Black Phone - Perseguido por el pasado (🍂)

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Gente basta, quiero llorar, me pasaron cosas super en la madrugada, pude sentir los síntomas de estar llendo a mi realidad deseada, falta poco.
Y Brady vió mi historia, ayudaaaaa

                               Capítulo XXVII

Vance y Bruce de alguna forma inesperada no eran un desastre conviviendo solos, es decir, apenas había pasado un día en el que por cierto se la habían pasado muy bien, el ojiazul se encargó de llenar cada minuto que pasara con felicidad para el pelinegro y así olvidara el problema que los estaba atormentando.

Vance cuidaba mucho de su sol, porque como el mismo sol alumbraba sus días y si se apagaba todo sería oscuridad, como el mismísimo sol, tan radiante y bonito que aunque a muchos les gustase no se habían tomado el tiempo de conocerlo como él. De todas las visitas que podrían haber recibido no se esperaron para nada la de los padres de Bruce, el solo oír el timbre les resultó extraño, el rubio trató de negar que el chico se encontraba ahí pero lastimosamente Bruce ya estaba hablando.

-Van, ven aquí para explicarte lo de las clases de hoy-. Se oyó desde una de las habitaciones-. ¿Por qué te demoras, quién está en la puerta?.

Vance no pudo detener más la puerta así que tuvo que abrirla mostrándole a Bruce una imagen algo extraña, la de sus padres mirándolo fijamente con una expresión de ¿arrepentimiento?.

No dudaron en dejarlos pasar, claramente por petición del pelinegro, más por educación que por gusto propio, seguramente tratarían de convencerlo para que se fuera de ahí o algo por el estilo, como era característico de Bruce y sus intachables modales obligó a su novio a sentarse junto a él y escuchar lo que sea que sus padres intentaran decirle.

-Bruce hijo, tu padre tiene algo que decirte-. El pelinegro miró extrañado a su padre quien solo entrelaza sus manos en un movimiento nervioso.

-Perdóname hijo, perdóname porfavor-. Susurró, el ojinegro desvió la mirada intentando no sucumbir-. Merezco tu desprecio porque he sido un padre terrible, ni siquiera teniéndote cerca te pude valorar, cuando desapareces de mi vida es cuando yo me doy cuenta de lo que he perdido, te amo hijo, y si es tu desición amar a Vance, la respeto, porque confío en ti y si tu lo escogiste es por algo-. Finalizó, la mujer lo abrazó consolandolo.

-Padre..., y-yo no sé qué decirte, los amo mucho a los dos y la verdad me dolió tanto que no respetaran mis gustos y mi decisión que preferí irme de nuevo y esta vez por voluntad propia-. El rubio golpeó suavemente el brazo del menor-. Pero gracias por saber comprender.

-¿Cuándo regresarás a casa?-. Preguntó preocupada la dulce mujer

-Pronto mamá, no se preocupen, mandenle un saludo a Eimy de mi parte.