𝗨𝗻𝗮 𝗹𝗹𝗲𝗴𝗮𝗱𝗮 𝗶𝗻𝗲𝘀𝗽𝗲𝗿𝗮𝗱𝗮 | 𝐂𝐇𝐀𝐍𝐌𝐈𝐍

c i n c o

—¿Por qué rayos no me dijiste? ¿Cuándo pasó? ¿Le rompiste la cara? Jamás pensé que pasaría —preguntó Jisung sorprendido. Parecía que en cualquier momento iba a caer desmayado.

Le había contado todo a su amigo, porque prefería decírselo a él a que lo escuchara de otra persona cuando el rumor se haya expandido.

—Basta, ya te lo conté —respondió irritado.

—Lo sé, es solo que aún no lo puedo creer, mi cabeza no lo asimila —dijo Jisung.

—Estaba borracho, si hubiera estado en mis cinco sentidos no me habría acostado con él —dijo con un semblante serio. Frenó al ver a Christopher con Madison, ella se acercó un poco más cerca de él cuando se dio cuenta que Seungmin los miraba.

—Pues eso lo he estado dudando.

—¿Qué quieres decir? —se giró hacia Jisung mirándolo interrogante.

—Cada vez que Chris te ve, te come con la mirada. También te mira en clases —Seungmin rió tan fuerte que Bang volteó a verlo.

—Dios, que buen chiste —felicitó. Jisung se pegó la frente con la palma de su mano.

—No era broma —sonrió—. Aquí viene.

El castaño se volteó encontrándose con Chan, este lo miró con un gesto serio. Espera, ¿estaba molesto?

—Jisung —Christopher no terminó de decir cuando Ji lo golpeó directo en su entrepierna, soltó un grito ahogado. Seungmin rió bajito.

—¡¿Por qué mierda fue eso?! —lloriqueó con las manos en la entrepierna.

—Sabes porqué imbécil —informó antes de irse y dejarlos solos.

—Que agradable es tu amigo —dijo entre dientes tratando de retener las lágrimas.

—Sí, tal vez te lo merecías —el castaño se encogió de hombros.

—Tenemos que hablar, vamos —habló el rizado.

—Tú no me dices qué hacer, además tengo clases en diez minutos —informó el castaño con los brazos cruzados.

—No me interesa —con su mano en la espalda de Seungmin lo guió hacia el patio de la universidad. La mayoría de los estudiantes ya habían entrado a clases, así que no se encontraba nadie.

—Siento arruinar tu vida con un hijo —dijo por fin el ojiazul. Sentía que debía disculparse con Christopher. El rizado lo miró, pero no dijo nada.

El rizado hizo que el menor tomara asiento para luego el sentarse a su lado.

—No tienes la culpa de nada, no quiero que te disculpes, no arruinarte mi vida —dijo sin dudarlo en ningún momento.

Christopher había pensado en un futuro en tener hijos, sí. Pero jamás imaginó que sería con Seungmin. Le atemorizaba que las cosas no funcionaran. Seungmin lo odiaba. Al principio el castaño le caía mal por el carácter que tenía y por la forma en que se conocieron, pero luego ese odio se convirtió en algo más y él lo sabía.

—Tengo miedo.

—No tienes porqué tener miedo, voy a estar todo el tiempo contigo —Seungmin levantó su mirada sorprendido. Chris estaba siendo dulce.

—Gracias —susurró sintiéndose mareado de repente.

—¿Estás bien?

—Eh si —se limitó a decir. Recordó cuando Madison estaba cerca de Chan y le entraron unas ganas de vomitar.

—Odio esto —dijo el castaño con los ojos aguados—. ¿Cómo se lo voy a decir a mi madre?

Sintió pena por sí mismo. Christopher tampoco sabía cómo decírselo a su madre, seguramente Jess lo tomaría de la oreja y lo regañaría como era niño para luego hablar de cómo sería una gran abuela.

—Puedes esperar hasta ver que las cosas vayan bien con tu embarazo —sugirió. Él haría lo mismo.

—Sí, eso haré. De hecho tengo una cita en unos días con mi doctor ¿Te gustaría ir? —dijo tímido mirando hacia otro lugar, sonrió en dirección hacia Felix quien estaba siendo abrazado por Hyunjin. Ellos empezaron a salir desde la fiesta que había organizado Madison. Estaba feliz por Lee.

—Claro me encantaría. Poderlos ir en mi auto —sonrió en dirección a Seungmin cuando volteó.

—Esto es raro —rió poniéndose de pie en frente de Chris.

—¿El hecho de que estemos hablando y no nos estamos matando? —Seungmin asintió—. Estoy de acuerdo contigo.

—Sí, pero no por mucho. Tendrás que soportar los cambios de humor cabeza hueca —sonrió burlón.

—¿A dónde vas?

—A clases tonto —golpeó la cabeza de Chan.

El rizado no se quejó en lo absoluto.

¡Gracias por leer! <3