Capítulo 18

558 69 0
                                    

El escándalo se acentúa y la sensación de pánico colectivo invade Prípiat. La prensa quiere entrevistas, los superiores quieren respuestas y la gente del norte quiere protección.

Nadie sabe quién será el próximo.

Porque no importa cuánto dinero tengas o conviertas tu casa en una cárcel de máxima seguridad... el asesino del zodiaco ataca como si fuese un ser paranormal, como si las muertes fueran reales pero su paradero no.

Ayer por la noche ocurrió un incendio en una de las subestaciones de energía eléctrica, y gran parte de Prípiat se quedo sin luz eléctrica durante más de doce horas, donde los bomberos apagan las llamas y evacuaban a los trabajadores de la planta. Hay heridos e incluso muertos.

Por eso nos llamaron, hay un total de seis muertos que se consumieron por las llamas a excepción de uno. Un hombre que estaba en uno de los baños cuando ocurrió la explosión, pudo matarlo a inhalación de dióxido de carbono, pero no, aquí nada es normal, ni siquiera las muertes en una exposición a causa de negligencia del gobierno.

El goteo de la regadera del baño hace eco en el lugar que esta escaso de luz. Según la empresa esto era una ducha para trabajadores, todos tenían acceso.

Incluso Jorge González. Supervisor de la subestación por más de diez años. No creo que Jorge pensara que ocurriría una explosión por falla técnica, tampoco creo que imaginó que sería asesinado en un baño estrangulado.

― Te puedo decir más en la autopsia ― me dice la forense ― pero tiene visibles señales de estrangulamiento.

Jenha se levanta del húmedo suelo y mira a su alrededor.

― Esto es tétrico. ―murmura.

― ¿Qué cosa? ¿Morir en un baño?

― La marca. Es como una maldición ― señala la palma que tiene el signo de Capricornio ― tan solo mirarlo, no le dio tiempo de cerrar los ojos.

Ladeo mi cabeza a un lado.

― ¿Qué tiene en la mejillas?

― Es como una quemadura, posiblemente de cigarro.

Nos quedamos en un silencio perpetuo detallando la escena.

― ¿Qué será lo último que vio? ― es una pregunta retórica pero la digo en voz alta.

― Seguramente al diablo.

― O a su diablo.

Incluso a mí me estaba dando miedo manejar el caso, no habían pasado cuatro días de la muerte de Lilith Von Parker cuando justo ya está pasando esto.

¿Qué busca? ¿Cuál es su objetivo? La gente está asustada, ya nadie sale de noche. Los eventos Royal ya no se están presentando, Oracio Ducane ahora tiene un ejército de guardaespaldas que lo protege.

Mi teléfono vibra sacándolo del bolsillo de mi gabardina.

Hay un mensaje del teniente Larry:

"Te necesito en el laboratorio. Ahora"

Hago una mueca frente a la pantalla iluminada, ¿Qué pasa ahora? El teniente Larry solo me escribe si es una severa emergencia del caso.

― El teniente me llamó ― le digo a Jenha ― ¿Puedes sola?

― Pues, si. Siempre me han dejado sola en una habitación con un cadáver.

Asiento dejando pasar su sarcasmo. En cuanto al mensaje del teniente no le respondo, no es necesario, sabrá que estaré allí. Así que salgo de la subestación cruzando la línea amarilla hasta donde se encuentra mi auto.

La Dalia NegraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora