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—¿Nos vamos mocoso? —preguntó Christopher bajando las ventanas del auto.
—Hola, dulzura —dijo fuerte para que Madison logre escucharlo. Chris levantó las cejas mirando por unos momentos todo el estacionamiento de la universidad.
—Entra —dijo haciendo una señal para que éste entrara. Sabía sobre la rivalidad que tenían Madison y Seungmin, sabía que la chica estaba interesado en él, pero no le interesaba ella.
—Hasta aquí siento la mirada de Madison de querer matarme —rió satisfecho el castaño poniéndose el cinturón de seguridad.
—Tienes mejores cosas que hacer que estar molestándola —habló poniendo en marcha el coche.
—Uy, lo siento —levantó las manos—. Sólo quiero informarte una cosa.
—¿Qué cosa? —preguntó el rizado.
—No voy a dejar que esa bruja toque a mi hijo —informó con una mirada sería.
—¿Eso qué tiene que ver conmigo? —lo miró un segundo antes de volver su vista enfrente.
—Por si llegaras a tener algo con Madison no la quiero cerca de mi bebé —Seungmin miró sorprendido a Chris cuando este empezó a reír.
—No voy a tener nada con Madison, puedes estar tranquilo —habló.
—No te creo —dijo haciendo una mueca, casi había sonado como una escena de celos.
—Pues deja que te invada tu espacio personal, está colgada todo el tiempo de ti —indicó empezando a hurgar las cosas del rizado hasta que terminó encontrándose con una fotografía, en ella se podía ver a Christopher abrazando a la que suponía que era su... ¿hermana?.
—Sé cuidar mi espacio.
—Claro —rodó los ojos—. ¿Quién es ella? —Chris apartó un momento la mirada del camino.
—Es mi hermana, se llama Anne y tiene novio —comentó estacionando el coche cuando llegaron.
—No te pregunté si tenía novio —dijo quitándose el cinturón de seguridad. Iba a abrir la puerta del coche, pero alguien lo hizo por él. Miró hacia arriba encontrándose con Chris tendiéndole la mano.
—Vamos tómala, no tengo todo el día —habló esperando que Seungmin tomara su mano.
—No quiero —alejó su mano para poder bajarse, pero de repente se mareo. El rizado lo notó y lo tomó de la cintura.
—Te dije que tomaras mi mano. Eres un terco —habló irritado por la actitud de Seungmin.
—Cállate, estoy mareado y tú solo me regañas. No eres nadie para hacerlo —habló molesto, ¿quién se creía?
—Eres muy molesto —comentó.
—Christopher...
—Solo quejarte sabes hacer.
—Chan...
—Eres od- —antes de que pudiera terminar, Seungmin vomitó sobre sus zapatos—. Te doy cinco segundos para que te alejes de mí.
Seung retrocedió asustado, Bang inhaló por un momento. Calma Christopher, solo está embarazo. Se repitió el rizado.
—Uh Chris, lo siento —murmuró intentando acercarse al rizado.
—No te me acerques, ni me hables —dijo sacando toallitas de su mochila para luego limpiarse los zapatos.
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Cuando llegaron al consultorio de la obstreta. Christopher se hizo a un lado para dejar pasar primero a Seungmin, el castaño murmuró un pequeño "gracias", desde el accidente el mayor no le había dirigido ni una sola palabra. Aunque Chris no le dirigió palabra se sentía agradecido de que lo hubiese acompañado a su primer ultrasonido. Estaba nervioso.
El doctor al verlos entrar se levantó de su escritorio para saludarlos.
—Buenas tardes, mi nombre es Lee Taeyong.
—Bang Christopher, un gusto —estrechó la mano del doctor.
—¿Usted es el novio de Seungmin? —preguntó amablemente. Chris tosió.
—No solo... soy el padre del bebé —dijo para luego darle un vistazo al castaño, quien tenía las mejillas rojizas.
—Entiendo —dirigiéndose a Seungmin— ¿Cómo te has estado sintiendo?
—Con mareos y mucho vomito —le dio una mirada a Christopher, este ya no pareciera que lo quería matar.
—Es normal en el embarazo, pero no te preocupes, los vómitos irán disminuyendo —informó—. Ahora Seungmin, necesito que te acuestes en la camilla.
Con pasos tímidos llegó a la camilla y se recostó en ella. Miró a Chris, estaba alejado de donde él estaba. Bajó la mirada. ¿Qué pensaba? ¿Que iba a estar junto a él y tomaría su mano entre la suya para luego entrelazarla? ¿Para darle confianza? Sí que soñaba mucho, rió en su mente por lo estúpido que sonaba.
—Ahora necesito que levantes tu camisa —habló mientras se ponía los guantes.
El castaño hizo lo pedido, levantó su camisa a la altura de su pecho.
—Sentirás algo frío —dijo aplicando el gel en el abdomen de Seungmin para posteriormente tomar el transductor y moverlo sobre el vientre del castaño—. Ahí está.
El rizado ahora estaba a un lado del menor mirando con adoración la pantalla donde podían ver a su bebé, aunque esta aún era demasiado pequeño. Sintió una presión en su pecho de amor al ver la pantalla. Allí estaba su bebé.
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