Seungmin estiró los pies cansado y se acomodó mejor en su cama esperando al rizado, quien había ido por galletas de oreo y jugo de naranja para él. El castaño había tenido un pequeño antojo después de salir de la ecografía y Christopher no dudó en cumplirle sus caprichos.
Bufó aburrido cuando pasaron los minutos y Chris no regresaba. El teléfono del rizado empezó a sonar sobre la mesita y se estiró para echarle un vistazo a la pantalla. Tenía una llamada entrante de Madison.
Iba a tomarlo para contestar, pero sintió un pequeño movimiento en su vientre y la acción se repitió con un movimiento un poco más brusco. El castaño sonrió en grande y pasó su mano por encima de los pequeños movimientos.
—¡Chan! ¡Chan! —exclamó contento esperando que los movimientos no se detuvieran—. ¡Jodido, Bang!
Los pasos se escucharon y la puerta se abrió revelando a un Christopher agitado con galletas en su mano derecha.
—¿Te encuentras bien? ¿Te duele algo? —se acercó a Seungmin inspeccionandolo.
—Siente —tomó la mano de Chris para dirigirla a su vientre. Los ojos del ojiverde se iluminaron cuando sintió las pequeñas pataditas.
—Se está moviendo —dijo con una sonrisa acompañada de hoyuelos. El rizado levantó la camisa de Seungmin para dejar pequeños besos a lo largo del vientre de este.
—Me hace cosquillas —comentó el menor acariciando el cabello de Chan—. Se detuvieron las pataditas.
Christopher asintió acercándose peligrosamente al castaño para dejarle múltiples besos en sus labios. Seungmin se dejó caer en la cama mientras el rizado se subía sobre él con mucho cuidado de no aplastar el vientre del castaño.
Y no había palabras que pudieran describir como se sentía cada vez que Chris lo besaba.
—Espero que nuestro bebé saque tus ojos —confesó mientras besaba la piel expuesta.
—Yo quiero que saque tus rizos —dijo pasando su mano por el cabello del rizado y enredando algunos rizos en su dedo—, y tus hoyuelos.
—¿Te gustan mis hoyuelos verdad? —preguntó Christopher levantando la mirada.
—Mucho —sonrió pasando la yema de sus dedos en los pómulos marcados del rizado. Seungmin no sabía que ya había caído por completo por aquel chico.
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—¡Seungmin, Seungmin! —el castaño detuvo su paso cuando escuchó que Changbin lo llamaba.
—Voy por mis libros —informó Jisung empezando a caminar para dejarlos hablar.
—Hola, Seungmin —saludó cuando estuvo enfrente del castaño—. Quería invitarte a salir, claro si tu quieres.
El menor hizo una mueca. En realidad no quería, pero no quería ser duro con Changbin.
—Me gustaría, pero tengo una ecografía luego de la universidad —mencionó para luego soltar un suspiro.
—Podemos salir mañana o cuando tu puedas —se apresuró a decir—, yo te esperaré.
—Mira, Changbin, no quiero ser duro contigo, pero no tengo tiempo para tener una relación ¿entiendes? Y no puedo olvidar lo que me hiciste. Podemos ser amigos, pero solo eso. Espero que sepas entender.
—Seungmin —iba a decir algo, pero el timbre sonó salvando al ojiazul.
—Tengo que ir a clases —dijo Kim para luego caminar hacia el rizado, quien cargaba los libros del castaño y sostenía galletas de oreo en su mano izquierda. Luego de segundos perdió de vista a ambos chicos.
Se quedó unos segundos más pensando que si no hubiera sido un tonto antes, seguiría teniendo al castaño a su lado y tal vez ese bebé que espera sería suyo, pero él cometió un error y maldición, si que lo estaba pagando caro.
—Deberías averiguar con quien hablar ¿sabes? —cuando se dio la vuelta de encontró con una chica con los brazos cruzados y con una sonrisa que él supo descifrar. Era una sonrisa de superioridad.
—¿Disculpa? —imitó su acción cruzándose de brazos.
—Creo que no me he presentado —sonrió falsamente—. Soy Madison, pero creo que ya has escuchado de mí.
—La verdad no —respondió cortante. No estaba acostumbrado a tratar a chicas como ella.
Pasó por alto la mirada de desprecio de aquella chica, en la forma en que lo miraba como si no fuera lo suficiente bueno o importante hablar con ella.
—No vengo para hacernos amigos —chasqueo la lengua acomodando su melena—. Vengo a advertirte con quien hablas. Sabes ese chico, Seungmin, se mete en los pantalones de cualquiera y te aseguro que lo intentará contigo.
Él tenía tantas ganas de reírse en su cara. Sin embargo, no lo hizo, estaba seguro que ella quería llegar a algo y quería descubrirlo.
—Pues lamento informarte que ya lo hizo —dijo con una sonrisa—. Fui su novio hace como dos años. Estoy seguro que Seungmin no es así.
Iba a soltar cosas sobre Seungmin, cuando una idea se le vino a la cabeza y estaba segura que a ese tal Changbin le iba a interesar. Estaba completamente segura que él no iba a dejar escapar al castaño, no de nuevo.
—Te tengo una propuesta que tal vez te pueda interesar —mencionó con una sonrisa.
—¿Cuál? —preguntó algo confundido.
—Creo que quieres recuperar a Seungmin, ¿estoy en lo correcto? —Changbin asintió. No sabía a que quería llegar con todo eso—. Pues verás, Changbin, tu querido mocoso quiere algo que es mío y creo que si nos unimos y hacemos que se separen los dos saldríamos ganando. Tú te quedas con ese mocoso y yo con Chris.
—Espera, espera —la interrumpió—. ¿Christopher? ¿Hablas del chico de cabello rizado? El papá del bebé de Seungmin.
La ira creció en Madison y quería gritar. Todo comenzó a encajar en su cabeza. Por eso, Chris se la pasaba tanto tiempo con el castaño.
—Maldito mocoso —dijo apretando sus puños queriendo golpear algo—. Así ató a Chan.
—Oye cálmate —tranquilizó.
—¿Entonces? —preguntó cruzándose de brazos esperando una respuesta.
—Acepto —sonrió—, acepto ayudarte a alejarlos.
Que fuerte todo, se viene el dramaaa.
¡Hey! Holaa, aprovechando que tengo tiempo libre aproveché en actualizar, muchas gracias de verdad por la paciencia ㅠ.ㅠ
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𝗨𝗻𝗮 𝗹𝗹𝗲𝗴𝗮𝗱𝗮 𝗶𝗻𝗲𝘀𝗽𝗲𝗿𝗮𝗱𝗮 | 𝐂𝐇𝐀𝐍𝐌𝐈𝐍
Fanfic❝𝖲𝖾𝗎𝗇𝗀𝗆𝗂𝗇 𝗒 𝖢𝗁𝗋𝗂𝗌𝗍𝗈𝗉𝗁𝖾𝗋 𝗌𝗈𝗇 𝖾𝗇𝖾𝗆𝗂𝗀𝗈𝗌 𝗉𝖾𝗋𝗈 𝖾𝗇 𝗎𝗇𝖺 𝗇𝗈𝖼𝗁𝖾 𝖽𝖾 𝖻𝗈𝗋𝗋𝖺𝖼𝗁𝖾𝗋𝖺 𝖺𝗆𝖻𝗈𝗌 𝗍𝗂𝖾𝗇𝖾𝗇 𝗌𝖾𝗑𝗈, 𝖲𝖾𝗎𝗇𝗀𝗆𝗂𝗇 𝗊𝗎𝖾𝖽𝖺 𝖾𝗆𝖻𝖺𝗋𝖺𝗓𝖺𝖽𝗈 𝗒 𝖺𝗁𝗈𝗋𝖺 𝗍𝖾𝗇𝖽𝗋𝖺́𝗇 𝗊𝗎𝖾 𝗅�...