smile for them // hanknow

twenty four

Minho levantó la mirada del libro que leía atentamente ante el sonido de la puerta abriéndose de manera repentina. Sonrió al mirar a Han entrando con una bolsa plástica en su mano, y luego volvía a cerrar la puerta detrás suyo.

— Hola, buenas.— Se quedó de pie frente a la cama, y luego levantó la mano con la bolsa.— Te traje papas.

— Un mejor novio no pude pedir.— Respondió Minho.

— Lo sé, soy lo mejor. Aunque te robé varias- Dijo Han, dejando la bolsa en la mesa de noche junto a la cama, y dándole un beso corto a Minho.— Ahora, mi momento de trabajar como noticiero.

— Interesante. Me acomodaré.— Recostó mejor su espalda de las almohadas y se dirigió más hacia Jisung, que ahora se sentaba en el sofá a un costado.

— A palabras de Jay, lograron contactar a Jieun y Yubin, estaban ambas viviendo en un apartamento rentado. Ayer las interrogaron; a pesar de que Jieun se rehusó a hablar, Yubin la delató. Contó que Jieun la amenazaba con protegerla, o de lo contrario, haría que su secreto fuera revelado a oído público. El mismo era sobre la acusación de asesinato, que si bien la parte de tu padre, Lee Changbin, era cierta, también había falsedad en los datos. Jieun también acabó con la vida de alguien, más específicamente, la de su primer esposo, pero inculpó a Yubin. Aunque con sus influencias policiales, fueron capaces de eliminarlo de su expediente. De todas formas, Yubin dice estar de su lado y apoyar sus acciones.

— Cada vez que logro pensar que mi madre tal vez tiene algo de bien en su corazón, algo más de su pasado se me es revelado.— Habló Minho, un poco decaído y aún sorprendido por todo lo dicho.

Jisung, sin saber que decir, tomó la pequeña mano de Minho y la acarició. Sonrió cuando hicieron contacto visual.

— Y bueno, damas y caballeros, esas han sido las noticias del día. Para más información contactar al instagram.— El castaño imitó la voz de un noticiero, mientras se levantaba del sillón, y se acercaba al peligris, que ahora reía por las ocurrencias de su novio.— Dame un espacio, bebé. Tengo sueño, quiero dormir.

— Eres un intruso en mi propia cama de hospital. Increíble.— Dijo Lee ocultando su sonrisa, mientras se colocaba de lado,
y levantaba un lado de la sábana, permitiéndole el paso a Jisung.

Han ignoró el comentario e hizo un sonido de satisfacción cuando pudo acomodarse en la cama, acurrucando a Minho en su pecho. Ahora él tenía una de sus manos en la espalda de Lee, y la otra haciendo lentas caricias en sus suaves y grises cabellos.

Antes de poder caer en cuenta, el repentino silencio de Minho y sus calmadas respiraciones, lo ayudaron a comprender su estado actual: en tan poco tiempo, ya estaba dormido. Sonrió con ternura, y se permitió realizar lo mismo.
__________________________

Han despertó ante los sonidos de una conversación ajena dentro de la habitación. Notó que el menor ya no estaba entre sus brazos.

Con los ojos levemente entrecerrados, se dio tiempo a acostumbrarse a la luz, y luego volteó todo su cuerpo lentamente, mirando a los dos chicos que hablaban en un tono bajo de voz.

— Lo siento, amor. ¿Te despertamos?— Dijo Minho, al notar su movimiento.

— No, bebé. No te preocupes.— Habló pesada, pero suavemente, mientras se sentaba y restregaba sus ojos con sus puños.— ¿Qué haces acá, Lix? Pensé que estabas ocupado con el examen de hoy en la universidad.

— Lo movieron para la semana que viene, por suerte.— Sospechosamente, se mantuvo en silencio por algunos segundos.— ¿Qué, no puedo visitar a mis amigos sin avisar previamente?

— Mientes, no viniste por mí.— Respondió el Lee menor, juzgándolo con la mirada.

Félix bajó la mirada, atrapado. Los tres presentes desviaron la vista al escuchar la puerta abrirse repentinamente. Minho y Jisung compartieron una mirada suspicaz.

— Holi.— Dijo la nueva presencia en la habitación.

—ola, Hyun.— Dijo el Lee menor, sonriendo ladeado pícaramente.

— ¿Les molesta si me robo a su amigo por un rato? — Los dos chicos miraron a Félix, quien ahora, era la representación de un tomate andante.

— No, no hay problema, llévatelo.— Habló Han, mientras levantaba las cejas mirando al pecoso.

— Adiós, vuelvo más tarde.— Dijo el pecoso sin levantar la mirada del suelo al caminar.

— Que te vaya bien, Lix.— Finalizó el peligris con un tono de voz más grave de lo normal, conteniendo su risa.

Al ambos chicos abandonar el contexto, Minho y Jisung explotaron en carcajadas.