Prólogo

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Te voy a contar un cuento…

Cuentan que una vez la oscuridad se enamoró, y no supo qué diablos hacer para calmar el vacio de su alma; decían que se había enamorado de una mujer que lo miraba con ojos de ángel y que al besar sus labios ardían de placer de lo prohibido.

Así cuentan como un ángel caído conoció su propio infierno, en los labios de la penumbra que ya no lo hacía un ser inocente.

Le arrebataron sus alas y lo despojaron de su divinidad por aquel error.

La oscuridad extremadamente triste al ver como trataron a esa criatura quiso pedirle disculpas, pero se sorprendió cuando aquella mujer le hizo una leve reverencia y le dijo:

“Gracias por concederme el deseo”.

Sus palabras borraron cualquier sentimiento de culpa, viéndola como sonreía siniestramente y desplegaba sus alas negras.

Se dice que su amor y locura fue tan intensa, que nunca más se le vio  nadie mirar a otras personas como se miraban ellos.

Por que más vale ángel conocido que demonio por conocer…

La Dalia NegraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora