Parque n° 10
Apenas tenía la fuerza para dar un paso más, no sabía cómo seguía manteniendo su transformación en Sailor después de haber sufrido tanto daño y cruzar la mitad de la galaxia para llegar al planeta azul. La rubia de ojos coral se recostó de un árbol mirando a los niños sonreír mientras jugaban, otros comían helado y algunos caminaban de la mano de sus padres -tan indefensos-, pensó con temor. Cerró sus ojos al sentir una fuerte punzada estremecer su cuerpo, su brazo derecho estaba gravemente lastimado y su pierna izquierda sangraba.
-A-Ayuda...-su voz apenas era un murmullo que sería difícil de oír, se preguntaba como era que ninguna de las sailors de ese planeta habían sentido su presencia. Cayó de rodillas sintiendo todo el dolor de su cuerpo vencerla poco a poco.
-¡Oh dios mío!-escucho una voz alterada muy cerca de ella, trato de ver pero solo acabo encontrándose con una cabellera castaña. Sus ojos se cerraron y su mente viajo a los últimos acontecimientos que vivió antes de su llegada al planeta azul.
Sabía que era una idiota y quizás el guardián Cosmo la castigaria por desobedecer su orden aún así ella necesitaba comprobar por si misma en lo que se había convertido la princesa de la luna plateada. Lo que no espero al llegar aquel planeta lejano era encontrarse con una población pacífica pero al mismo temerosa de los extraños e intuyo se debía posiblemente a la forma en que Serena tomo el poder de todo el reino. Muchos guardias le impidieron el paso al palacio, permanecio a las afuera esperando que ella le permitiera la entrada.
No fue hasta que paso más de una hora cuando pudo sentir su energía atravezando la atmósfera, después de ese momento los portones que daban paso al palacio se abrieron y fue escoltada hasta el jardín trasero, allí la vio de pie junto a un guerrero que desprendía la misma energía que ella -imposible-, con incredulidad miró aquel joven de ojos almendras y cabello rubio. Serena sostenía un báculo negro decorado con una media luna gris donde permanecía incrustado el cristal de plata.
-¿Por qué has venido?-la pregunta de la rubia la descolocó, su voz tenía un timbre de frialdad e indiferencia algo que le pareció tan irreal que no era capaz de decir palabra alguna-: hice una pregunta.
-Quería ver tu reino-Serena sonrío divertida ante su respuesta-: ¿Qué crees que haces? tus súbditos te tienen miedo.
-No es a mi, temen por tu llegada ¿no recuerdas este lugar? Tú lo devastaste cuando te dejaste manipular por Caos, el día que llegue aquí aún estaba en proceso de volver a ser un planeta próspero y yo lo hice posible-Galaxia miró a su alrededor notando la mirada disgustada y al mismo tiempo temerosa de los guardias-: es cierto, tome el poder a la fuerza y algunos quieren derrocarme no puedo tapar el sol con un dedo, ¿Quieres saber porque desean hacerlo?
-Soy toda oídos.
-Porque temen que yo haga lo mismo que tú, siente el poder oscuro en mi y temen-Arrius se acercó a su reina al verla levantar su mano izquierda--: ¿lo notaste?
-No es posible que tengas ese poder, tu no deberías tenerlo-Serena la miro fijamente haciendo estremecer a la sailor-: Serena, deberías venir conmigo y rechazar a Caos.
-El problema es que no fui dominada por Caos, este poder ya era parte de mi-la ojiazul dio un paso atrás dando paso a su guardián-: hace un momento pensé en dejarte ir pero quiero probar el poder de mis hijos.
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Eclipse de Luna
De TodoHabían pasado varios meses desde que pudieron vencer a Sailor Galaxia, el horizonte les dibujaba un hermoso futuro lleno de paz donde las ilusiones y los sueños podrían cumplirse. Sin embargo la vida tiene dos caminos; Serena había escogido seguir...