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Capítulo VII

El fin de semana se esfumó más rápido de lo que muchos esperaban, era hora de volver a la escuela.
Se respiraba un aire más tranquilo pues parecían haberse adaptado nuevamente a la vida estudiantil, no es que fuera tan aburrida esa semana. La escuela es muy concreta al anunciar las actividades que han planificado, entre la más esperada estaba el juego de béisbol que se realizaría el Viernes puesto que algunos alumnos habían corrido el rumor de que uno de los miembros del equipo organizaría una fiesta de bienvenida en su casa.

Era común que los alumnos se alborotaran con este rumor, después de todo no muchas fiestas se hacían a lo largo del año y si era de alguien popular debería ser doblemente bueno.No todos estaban invitados, como típica secundaria tenía distintos grupos que se clasificaban desde los más populares hasta los que eran fantasmas para los demás, estaba más que claro que los de poca popularidad no asistirían a esa fiesta. Ser popular no era algo que les interesara a aquellos chicos pues no tenían motivos para serlo, nisiquiera les atraía llamar la atención.

Robin aumento su popularidad al golpear al brabucón de la escuela, sumando lo atractivo que se volvió con la llegada de la adolescencia, ah y por si fuera poco ser uno de los chicos que salió con vida de entre las manos del raptor.

Vance siempre fue popular, llamaba la atención a donde fuese pues su carácter era inusual, además de eso las chicas morían por aquel rubio que ni siquiera sabía de su existencia y poco le importaba.

Bruce obtuvo su popularidad por su arduo trabajo siendo capitán del equipo de béisbol y su actitud tan agradable que solía atraer a chicas y chicos por igual.

Y Finney fue popular apenas regreso del infierno, siendo reconocido como el chico que puso fin a la pesadilla del pueblo, el chico que mató al raptor.

Eran populares, evidentemente fueron invitados pero eso no significaba que la idea les agradaba del todo, nunca habían desperdiciado su tiempo llendo a fiestas organizadas por el grupo con popularidad más alta, salvo Bruce que se mantenía en ese ambiente. Por lo que les había comentado no era tan extravagante, eran fiestas como cualquier otra, con la diferencia de que algo subidas de tono pues jugaban juegos como la botella horracha, 7 minutos en el paraíso y cosas así, juegos en los que el pelinegro aseguró muchas veces no haber participado pues no le llamaba mucho la atención. Lo comentado por Yamada solo aumento la curiosidad de los chicos, haciendo que les generara algo de inquietud la llegada del dichoso Viernes.

El día iba a culminar con tranquilidad, almenos para aquellos que no tenían un castigo pendiente.

-Disculpen, les recuerdo que ustedes deben estar en la sala de detención-.Habló el director en tono autoritario.

-Si, no lo hemos olvidado-. Contestó tranquilo el pelinegro.

-Vamos entonces-. Suspiró molesto el ojiazul.

Al llegar a la sala de detención todo parecía empeorar para el rubio, encima de tener que soportar horas encerrado en un salón ahora se aburriría el doble pues en esa sala se encontraba
Stephanie lo que singificaba que su amigo no le prestaría nada de  atención.

-Hola Bru, hola Vance!-. Saludó sonriente la pelinegra.

-H-hola Esteph, ¿cómo estas?

-Bien, ¿Y tú?.

-Igual, ¿irás a la fiesta del Viernes?-. Preguntó algo ansioso.

-Claro!, supongo que te animaras a jugar 7 minutos en el paraíso ¿No?

-S-si, seguro.

En menos de 2 minutos fue excluído de la conversación, que tonto, Bruce se había clavado con esa chica, lo entendía pero ¿por qué tenía que dejarlo de lado?.

Le dolía o algo así.

Aún se le hacía un recuerdo reciente, como si hubíera ocurrido hace un par de semanas

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Aún se le hacía un recuerdo reciente, como si hubíera ocurrido hace un par de semanas.

Después de haber visto como mataban a los otros no le quedaba esperanza alguna de salir con vida, estaba solo, almenos hasta que llego un chico más, parecía tan fragil y asustado, incluso más que él.

Un chico que no recordaba bien, se le hacían familiares sus ojos rasgados pero se le hacía complicado reconocerlo. Puede que lo haya visto un par de veces en el arcade, cuando aún era libre.
Ese chico aunque no quisiera admitirlo le trajo un poco de paz.

-O-oye, ¿no has intentado escapar de aquí?

-¿Crees qué no lo eh hecho?, intente cada maldita cosa y por eso me he ganado todos estos golpes.

-M-me llamo Bruce.

-Mhh como sea, me llamo Vance.

-¿Vance?, como te atrapó, tu no pareces ser débil.

-Sus más sucios trucos pudieron conmigo, lo odio tanto.

Sus conversaciones eran seguidas, más cuando acababan de torturar a uno de los dos.
No sabía cuantos días habían pasado desde que llego Bruce pero de alguna forma le hacía olvidar el miedo que sentía al estar en ese lugar. Cuando el raptor los visitaba cada noche es donde el verdadero infierno se desataba, el pelinegro solía correr hacía a el ojiazul para esconderse entre sus brazos y es donde el rubio prefería provocar al tipo de la máscara para que no tocara a su amigo, y en su lugar él sea el que sufriera.

Cuando Bruce le mostraba esa sonrisa tan agradecida y compadecida de sus actos todo valía la pena, cuando Bruce curaba sus herídas se sentía importante.
Cuando Bruce lo abrazaba por fin se sentía querido.

Su amistad se fortaleció en cuestión de días, cuando llegó Robin algo cambio.
Pues Bruce ahora tambien se preocupaba por el moreno lo que provocaba algo de molestía en Vance, aunque pudo aceptarlo le molestaba mucho.

Todo cambió esa noche en la que el raptor pareció ignorar las provocaciones de ambos chicos y se dirigió directamente a desquitarse con el pelinegro.
Bruce trato de soportar, odiaba con toda su alma a ese imbecil enmascarado y ahora más por haber dañado a la única persona que le estaba comenzando a importar.

Le dolió tanto ver a su amigo desangrandose, no sabía que hacer, entre los gritos de Robin y los jadeos de Bruce estaba al borde de colapsar, cuando vío la sangre llegar a sus pies, su cuerpo reaccionó solo, ayudando a frenar la hemorragía con una de sus prendas.

Siempre guardaría en su corazón las palabras que el ojinegro le dedicó.

-Gracias Vance, te quiero.

Black Phone - Perseguido por el pasado (🍂)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora