Black Phone - Perseguido por el pasado (🍂)

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Capítulo XVII

Chris Brown estaba asustado, metido en uno de los cubículos del baño de hombres, el rubio ya sabía quién era el responsable así que iba hacerlo pagar por el daño que le causó a Bruce.
Pensaba que ahí no lo encontraría pues Vance no solía entrar a los baños de la planta baja.
Que estúpido como para meterse con Bruce y esperar que sus amigos no tomen cartas en el asunto.

-Brown, eres muy tonto, Vance te está buscando por toda la escuela-. Se escuchó mientras el grifo del lavamanos se abría-. Agradece que no puedo golpearte ahora mismo, acabo de patear a algunos de tus amigos y ya recibí una advertencia de suspensión.

El pelirrojo suspiró en un susurro, abrió más calmado la puerta del cubículo topándose con un morocho lavandose las manos con algo de sangre, suspuso que se había lastimado al golpear a sus amigos.

-Yo tengo una advertencia, pero tú sabes que a Vance eso no le importa-. Rió el ojinegro, el pelirrojo agachó la cabeza-. Suerte tratando de no morir Brown.

Y era cierto, a Vance Hopper no le importaba nada en ese momento, quería encontrar al  pelirrojo y romperle la naríz cuantas veces sean necesarias. Lo odiaba aún más por haberse metido con Bruce,  por su culpa ahora el chico no tenía la capitanía y ni siquiera un lugar en el equipo que se esforzó en sacar adelante. Recordaba con odio la época en la que Brown fue su amigo, no entendía nada del extraño comportamiento que éste tenía.

Las cosas con Finney lejos de mejorar solo habían empeorado, el castaño se empeñaba en llenar el vacío que Robin había dejado con el falso cariño que le demostraba a Donna, su novia.
Y se sentía culpable, necesitaba hablar con el moreno y contarle todo lo que le estaba pasando, la vida alcohólica que su padre estaba retomando, su confusión por lo que sentía hacia Donna y también hablar sobre lo que Vance le había contado.
Robin estaba tratando de ignorar sus sentimientos y sólo así tal vez esté preparado para retomar su amistad con Finney, no podía intentar hablarle si cada vez su corazón saltaba con tan solo verlo, sus sentidos se agudizaban e incluso llegaba a sonrojarse, le molestaba un poco tener esas reacciones pero no podía culparse .
Después de tantos años sintiendo esto, disfrazado de amistad, no era amistad, era amor.

Sus ganas de ir a abrazar a su amigo lo consumían, pero no daría su brazo a torcer, él no era así.

-Hola Robin, ¿podemos hablar?-. Volteó con cejas alzadas, era Finney.

-Mmm, dime, ¿qué pasó?-. Trató de controlar sus nervios, el castaño estaba igual.

-¿Te enteraste de lo de Vance y Bruce?-. El morocho le miró extrañado acomodando la bandana de su cabello-. ¿Te parece si después de la escuela vamos a mi casa?, para contarte.

-Creo que no estaría mal, depende, si no tengo otras cosas que hacer-. Suspiró-. Creo que hoy iré al Arcade con Van.

-¿Van?, ¿arcade?, ¿ustedes solos?-. Río el castaño, extrañado de la cercanía de ambos chicos rudos-. ¿Desde cuándo mejoraron su relación?

-Realmente no creo que importe, te aviso si puedo Blake.

Robin siguió su camino, el castaño quedó como una estatua, pero se lo merecia,  no podía pedir que de la nada Robin esté como siempre, tenía que hacer algo para que su relación mejorara.

No sabía exactamente qué es lo que estaba pasando entre Bruce y él,  solo sabía que le gustaba, le gustaba la sensación de poder abrazarlo sin motivo alguno, le encantó pasar la noche anterior acariciando su cabello y calmando su llanto, le gustó dormir entre sus brazos sintiendolo suspirar.
Le gustaba estar con Bruce, y ahora que lo tenía claro era imposible no demostrarlo.
Vance no tenía miedo por él,  todos podían irse a la mierda, él tenía miedo por Bruce, no quería que se sintiese presionado con su repentino cariño o que tuviera más problemas.
Es por eso que se empeñó en buscar al idiota de Brown casi todo el día, e incluso cuando lo encontró y se dispuso a dejarlo en coma...
Fue detenido por esos ojos negros que le encantaban...

-Van, no lo hagas, no vale la pena-. Le dijo mirándolo con ojos apagados-. Te pueden expulsar...

-No me importa, el fue el idiota que se puso la soga al cuello-. Respondió aún teniendo del cuello al pelirrojo.

-Sueltalo Vance...

Esos ojos, aunque negros eran podía jurar que le iluminaban el alma, le iluminaban la vida. Si su chico se lo pedía de esa forma tan dulce y preocupándose realmente por él iba a cumplir todos sus caprichos.

-Bien, disfruta tu momento Brown, mientras puedas-. Lo soltó de un movimiento brusco y el chico de ojos color avellana no dudó en correr, Perseguido por burlas hacia su cobardía.

-Vamos, regresemos al salón.

-Está bien ...

Lucía tan sumiso, probablemente el rubio del pasado no podría creerlo, hasta lo habría golpeado  pero, ¿qué podía hacer?, sentía que por fin era felíz,  sentía que al fin era querido de verdad por alguien y eso lo emocionaba un poco pues nunca recibió afecto de una persona que en realidad le importara.
Era increíble, el día anterior su vida había dado un vuelco total, no sabía con claridad que eran, porque era muy pronto para hablar de eso, tampoco quería ser un problema para su amigo.

¿Amigo?, ¿saliente?.
Demonios, había besado a Bruce como 3 veces en el día y ni siquiera le había pedido salir, que horror.
Necesitaba urgentemente ayuda.

-Gwen me quieres decir ¿Por qué la maestra mando a llamar a mi papá?-. Preguntó el ojimiel tratando de darle una reprimenda a su hermana menor.

-Eimy y yo jaloneamos a Stephanie Jonhson de los cabellos  por toda la escuela-. Dijo con simpleza-. Nadie se mete con Bru, ustedes deberían haber golpeado al idiota de su primo.

-¿Primo?, ¿Chris Brown es primo de las mellizas Jonhson?- . La chica de trenzas asintió-. Eso explica la repentina cercanía de Stephanie, que pena, la justificaría, pero esta vez hiciste bien.

La menor sonrió ampliamente y fue a abrazar a su hermano.

-Por cierto, Robin está afuera hace 10 minutos-. Susurró, al castaño se le erizó la piel y apurado fue a abrir la puerta de su casa.

Estaba el moreno sentado en la entrada jugando con su bandana entre manos, parecía tranquilo, esta vez no se molestó en ponerse una chaqueta o algo así para cubrir sus cortes, desde la posición en la que se encontraba tenía la vista exacta de su hermosa cabellera oscura.
Robin era muy atractivo.

-Robin, pasa.