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Capítulo XVI

¿Alguien recuerda a Chris Brown?
Pues si no lo recordabas es el momento exacto para saber que fue el chico al que Bruce golpeó en defensa de Vance...
Y vaya que lo estaba lamentando...
La escuela ese Lunes estaba muy rara, cuando llegó muchos se le quedaron mirando e incluso murmuraban cosas, quiso pensar que se trataba de algo sin importancia, pues tal vez era sobre lo del juego del Viernes. Hasta que vió los tableros de informes, llenos de fotos en las que él aparecía  tirado en un closet maquillado, con ojos vendados y botellas de licor alrededor.

"MARICA"

"QUE PAYASO, LO DEJARON ESPERANDO UN BESO"

"¿ESE ES NUESTRO CAPITÁN?"

"BRUCE YAMADA, EL MÁS PATÉTICO "

¿Quién había hecho esa mierda?

Se sentía fatal, quería llorar, esas fotos estaban por todos lados, la escuela estaba plagada de ellas, todos lo miraban con burla. Hasta llegó a enterarse de que lo del closet había sido una broma y Stephanie nunca entró.
Quedó como un borracho estúpido y rechazado por una chica.
No tardaron en enterarse sus amigos, no vió a Vance en todo el día así que supuso que seguía molesto por lo del día anterior, lo necesitaba, necesitaba que le diera un consejo y un abrazo tal vez.
Pero no, él rubio no estaba ahí.
Robin trató de ayudarlo diciéndole que contaba con él para todo, incluso que si llegaba a encontrar al culpable iba a golpearlo.
Le dió las gracias pero ni siquera se le ocurría un nombre, el nunca le había hecho nada a alguien. No entendía porque le estaba ocurriendo eso a él.

-Bruce, ¿estás bien?-. Preguntó Finney, se le acercó de la nada durante el receso.

-S-si, no entiendo p-por qué me pasan estas cosas a mi-. Suspiró con ojos llorosos, algunos le dedicaban miradas de burla y otros de asco-. Ahora nadie quiere estar cerca de mí.

-Bruce tranquilo, son unos idiotas-. Le dijo con una sonrisa cálida, el pelinegro suspiró.

-Supongo, Finney, iré al campus, hoy tengo entrenamiento-. El castaño se levantó-. Nos vemos luego.

Esa conversación fue demasiado corta pero agradeció que almenos aún contaba con el apoyo de casi todos sus amigos, le faltaba alguien.
Se dirigió nervioso al campus de la escuela, topandose con algunas porristas en el camino quienes claramente al verlo hicieron algunas muecas e incluso se atrevieron a murmurar cosas delante de él. Decidió no tomarle importancia y fue a paso rápido hacia los vestidores dispuesto a ponerse la ropa de entrenamiento.
Cuando llegó los chicos ya cambiados abandonaron las instalaciones, dejando sólo al entrenador.

--Yamada,tengo que hablar contigo.

El entrenador tomó algo de aire antes de proseguir, el pelinegro sospechaba el rubro de la conversación pues su uniforme no estaba en el locker

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El entrenador tomó algo de aire antes de proseguir, el pelinegro sospechaba el rubro de la conversación pues su uniforme no estaba en el locker.

-Bruce, me apena decirte esto pero el director ya dió las ordenes, debido al reciente acontecimiento que ocurrió el fin de semana se ha visto dañada tu imagen-. El pelinegro dejó caer su mochila-. Comprenderás que como institución necesitamos como capitán a alguien que de un buen aspecto.

-¿Entonces ya no voy a ser capitán?-. Las lágrimas comenzaron a caer-. Pero lo he sido desde el primer año, mis lágrimas y sudor están en esa banda de capitán, yo me lo gané, ¿qué posición ocuparé entonces? ¡Explíqueme!

-Cálmate Bruce, serás expulsado del equipo, soy consciente de tu esfuerzo pero algo como esto deja muy mal al club de béisbol, se vienen las competiciones interescolares y no podemos dejar pasar por alto este altercado-. Pronunció sin inmutarse al ver el dolor ajeno-. Sin más que decir me despido, lo siento Yamada, eras muy buen jugador.

-Bien...

El hombre de traje deportivo salió de los vestidores dejando a un devastado pelinegro apoyado en los lockers, llorando, llorando por todo.
Cubrió su rostro con sus manos, apenado de su sentir, arrepentido de sus acciones y odiando al que le hízo eso.
Cómo le explicaría a su padre que no estaría en el equipo y encima era su último año de secundaria, estaría decepcionado de él. Hubiera seguido lamentándose de no ser por el peso que sintió en su hombro, levantó la vista.

-Robin... ¿Qué haces aquí?-. Le preguntó limpiandose las lágrimas -. Las clases para ustedes aún continúan.

-Bruce... sé quien es el maldito y la maldita-. Le dijo abrazándolo, uno de esos abrazos que solo el morocho te podía dar.

-¿Quién fue?, voy a matarlos-. Y no pudo evitar llorar de nuevo, era un llanto suave, sin lamentos, solo lágrimas y algunos suspiros-. Me botaron del equipo Rob.

-¡¿Qué?!

Ni siquiera pudieron continuar tranquilos, habían un par de integrantes del equipo viendo todo desde la puerta de los vestidores, tachaban a ambos chicos de maricas pues estaban abrazados.
Las risas se escucharon, pero Robin no planeaba dejar expuesto al pelinegro así que por primera vez ignoró sus ganas de ir a golpear idiotas.
Un silencio pulcro invadió los vestidores, los murmuros desaparecieron y entre el abrazo el moreno levantó la vista, topándose con una mirada penetrante.
El rubio hizo una seña indicándole que se separara de Bruce y fuera con él un rato.

-Chris Brown y Stephanie Johnson-. Susurró, el rubio asintió lentamente.

El moreno salió de los vestidores topándose con el grupo de idiotas que hace un rato se burlaba.

-Ahora si, ¿qué querían pendejos?-. Les preguntó frunciendo el ceño, los chicos corrieron.

Bruce preferiría que el moreno se haya quedado pues no sabía dónde ocultar su rostro lloroso, no quería estar así frente a Vance.
¿Seguiría enojado?

-¿Qué pasó?-. Rompió el silencio con voz sería, el pelinegro levantó la mirada, lágrimas seguían cayendo, no tuvo que recibir respuesta para abrazar al más bajo-. Tranquilo Bruce, voy a arreglar eso.

El pelinegro calmó su llanto.

-Vance, todo el mundo ahora me mira con asco, ¿qué hice?, ¿por qué son así conmigo?-. Sus ojos rasgados lo miraron con tristeza, al rubio se le derretía el corazón, quería meter al pelinegro en una cajita y no sacarlo nunca.

-Bru, todos son unos imbéciles, quien te mire con asco tendrá el ojo morado ahora-. Le susurró sonriendo, no era una sonrisa sarcástica o arrogante, sino una cálida.

-Van no digas esas cosas, no quiero que te metas en problemas por mi culpa-. Suspiró, el rubio levantó las cejas y negó divertido-. Y encima ahora sé que con quien me bese esa noche no fue con Steph, ¿quien habrá sido?, soy un desastre.

-Eso se puede resolver fácilmente.

-¿Tú sabes? Dime porfavor, ¿por qué no me dijiste?, Vanceee-. No pudo seguir hablando.

El ojiazul lo dudó, lo miró fijamente en silencio.
Y lo besó, lo besó al fin.
Los mismo labios fríos y los mismos labios suaves econtrándose una vez más, sin el alcohol de pormedio.

-Tu también me gustas Bruce...

Black Phone - Perseguido por el pasado (🍂)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora