Capítulo 10

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Veo la cara de sorpresa de todo el mundo, incluida la de mi hermano, y empiezo a ponerme nerviosa porque nadie dice nada. Ni una palabra. Madre mía la que vamos a liar.

-Si eso es verdad...

-Es verdad. -Interrumpe Gabriel a Cassiel. -Además, estoy enseñando a Iris a luchar. -Mentira. -Y también la estoy ayudando con sus poderes. -Doble mentira. -Y desde que lo hago ha progresado mucho, ha pasado de no hacer absolutamente nada a provocar ráfagas de aire y remolinos. -Será cabrón.

-Bueno yo también he puesto mucho de mi parte para que eso suceda. -Le digo con una sonrisa insistiéndole a callarse porque se está pasando.

-Por supuesto. -Me sonríe.

-Y Nicolas también me ha ayudado mucho. -Añado.

-Para algo somos familia. -Dice él abrazándome a la vez que me obliga a soltar la mano de Gabriel.

Sé de sobras que lo hace adrede, pero no voy a ser yo la que me queje después de lo que está haciendo Gabriel. Mi hermano me sonríe y provoca un efecto espejo en mí.

-Gabriel te doy un mes, te estaré vigilando y te juro que como hagas algo te arrepentirás. -Le advierte Cassiel.

Gabriel asiente y después tendiéndome su mano para que la coja me dice:

-¿Vamos cariño?

-Sí.

Cojo su mano y cómo sé que tenemos que hablar, le sigo fuera del salón a uno de los pasillos para poder estar los dos solos. Eso sí, en cuanto estamos a salvo de la vista de todos, suelto la mano de Gabriel con rabia mientras él me mira y seguimos caminando.

-Iris... -Dice con cara de arrepentimiento. -Era la única manera de que me volviesen a aceptar.

Le lanzo una mirada de cabreo mientras apoyo mi espalda en la pared y me cruzo de brazos.

-¿Por qué?. -Pregunto escuetamente.

-Porque aunque no lo quieras ver, eres la dueña de todo esto.

-Podrías habérmelo consultado. -Le recrimino.

-Habrías dicho que no.

-¡Por supuesto que habría dicho que no!. -Digo sintiendo como los nervios y el cabreo aumentan.

-Dijiste que me ayudarías a que me volviesen a aceptar. -Dice con el mismo tono de voz tranquilo de siempre.

-¡Pero no así capullo!.

Gabriel resopla. Se pasa las manos por la cara y me mira a los ojos.

-Será solo cuando estemos delante de los Antiguos, luego puedes hacer con tu vida lo que quieras.

-Me vas a deber un favor muy gordo. -Le advierto. -Y ni se te ocurra aprovecharte de la situación y pasarte un pelo conmigo porque te juro que acabo con toda esta mierda.

Veo como a medida que voy hablando una sonrisa va apareciendo en su rostro.

-Gracias.

-No me las des, porque todavía no estoy muy segura de todo esto. -Aclaro pero la sonrisa ya no hay quién se la quite. Sabe que ha ganado.

Doy media vuelta y vuelvo al salón, al entrar veo a Savannah y Maggie hablando en un rincón mientras beben champán y me uno a ellas.

-¿Qué a pasado?. -Pregunta Savannah.

-Pregúntale a tu hermanito del alma. -Digo cabreada todavía.

Paro a uno de los camareros que pasa por mi lado, cojo una de las copas de champán de la bandeja y me la bebo de golpe.

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