Capítulo 17

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—¿Estas bien Mina?—la voz de su consejero la trajo una vez más a la realidad, habían pasado más de 24 horas desde que regresaron de las ruinas del milenio de plata, desde entonces Mina permanencia en su habitación meditando sobre todo lo que la reina Serenity les había contado sobre el pasado y en especial el origen de su princesa—: deja de dar tantas vueltas Mina.

La rubia se detuvo al darse cuenta que había estado mucho tiempo dando vueltas en círculo en su habitación, termino por dejarse caer en suelo abrazando sus piernas contra su pecho.

—Artemis, se que yo puedo salvarla—el gatito se acercó a ella con curiosidad, podía ver en la mirada de la rubia una chispa de esperanza y al mismo tiempo de coraje—: no sé cómo puedo estar tan segura pero se que tengo la solución, solo debo buscarla.

—No deberías presionarte así, estás en un equipo y tú sola no puedes con todo—la rubia asintió dándole la razón, aunque no daba abasto entre sus responsabilidades como estudiante y los entrenamientos como Sailor, sentía que no podía fallarle a nadie.

—Lo se, pero...Rei y Lita están en un fuerte entrenamiento junto a Michiru y la ayuda de Oyuki les ha servido, Amy en conjunto con Taiki siguen investigando cómo detenerla, Rini, Hotaru y Plut tratan de ver en el futuro nuevamente, en cambio yo...—un suspiro escapó de sus labios llamando la atención del felino—: no se qué hacer.

—Mina, eres Sailor Venus tu poder depende de la confianza que tengas en ti y en los demás—Mina gateo hasta su cama tomando entre sus manos su pluma de transformación—: Por favor cristal de Venus quiero ver a mi princesa.

Artemis salto junto a la rubia al ver la luz que irradiaba el cristal. Aquel golpe de poder pudo ser sentido por todas las Sailor en el planeta al igual que por el príncipe de la tierra, quién caminaba entre la multitud pensando en la princesa de la luna.

—Darién—el moreno se detuvo, se sintió extrañado al ver a una joven de cabellos magentas ante él—: mi nombre es Adhara, Sailor Adhara.

—¿Piensas atacarme en medio de la calle rodeados de inocentes?—la joven sonrió mostrando su perfecta dentadura.

—No príncipe, ¿Por qué lastimar personas inocentes? Eso no es algo propio de mi—el príncipe se negaba a creer en sus palabras—: como sea, traigo un mensaje para ti.

—¿Un mensaje?—asintió—: habla.

—Mi reina quiere verte, esta noche, en la torre de Tokio—Darien sonrió levemente al darse cuenta de lo obvia que era su trampa—: ¿Qué sucede?

—Es una trampa, puedo verlo desde lejos—Adhara se encogió de hombros ligeramente restándole importancia—: ¿Crees que iré a mi muerte?

—Todo depende de ti, ¿Quieres ser rey?

Ante su pregunta el moreno dudó en responder, él deseaba ser rey pero ir hasta sus verdugos no era algo que quisiera vivir una vez más. Adhara no espero una respuesta afirmativa de parte de príncipe, simplemente desapareció ante sus ojos.

Darién continuo su camino pensando en aceptar o no la invitación de la rubia, —quizás pueda convencerla de olvidar todo esto—, aquel pensamiento lo lleno de fuerza. Adhara por su lado siguió mirando desde un callejón como él se alejaba quizás pensando en redimirse o posiblemente pensaba no asistir y de esa forma conservar su vida pero su reina había dicho más de una vez que él no dejaría ir la oportunidad.

—Mi señora—dio un suspiro al oír que le llamaban, con una sonrisa en su rostro se giró hasta su acompañante. El portal detrás de ella le permitió ver a una de las sirvientas del palacio—: la reina desea verla.

—¿Madre?—sin pensarlo dos veces atravesó el portal—: ¿Qué sucedió?

—La reina prepara su viaje a la tierra y necesita su presencia, no puedo decirle más lo siento.

Eclipse de LunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora