Eclipse de Luna

Capítulo 11

Nota de la autora:
Después de conocer el destino de la Neo Reina en el futuro y uno que otro detalle. Regresamos al siglo XXI.
Disfruten la lectura 😊

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Ciudad de Tokio - Torre de Tokio

Decidió vigilar la ciudad desde el punto más alto pero por más que intentaba localizar a las personas que su reina le pidió encontrar no podía sentir el brillo de los cristales sailor y eso comenzaba a volverse un fastidio para su misión. Ella, Sailor Adhara fue una de las cinco creaciones de su reina, Serena había llegado aquel reino alejado sorprendiendo a cada uno de los habitantes, en el momento que toco aquel planeta apartado de su hogar los soberanos miraron en su ser solo oscuridad por lo que trataron de someterla y robar el cristal de plata para de esa forma tener un poder superior pero Serena logro someterlos a voluntad hasta que sencillamente se convirtieron en sus sirvientes y el reino entero en su pueblo, instantáneamente se convirtio en reina en una tierra desconocida donde se sentía sola pues a pesar de estar rodeada de personas no confiaba en nadie ya que muchos de ellos deseaban derrocarla asi como  otros pensaban seguirla y fue en esos momentos que recordo algo importante; un lugar de leyenda donde se decía nacían cada una de las semillas estelares que poblarian el universo e hizo lo impensable, utilizo su poder al máximo para crear cinco semillas estelares siendo ella la primera en formarse. La rubia le dio un nombre civil; Aoi mientras que su nombre de guardiana era Sailor Adhara.

Desde el día que abrió sus ojos al mundo juro lealtad a su reina dispuesta a cumplir sus deseos, en ese entonces Serena le habló de su vida en la tierra y de quienes se hicieron llamar sus amigas, fue cuando supo que ella Sailor Adhara era la equivalentes a Sailor Mars, su poder fue otorgado gracias a  una estrella brillante que iluminó su semilla estelar al nacer, sin embargo era considerada un ser peligroso y por tal motivo se mantenía dormida en una de las habitaciones de cristal al igual que el resto de sus compañeros.

—Señorita—la infantil voz de un niño la sacó de su ensoñación, el menor le extendía un volante. Dudosa lo tomó mirando en el un anuncio haciendo referencia  a un festival de fuegos artificiales. Pensó que quizás ellas estarían allí, agradeció al niño por el gesto—: ¿Usted no es de Tokio?

—No, vengo de un lugar lejano—curiosa se inclino hacia el menor sintiéndose confundida por la sonrisa que le regalaba—: tú deberías estar con tus padres.

—Ellos reparten volantes conmigo—el menor señaló a una pareja a pocos pasos de ellos hablando con un oficial—: Espero pueda disfrutar del festival.

—Dime niño, ¿conoces a una niña de cabello rosa y voz chillona?—el menor no entendió su pregunta por lo que suspiro—: le dicen Rini.

—Creo que no, lo siento—Aoi se aparto al ver que llamaban al menor, quién se despidió de ella para ir con sus padres nuevamente.

Volvió a mezclarse entre la multitud buscando a Rini o alguna de las sailor que en ese momento deberían estar a su lado, mientras caminaba se preguntaba: ¿Qué tan poderosa sería esa niña? Su reina solo le comento sobre su apariencia: ojos rubí, cabellos rosados atados como los suyos, era pequeña y su voz irritante —todos los niños lo son—, pensó con molestia mientras miraba a todos lados tratando de localizar a su objetivo, se sentía fastidiada de estar entre tantas personas cuando podría simplemente regresar y volver a dormir, su reina les había exigido al nacer que de no ser necesaria su ayuda podia seguir durmiendo mientras ella se encargaba de sus enemigos, en ese entonces fue directa con sus palabras: ustedes son mis armas, dedíquense a descansar hasta que yo los necesite.