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Cuando llegaron a la casa de Madison había una gran cantidad de personas, la música alta, la gente bailando. Seungmin se extrañó que los vecinos todavía no se hayan quejado de la música. Jisung y Seungmin caminaron entre todas las personas hasta entrar a la casa, se metieron a la cocina donde había muchas botanas, latas de cerveza y bebidas alcohólicas. Kim se sirvió un poco de vodka.
—¿Quieres acabar ebrio esta noche amigo? —palmeó el hombro de Seungmin.
—¿Dónde está Felix? —preguntó con la voz elevada, ya que con la música no se podía escuchar nada.
—No sé, vamos a buscarlo -ambos empezaron a caminar. Seungmin se alarmó cuando vio a Madison muy cerca y se escondió detrás de un grupo de personas, cuando vio que ya no estaba en su campo visual salió de su escondite, pero Jisung ya no se encontraba cerca.
Luego de minutos buscándolo y de ocho latas de cerveza y algunos de vodka, se rindió y empezó a caminar hacia la cocina. Se tambaleó tropezando con un grupo de personas, pero antes de caer al suelo alguien lo tomó de la cintura. Cuando alzó la vista se encontro con Christopher. Sonrió en grande abrazándolo del cuello.
—Chris~ —exclamó poniendo todo su peso en Chan riendo como si fuese lo más divertido del mundo.
—Seungmin, estás borracho, aunque yo igual —informó el alfa juntando más sus cuerpos—. Seungmin torpe.
—No soy torpe —dijo molesto—. Christopher, me da vueltas todo.
—Es porque estás borracho tonto —señaló el rizado tomando a Kim de las mejillas. Chris no estaba en todos sus sentidos, pero tenía tantas ganas de besar a Seungmin, lo quería tanto.
—Voy a besarte —informó Chan a la vez que presionaba sus cuerpos más juntos.
—¡Nou! —dijo Seungmin empujando al ojiverde, este se quejó y se acercó de nuevo a él.
—¡Vamos, Seungmin! —lo acorraló en la pared. El omega estaba tan mareado que por miedo a caer enredó sus brazos en el cuelo de Christopher y enterró su rostro en el pecho del rizado aspirando su olor, una mezcla de su perfume y alcohol.
—Déjame besarte, mi dulce Minnie —habló riendo, Seungmin levantó la mirada sonrojado. Christopher no sabia si era por el sudor y toda la gente en todos lados bailando y gritando o era que Kim se había sonrojado por el apodo que le había dicho.
—Bésame entonces —se dejó llevar, así que se paró de puntitas y unió sus labios con los de Christopher. Necesitaban tanto ese beso que se besaron con lujuria. El ojiverde pasó sus palmas por debajo de la camisa de Seungmin recorriendo sus suaves curvas. Seungmin gimió entre besos.
—Te necesito como no tienes idea —jadeó mientras mordía el cuello del ojiazul.
—Pues anda folla a Madison —se escabulló entre los brazos de Chris.
