Black Phone - Perseguido por el pasado (🍂)

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Capítulo XI

No es broma cuando se dice que lo días pasan volando, Jueves por la mañana, los adolescentes se hallaban desesperados porque el día terminara más rápido, pero por obra del destino mientras más quieres algo más se aleja de cumplirse.

Las clases transcurrian con normalidad, apenas era medio día, necesitaban ir a la cafeteria nuevamente a almorzar.

Robin estaba hambriento, ya no habían emparedados para él, Finney terminaba por dárselos a Donna, le fastidiaba y mucho.
Estaba algo agotado también, Lucie no paraba de buscarlo a todas horas, comenzaba a sospechar, pues mientras más cerca estaba Vance de ellos, más melosa se volvía y no negaría que le incomodaba, no eran celos lo que sentía, estaba demasiado preocupado pensando en como separar a su mejor amigo de Donna como para celar a una chica que aunque fuera su novia no le tenía el mismo cariño que a Finney.

Era obvio, no podía comparar a una chica de la que se hizo novio solo por presión con un chico con el que había compartido muchos momentos especiales.

Finney era lindo.

Lucie también, pero no tanto.

Finney le preparaba emparedados.

Lucie le pedía cosas.

Finney le daba mimos.

Lucie por poco y le arrancaba la boca.

Finney se preocupaba por él.

Lucie se preocupaba por mantener su popularidad.

Finney lo quería como era.

Lucie lo obligaba a cambiar su forma de vestir e incluso actuar.

Que asco, ahora estaba claro, Hopper siempre tuvo razón y él solo estaba cegado por el enojo y resentimiento, no iba a perder a su mejor amigo por algo tan tonto, era normal que Finney tuviera novia.
Pensando se dirigió al comedor, viendo al castaño en la mesa de siempre evidentemente con compañía, con una sonrisa en el rostro fue confiado y dispuesto a arreglarlo todo, además hoy era Jueves, solían reunirse para cenar en su casa. Esperaba que ese día no fuese la diferencia

-Hola Finn!, hola Donna, ¿puedo sentarme?-. Dijo con tono alegre.

-Hola Rob, claro siéntate-. Respondió con una sonrisa de lado, la chica presente miró al ojimiel con algo de recelo.

-Robin no es por ser mala onda pero Finn y yo estamos hablando de algo privado, ¿Podrías por hoy dejarlo solo?

¡¿Por hoy?!, ¿esa loca estaba hablando en serio?, le había quitado a Finney toda la semana y venía a condicionarle. Okey, respira Arellano, tú puedes.

-Oh bueno, lo siento, en realidad venía a recordarle a Finn que hoy pasaría por él a su casa para ir a cenar a la mía, después de todo eso hacemos los Jueves-. Murmuró el moreno ya algo decaído, el ver el cambio drástico de humor de la chica de piel canela solo le hizo arrugar el ceño-. ¿Verdad Finn?.

-S-si!, puedes venir a las 7 como siempr-

-Pero Finn!, hoy veremos películas en mi casa-. Le recordó la chica sujetando del brazo al muchacho.