDonde viven las historias. Descúbrelo ahora