Aquellos chicos son asechados aún por el pasado traumatico que vivieron a una corta edad.
Advertencia:
Esta es una historia de como los personajes tratan de continuar con sus vidas después de haber sido secuestrados por el raptor, cabe recalcar que...
Robin y Vance no eran del tipo de chicos que pensaban en las consecuencias de sus actos, ellos solo se dejaban guiar por sus emociones o la tensión del momento, aunque muchas veces haya resultado en tragedia.
Pero esto era peor, tenían un miedo profundo, faltaban menos de 15 minutos para que Bruce saliera de la escuela, el chico pelinegro había llamado y dicho que llegaría con Finney, la que les esperaba. La señora Arellano se la pasó riendo de las expresiones que ambos jóvenes tenían, porque si, Bruce era un chico intachable, si él decía una cosa y no la obedecían y encima eso terminaba en tragedia se encabronaba y mucho. Vance eso lo sabía muy bien así que temía por su vida y el estado de su cabello. Robin solo estaba con el miedo de que Finn se enojara con él por no haberle hecho caso cuando le advirtió las consecuencias de esa pelea, en el estado en que se encontraba no era bueno que hiciera corajes. Y el timbre de la puerta sonó.
-¡Robin ayúdame por favor!, escondeme en tu armario o algo así-. Susurró él rubio con algo de pánico en su mirada.
-Bruce va a sacarte del armario a patadas, ya lo hizo una vez-. Le respondió risueño.
-¡Que Blake te dé tu merecido cabeza dura!
-Hola chicos, pasen, los dos mocosos están en la cocina-. Se escuchó la voz de la mujer.
-Buenas tardes señora Arellano, con permiso-.respondió una voz suave, era Finn.
-Buenas tardes-. Bruce sonaba tranquilo aún con esa dulce voz que lo caracterizaba.
-Pasa ojitos, dale su merecido al rubiecito.
El miedo, el terrible miedo...
-Vance Hopper, ¿qué fue lo que te dije hoy en la mañana?-. Preguntó serio el pelinegro-. Habla.
-¿Qué me querías mucho?-. Alzó las cejas dudoso, el ojinegro frunció el ceño.
-Antes de eso-. El rubio desvió la mirada-. Te dije que no se te ocurra meterte en problemas y mira, ahora estas suspendido por el resto de la semana y no sabemos que vaya a pasarles.
-¡¿suspendidos?!-. Preguntó alterado el castaño-. Robin vayamos a hablar.
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El moreno ayudó a subir las escaleras a su amigo, su estado había mejorado considerablemente pero aún quería ayudarlo, sabía que no hizo las cosas correctamente y aceptaría cualquier regaño aunque le diese.
-¿Qué fue lo que pasó?-. Preguntó suspirando el ojimiel.
-Vance y yo peleamos con Chris y su pandilla de idiotas.
