twenty

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tw: intento de secuestro, violencia, homofobia.

Un pañuelo blanco mojado fue colocado con fuerza sobre su boca. Minho trató de gritar ante el susto, sin embargo el objeto retenía los sonidos que trataban de escapar.

Aún podía observar a Félix a través de la multitud. Tan cerca, pero tan lejos. Observó como una chica soltaba un vaso con alcohol sobre su cabeza, y luego le hacía señas afirmativas hacia alguien que -suponía- se hallaba detrás de él.

Las personas caminaban, pero nadie parecía interesarse en lo que sucedía en su lugar. Todos parecían más concentrados en sus asuntos.

En un momento se sintió sin opciones. No podía pedir ayuda, su voz no era escuchada. No podía respirar, algo o alguien le arrebataba la posibilidad. No se podía mover, había un brazo sobre su abdomen que también retenía sus extremidades.

En cuestión de segundos, a su cuerpo se le comenzaba a complicar en demasía sostenerse por sí mismo. Sus piernas se sentían débiles, flaqueaban; sus párpados pesaban, como si desearan cerrarse inmediatamente y tomar el descanso del que carecía. Sentía no tener control sobre su propia persona.

Tanto, que no notó el momento donde cayó completamente inconsciente entre los brazos de la persona que forcejeaba con él.

Asustado, abrió los ojos nuevamente, en un lugar totalmente distinto. Miró hacia los lados para tratar de averiguar su paradero, pero solo notó su soledad en un callejón que desconocía; sin embargo, podía asegurar que estaba en el mismo lugar donde la fiesta se situaba: aún escuchaba la música a lo lejos.

Trató de mover sus brazos hacia atrás para impulsarse y levantarse, pero ninguna parte de su cuerpo poseía la fuerza suficiente. Sintió un leve dolor agudo y un mareo recorrer su cabeza con el repentino movimiento. Por la desesperación, comenzó a sollozar.

Su cuerpo dolía, pero al mismo tiempo no recibía ninguna sensación. Estaba aturdido, con su vista nublada ligeramente, aunque no identificaba si era por las lágrimas acumuladas o de recién haber despertado.

Se sentía inútil, por haberse dejado manipular de aquella manera tan veloz, y sobretodo, por preocupar a las personas con quienes se encontraba antes; ¿siquiera habían notado la falta de su presencia? No era conocedor de nada de lo que más lo preocupaba, y lo enfadaba incluso más.

- Tenían razón. Eres un llorón.

Minho detuvo sus sollozos y buscó la fuente de la voz. Una chica pelirroja estaba de pie frente a él, sosteniendo en una de sus manos un objeto que identificó como una pequeña mochila.

- ¿Chaeryeong? - Preguntó Minho.

Minho pestañeó varias veces para enfocar y logró confirmar su teoría; la chica dejó el bolso a un lado en el suelo y caminó hasta él. Se agachó, entrelazó sus propias manos entre ellas y las apoyó sobre sus codos, aún sin apartar la mirada del chico acostado.

- Todo pudo haber sido tan sencillo, primo.

Minho guardó silencio por algunos segundos.- ¿Qué?

Chaeryeong se colocó de pie nuevamente y volvió hacia el lugar donde había abandonado su mochila. La recogió, y ahora la dejó sobre la tapa de un bote de basura. Abrió el cierre y comenzó a buscar algo entre lo que allí guardaba, sin permitirle a Minho ver qué era.

- Creo que es momento de que empieces a saber algunas historias sobre tu familia.- Esperó una respuesta de Minho, pero no recibió nada, así que solo continuó.- La relación de tus padres jamás fue perfecta, incluso fuera de la situación ocurrida algunos meses atrás.

smile for them // hanknowDonde viven las historias. Descúbrelo ahora