twenty two

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Cerca de uno de los caminos abiertos que llevaban a la entrada del callejón, el sonido de un automóvil estacionarse con velocidad fue escuchado. Pocos segundos después, Jisung logró distinguir a un chico un poco más mayor que él correr hacia su lugar, uniformado con aquel típico traje azul oscuro utilizado por los oficiales en las ciudades.

Rápidamente, Han se colocó de pie.

— ¿Eres Jisung? — Preguntó el chico.

— Lo soy.— Respondió algo nervioso.

— Bien. Algunas ambulancias vienen en camino, se encargarán de la situación y tu vendrás a la comisaría conmigo. ¿Entendido?

Han solamente asintió, muy nervioso para poder dar una verdadera respuesta verbal.

El hombre se alejó momentáneamente con su celular en mano, aparentando atender una llamada. Jisung volvió a agacharse en su lugar y dejó algunas caricias sobre la mano de Minho, que trataba de alejar sus pensamientos de los punzantes dolores que atacaban su cuerpo desde distintos ángulos.

Sabía que sus acciones no eran del todo relevantes, aún así, notando como el menor comenzaba a lentamente perder la consciencia.

— ¿Podrías decirme sus nombres?

— Él es Lee Minho, ambos chicos en aquellos extremos son Kin Seungmin y Lee Félix, y por mi parte, Han Jisung.— Dijo, señalando a cada uno de ellos cuando los nombraba.

— Bien.— Respondió bajo, anotando en una libreta pequeña todos lados dichos.- ¿Y la chica?

— Lee Chaeryeong. Causó todo.— Sorprendiendo a Jisung, respondió Minho, con voz ronca y forzada.

— Perfecto. Resiste un poco más.— Dijo Jay, dándole una pequeña sonrisa a Minho.

Durante algunos minutos, silenciosos y vacíos que parecían correr con suma lentitud, Minho se encargó de morder su labio inferior con fuerza, prohibiendo que más quejidos escaparan y pareciese que estaba exagerando la situación mucho más allá de su simpleza. Era lo que menos deseaba: hacer un gran lío a partir de un error suyo, pero sabía que ya había fallado en su plan.

Solo deseaba ir a casa.

Repentinamente, el silencio fue quebrado por el sonido de un automóvil deteniéndose cerca, y pocos segundos después, varios grupos de personas aparecieron en la escena, resonando las ruedas de las camillas a la par que corrían hasta los chicos en el callejón.

Entre grupos, alzaron a cada uno de los chicos y los colocaron sobre la tela blanca de las camillas, mientras Jay conversaba con uno de los paramédicos.

Desde su lugar, Han observaba los movimientos veloces de todas las personas allí. Un grupo de personas uniformadas por un lado, otro más trasladando uno de los cuerpos hasta los adentros de una ambulancia. La manera en la que las telas sobre la camilla de rescate bajo Minho ahora se encontraban completamente manchadas de sangre y los paramédicos comunicaban entre ellos su preocupación por las heridas.

Sin embargo, Han no podía hacer mucho más que observar. Estaba paralizado, sin siquiera poder diferenciar entre los miles de pensamientos que justo allí recorrían su mente.

Solo pudo reaccionar cuando las puertas de la ambulancia donde Minho iba fueron cerradas con fuerza, la intensidad de las luces volvió a disminuir y una lágrima bajó por su inexpresivo rostro mientras observaba a los vehículos retirarse.

Jay colocó una mano sobre el hombro de Jisung, captando su atención finalmente. Le dedicó una mirada comprensiva antes de señalar con su cabeza su propio automóvil.

smile for them // hanknowDonde viven las historias. Descúbrelo ahora