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Un mes después.
Durante ese mes había tenido mucha fatiga y cansancio, podría dormir por horas y seguir cansado. Había tenido el estómago revuelto o a veces acidez, también había estado yendo a sus citas acompañado todo el tiempo del rizado. Le había tenido que dar excusas a su madre por los constantes vómitos, y aunque no se note el pequeño bulto en su vientre con el tiempo irá creciendo. Por las noches hablaba con el bebé o solamente le canta, pero la mañana lo regañaba por darle muchos vómitos.
Ahora se encontraba corriendo por los pasillos sin tener cuidado con las personas, hasta que dio la vuelta por un pasillo y chocó con alguien cayendo sobre su trasero.
El rizado se alarmó agachándose rápidamente enfrente del castaño tomándolo de las mejillas cuando cercioró de que el ojiazul se encontraba bien se levantó cruzándose de brazos con una expresión molesta.
—Levántate, mocoso —ordenó molesto. Seungmin se levantó nervioso.
—Uh hola Christopher... Que sorpresa verte —dijo nervioso mirando por momentos detrás de él.
—¿¡Por qué carajos te encontrabas corriendo!? —suspiró aliviado, pero molesto. Le había dado un gran susto.
—Tal vez le haya hecho una broma a Eric y tal vez él se haya enojado conmigo y ahora... Quiere golpearme —habló lentamente.
—Seungmin, estás embarazado, no puedes ir corriendo por los pasillos como si no pudiera pasarte nada —se pasó la mano por su cabello.
—¡Aquí estás! —gritó Eric furioso, llevaba una camisa manchada de pintura roja al igual que su rostro.
El castaño abrió sus ojos asustado y se escondió atrás de Chris mirando sobre su hombro como Eric se acercaba.
—Acércate más y el único que va a salir lastimado serás tú —vociferó Chan alzando una ceja. Seung rió por la cara que traía Eric.
—No te metas Bang, pensé que odiabas a Seungmin —chistó sin moverse.
—Pues pensaste mal —se giró para tener a Seungmin frente a él—. Y tú pídele disculpas.
—No.
—Pídele disculpas ahora —ordenó. Seungmin bufó.
—Lo siento —dijo sin sinceridad en su voz. Se aclaró la garganta cuando se dio cuenta la forma en que el rizado miraba—. Lo siento mucho.
—Bien, ahora ya te puedes ir —habló. Eric no dijo nada más, solo se dio la vuelta y se fue.
Seung ya había empezado a caminar del lado contrario de donde se fue Eric, con los ojos cerrados y sus pasos lentos tratando de no hacer ruido y rezando para que Christopher no lo mate, pero este lo tomó del brazo y lo empujó contra los casilleros de manera suave y delicada.
—Me asustaste —dijo Chris mirándolo a los ojos, el castaño desvió la mirada intimidado—. No quiero que les pase nada.
El castaño lo miró a los ojos, en ellos se reflejaba preocupación y a la vez alivio. Se sintió culpable por haber hecho lo que hizo hace unos minutos atrás.
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—Aún no me acostumbro verlos juntos y que no se estén peleando —se burló Jisung mientras devoraba su hamburguesa.
Christopher se había sentado con ellos, con la excusa de que tenía que cuidar de Seungmin y que el castaño no podía ni cuidarse el mismo. Ante ese comentario Seung solo bufó diciendo que ya no haría algo así de estúpido.
—Bang, deja al niño, tu enamoramiento con Seungmin es obsesivo —se burló el morocho, mientras se acercaba con el brazo envuelto en los hombros de Felix.
—No tengo un enamoramiento con Seungmin —gruñó—. Por fin Lix dejó de chuparte la polla por un minuto.
Felix empezó a toser por haberse atragantado con su propia saliva.
—¿Cómo están las cosas con tu embarazo? —preguntó Lee sentándose a su lado, cambiando de tema.
—No intentes cambiar de tema —habló Seung riendo.
—¡No lo hago! —lloriqueo Felix. El castaño rió.
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