Aquellos chicos son asechados aún por el pasado traumatico que vivieron a una corta edad.
Advertencia:
Esta es una historia de como los personajes tratan de continuar con sus vidas después de haber sido secuestrados por el raptor, cabe recalcar que...
Avisoo Ambas historias saldrán apenas finalize Perseguido por el pasado así que les dejo un pequeño spoiler de los nombres.
COWARD
¿NO PODEMOS DECIRLO?
Ah verdad, ¿les gustaría un buen lemon antes de terminar esta historia?
Capítulo XXXIV
Era la hora exacta del baile, tenía que apresurarse para ir a la casa de Finney e ir juntos a aquella fiesta. Su madre se empeñó en quitarle la bandana para que luciera más elegante, y así fue, ese traje color guinda le quedaba perfecto. En su expresión resaltaban los nervios.
-Tranquilo hijo, todo va a salir bien-. Sonrió la mujer de los rizos.
-Ya me olvidé lo que tenía que hacer má-. Al escuchar la risa de su madre hízo un puchero.
-Solo diviértete y cuando suene esa canción especial lo invitas a bailar, recuerda, lo tomarás amablemente de la cintura y lo verás a los ojos, lo que tienes que decir después solo tú lo sabes amor.
-Bien, creo que estoy listo-. Suspiró acomodándose el saco con la intención de ir por Finney.
-Espera hijo, voy a tomarte una foto-. El moreno bufó divertido y la madre tomó la cámara que estaba encima del mueble
-Bien
-Sonríe amor-. El moreno sonrió suave haciendo que la mujer se emocionara, pequeñas lágrimas caían-. A tu padre le hubiera encantado estar aquí
-Tranquila mamá, papá siempre estará con nosotros-. Dijo acariciando las manos de su progenitora haciéndola sonreír aún más.
-Bien mocoso, la bendición y conduce con cuidado.
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Bruce esperaba nervioso en su habitación, estaba impaciente porque su mamá le avisara que Vance había llegado, le emocionaba demasiado ir al baile con la persona que amaba, le gustaba. El timbre sonó y casi dió un brinco.
-Bruce, Vance acaba de llegar-. Oyó el grito de su madre, acomodó su corbata y se dispuso a bajar.
-Ya voy!
Bajó lentamente las escaleras acomodando un poco su cabello en el proceso, al bajar un tramo considerable de estas vió claramente a su perfecto novio, tan guapo como siempre, y esa sonrisa encantadora, Dios, iba a darle un paro cardíaco si el rubio seguía mirándolo así.
