Desde el gimnasio de la universidad, Jisung miraba confundido a Seungmin mientras observaba como el menor llegaba corriendo hasta él, para luego colocar sus manos sobre sus rodillas y respirar como si hubiese corrido un maratón.
— ¿Y a ti que te pasó? — Preguntó Han desde su puesto, sin separar la vista del cuerpo al frente suyo que parecía necesitar una ambulancia.
— Me llegó una.— Dijo Kim atoradamente, aún en la misma posición.
— ¿Una qué, nené? No soy adivino.— Respondió Jisung, cruzando los brazos y trasladando su peso a una sola pierna.
— Una carta.— Volvió a hablar Seungmin, finalmente mirando a Han a los ojos y mostrando el papel que llevaba en la mano.
Han abrió los ojos como platos y subconscientemente enderezó la espalda y tensó los hombros ante la sola mención de la palabra que llevaban días sin nombrar.
— ¿Cuándo la encontraste? — Todo rastro de burla en el rostro o voz de Han, habían desaparecido en su totalidad.
— Hace unos minutos; estaba abriendo mi casillero y simplemente cayó.
Jisung suspiró y se acercó a las gradas a un costado del gimnasio, se sentó en una esquina y palmó el lugar a su lado mirando a Seungmin. El menor hizo lo pedido, y al tomar asiento directamente abrió la carta, sin querer esperar mucho más.
“Justo en este momento probablemente estés desesperado por respuestas, y no te culpo. Me culpo a mí porque fui yo quien las causó, y ahora no puedo hacer nada para disiparlas.
Quisiera poder decirte que algún día todo esto finalizará, pero llevo demasiado tiempo diciéndome lo mismo y nada ha cambiado. Quisiera poder decirte que pronto serás libre, pero no puedo asegurártelo porque yo tampoco lo soy.
Podría dejarte millones de cartas tratando de expresarte mis más sinceras disculpas, pero con todo lo que les hago pasar diariamente mis palabras serían irrelevantes.
Deseo algún día poder explicarte lo que sucede, ¿pero cómo podría hacerlo si yo tampoco lo sé?
Lo siento, Seungmin, aunque ya sé que no merezco tu perdón.
— Y.JI.”
Ambos chicos permanecieron mirando la hoja, hasta que Kim despegó su mirada y la fijó en el chico a su lado, que mantenía el ceño fruncido y seguía detallando el objeto en sus manos.
— Seungmin, es Jeongin quien está escribiendo las cartas.— Dijo Jisung con un tono de voz vacío y bajo, aún sin devolver el contacto visual.
El color en el rostro de Kim desapareció repentinamente, como si su alma hubiese abandonado su cuerpo momentáneamente. Han finalmente volteó, y cuando sus ojos chocaron, no necesitaron de ninguna palabra para comenzar a correr fuera del gimnasio.
Ambos alumnos dejaban la desesperación en sus mentes adueñarse de sus cuerpos mientras con velocidad corrían por los pasillos de la universidad, recibiendo una que otra mala mirada de algún profesor. Buscaban el salón donde actualmente Félix y Minho tenían clases, sin importarles en lo absoluto tener que interrumpir su clase.
Una de las dos puertas del aula estaba abierta, por lo que Han se agarró del marco de la puerta para poder detener su corrida al llegar. Tenían suerte de que la clase fuese con el profesor Bang, pues él por alguna razón los amaba.
— Buenos días, Señor Bang. Un profesor necesita a Lee Minho y Lee Félix.— Ante escuchar la voz de Jisung los dos nombrados levantaron las cabezas que mantenían apoyadas sobre sus brazos, teniendo a Han con Seungmin detrás suyo a primera vista.
— Muy bien. Chicos, vayan rápido.
Ambos Lee se levantaron de sus asientos y salieron del aula sin realmente comprender que sucedía, aunque ambos estaban completamente seguros de que ningún profesor los necesitaba.
Al salir, entre los cuatro el silencio permanecía intacto, mientras caminaban con gran apresuro. Notaron como Jisung y Kim miraban constantemente hacia atrás, como si estuviesen buscando algún par de ojos indeseados.
Comenzaron a pasar por el pasillo donde todos los casilleros se encontraban, y Han se acercó al oído de Seungmin a susurrar algo inaudible para el resto de los presento. Luego, Kim detuvo su caminata y los otros dos lo siguieron, mientras Jisung se acercaba a un casillero con una llave en su mano.
Los tres permanecieron en su lugar paralizados al notar otra carta cayendo justo cuando Jisung abrió la puerta del casillero. El mayor de todos hizo un corto contacto visual con ellos antes de recogerla del suelo y cerrar la puerta con cuidado, tratando de hacer el menor ruido posible. Luego, corrió nuevamente hasta el lugar donde los otros tres estudiantes y les señaló la puerta de un salón a la distancia que se encontraba vacío, por lo que todos se acercaron al sitio trotando.
Cada uno quitó una silla de su lugar y colocaron las cuatro unas frente a otras para poder facilitar su comunicación. Seungmin y Han se sentaron de un lado y Minho junto a Félix del otro.
— Seungmin y yo recibimos una carta.— Dijo Jisung, mientras ambos levantaban los objetos nombrados.
— Lean esta primero, y por último revisaremos la de Jisung juntos.— Habló Seungmin, ofreciendo su carta a los dos chicos confundidos frente a él.
Cuando ambos Lee comenzaron a leer el texto que se encontraba en aquel papel, los otros dos chicos pudieron ser testigos de la manera en la que sus rostros empezaban a mostrar duda e incredulidad con cada segundo pasar, y al finalizar, simplemente devolvían la carta con expresiones blancas.
— Jisung piensa que Jeongin puede ser quien las manda.
Minho frunció el ceño.— ¿Por qué se disculparía? Es consciente del daño que está causando.
Por mucho que Minho tratase de buscar en los rincones de su mente algún pensamiento que pudiese darle sentido a aquella teoría, solamente podía encontrar esquinas carentes de luz sin nuevos hallazgos. No podía comprender de qué manera era posible poder recibir cartas con constantes y sinceras disculpas de una persona que, al mismo tiempo, diariamente los maltrataba física y mentalmente.
— Justamente por esa misma razón. En las dos cartas que hemos leído se ha nombrado a una persona que está haciendo algo sin realmente desearlo. No hay nadie más que pueda definirse mejor con esa oración que Jeongin.— Habló Jisung.
Por algunos minutos, el silencio predominó dentro de la sala, pero mentalmente, ninguno podía encontrar un momento de paz dentro de sus mentes mientras recorrían todas las posibilidades de lo que sucedía.
— Leamos la de Jisung.— Por primera vez, fue Félix quien rompió el silencio.
— Léanla en voz alta.— Murmuró Kim mientras pasaba el papel a las manos del rubio.
“Sé que ya han escuchado suficientes disculpas de mi parte, pero no puedo hacer mucho más que tratar de expresar lo que mi corazón exclama a través de la única manera en la que puedo comunicarme con ustedes.
Con toda sinceridad, ya no tengo más palabras con las que escribir, porque casi con total seguridad dé que ninguna palabra de mi parte será capaz de eliminar el rencor que probablemente me han guardado hasta ahora, sin importar que esté escribiendo esto con el corazón en la mano.
Probablemente se vea como lo más absurdo que alguna vez en tu vida leerás, pero lo que actualmente hago es para tratar de cuidarlos, apesar de que no lo parezca. Perdónenme por no dejarles saber mis intenciones a primera vista, pero tampoco es algo que pueda demostrar.
Tú y Minho han pasado por momentos difíciles, y no hay nada que ansiara más que poder estar a su lado y mostrarles mi apoyo, pero no sé si algún día pueda hacerlo de nuevo.
Posiblemente esta será la última carta que leerán, así que como mensaje final les pido que bajo ninguna circunstancia de separen. No dejen que su relación salga afectada por lo que yo, o cualquier otra persona haga.
— Y.JI.”
— Quiero llorar.— Dijo Félix al finalizar la lectura, y todos los demás hicieron sonidos afirmativos.

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smile for them // hanknow
Fanfiction¿Qué mejor que diariamente colocar en tu rostro una sonrisa falsa para generar felicidad artificial en aquellas personas denominadas "familia"? - boyxboy - l.mh + h.js - fluff/angst - mención de otros idols - ships secundarios (seungin y hyunlix) ...