Capítulo 10

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Las sirenas me ensordecen hasta el punto de dolerme los oídos, una elegante fiesta se ha convertido en una pesadilla con sangre y balas.

Tengo a un compañero muerto.

Y el otro está siendo revisado por los paramédicos.

Afortunadamente Alec portaba su chaleco antibalas debajo de su traje y eso le salvó la vida, la bala que lo tocó apenas y lo hirió causándole una herida que se puede solventar con detenerle el sangrado y coserlo, como si solo se hubiese cortado con un vidrio; está vez corrió con suerte.

Aunque se ve más movilidad que en los casos anteriores se siente una nostalgia en el ambiente, perdimos a un gran compañero.

Me adentro de nuevo a la mansión donde ya solo se encuentra el equipo y el teniente Larry, se me forma un nudo en la garganta al ver a Peter aún en el suelo. Jenha está revisando con delicadeza y en su rostro hay lagrimas secas al igual que el rostro de Sofia y Dayi; el teniente se mantiene sereno pero en su rostro se ve el tristeza que lo abarca.

Tomo aire para comenzar hablar

― Estaba con Alec y Oracio Ducane cuando oí un disparo. Oracio desapareció, Alec y yo bajamos para ver qué pasaba; la gente gritaba corría, vi a un hombre en aquella dirección que me apuntó con su arma ― señalo el extremo del salón ― le disparé y él hizo lo mismo. No le vi el rostro, estaba cubierto, las cámaras pueden haberlo captado pero dudo que su imagen sirva para reconocimiento.

» Luego...luego fueron más disparos, por el sonido de los cargadores era más de un tirador y yo lo llegué a herir a uno. No llegué a ver a más nadie, me cubría con una de las mesas... cuando todo cesó vi a Peter, esta... estaba ahí muerto y no puedo hacer nada teniente, yo no pude... hacer nada.

― Esto no es tu culpa Hall ― me dice con voz apagada.

― Quiero que vea esto teniente ― dice la forense.

Me acerco a ver y Jenha voltea la mano de Peter mostrando el signo zodiacal Virgo.

― Esto no fue un simple intercambio de balas por parte de algún enemigo de Ducane, esto fue premeditado. ― musita Dayi.

― Peter no tenia eso en la mano cuando llegamos ― mis ojos se vuelve a llenar de lágrimas.

― Peter era el objetivo ― concluye Sofia.

― Estoy sacando algo de su boca ― habla Jenha abriendo con cuidado su boca sacando un pedazo de papel alzándolo al aire ― que tétrico.

El teniente Larry se pone los guantes y toma el pedazo de papel para examinarlo.

― Es una nota ― la detalla ― vamos a ver qué dice. ― comienza a leer en voz alta ― "Pensé que eran más inteligentes, si vieran más allá de la perspectiva ya me fueran descubierto y estaría detrás de las rejas. Ustedes solo ven lo que quieren ver... sigo esperando que me encuentren. Pd: lo siento por su oficial Peter, él no era parte de mi rueda pero se enteró de algo que no debía ser descubierto, o no aún por lo menos".

Estoy cansada y llena de rabia ¿De qué se enteró mi amigo?

― Teniente ― trato de que la voz no me tiemble ― buscaré las trayectoria de las balas, para ver desde que punto le apuntaron y podamos tener más cosas.

Comienzo a caminar cuando me toman del hombro deteniéndome.

― No Amelia ― el teniente me habla muy serio ― sé que Peter era un amigo tuyo de años, así que no trabajaras con la mente nublada.

― ¿Me está dejando fuera del caso? ― El pecho me arde.

― No. Solo digo que hoy no trabajaras, ve a tu departamento duerme o no sé que hagas para calmarte y regresas mañana con cabeza fría ― se me acerca para que nadie escuche lo que me va a decir ―. Estas hecha un nido de emociones y necesito a mi criminalista calculadora que piensa con la cabeza fría.

La Dalia NegraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora